Basta pasearse por la página principal de la Pulga para constatar que el blog ha ido muriendo de a poco. La idea no es matarlo, porque luego de tantos años y tantas entradas, muchas de ellas tienen vida propia y la gente sigue llegando, sigue leyendo y hasta sigue comentando aunque yo haya escrito hace uno, dos, tres o cuatro años atrás. Por eso, la Pulga seguirá al aire, al menos mientras Blogger mantenga sus políticas de hosting.
Pero la actividad de la Pulga se mudará a
La Oficina, completando un ciclo que yo mismo anticipé desde el primer momento en que entendí que tenía que tener mi dominio personal en mi propio alojamiento. Así, la Pulga será una sección de La Oficina. Todavía no lo he trabajado en términos de diseño, pero te invito desde ya a estar pendiente bien sea
vía correo eletrónico,
vía feed,
vía facebook o a través de
mi cuenta twitter. Gracias por acompañarme hasta aquí, espero sigamos juntos por mucho tiempo más, porque las plataformas cambian pero no así las intenciones. Un abrazo.