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30 de septiembre de 2007

El Asesinato del Avatar (y XVII)

V: No puedo quejarme. Mi hijo se ha portado bien, creo que en el fondo se siente algo culpable, pero bueno, sus visitas me traen calma, me mantiene al día sobre sus cosas y de vez en cuando me da alguna noticia del resto de la familia y del mundo. Mi otro hijo no ha venido, quizás su madre lo ha influenciado. De ella no espero nada, por supuesto, y tiene toda la razón, fue la que peor la pasó en este asunto, pude llegar a dañarla seriamente. Parece que es feliz, tiene novio y por si fuera poco ya obtuvo el divorcio. Alegó mi incapacidad mental y viento en popa. No sé cuánto tiempo dure en este lugar. El psiquiatra me ha dicho que he mejorado mucho, que necesitaba descanso y que desconectarme de mis rutinas es una terapia que está dando resultados. Pero teme mi reacción al volver a la rutina, sobre todo si me rencuentro con mi yo virtual. Allá veremos. Por lo pronto no estoy interesado en volver a estar en línea. Aquí igualmente puedo ser otro cuando yo quiera y las consecuencias de ello no serán otras que alargarme la estadía, cosa que no me molestaría en absoluto.

3 comentarios:

luis dijo...

Pero bueno este es el mejor metodo de sacar a flote las loqueras que tenemos todos. Y ademas sale gratis. si freud conociera los blog se hubiese retirado a criar ovejas con heidi.
Yo que tu lo pensaria

Anónimo dijo...

O quizás se hubiese adicto a ellos...

Luis Alejandro Ordóñez dijo...

Jajaja, de repente ahí está la idea para blogs nuevos: si Freud tuviera un blog, si Lacan fuera Bloguero, o por qué no, Foucault bloguer, Cioran Blog. Gracias Luis y Ruth por seguir la historia hasta el final.