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25 de abril de 2008

III Semana de los comentadores urbanos

Pude ir a tres sesiones de la III Semana de la Narrativa Urbana, la primera en calidad de lector, las otras dos de público en general. No hablaré de los cuentos escuchados, mucho menos del leído; en un año, si se mantienen los mismos ritmos de las versiones anteriores, estará saliendo a la calle el volumen que recoge las 15 narraciones de la semana; que cada lector dé su veredicto. De lo que escribiré aquí es de ese extraño papel del comentador que al menos en dos de las tres sesiones despertó más comentarios y controversia que cualquiera de los cuentos leídos.
El primer día, el lunes, los tres lectores y el público presente escuchamos cómo el maestro Ednodio Quintero pedía se quitara un verbo que no le gustaba, se corrigieran metáforas que no le decían nada y se dejaran de lado narraciones demasiado parecidas al cómic. Fui uno de los destinatarios de sus comentarios y debo decir que no se diferenció en nada de cualquier sesión de taller, tal como algunos de los presentes insinuaron. El problema es que no era una sesión de taller, para darse cuenta basta leer los comentarios a las entradas que sobre la Semana hice y algunas de las entradas recientes de Panfleto Negro. Era un espectáculo. El principal problema de las intervenciones de Ednodio es que aburrieron a la audiencia y al final, como todo comentario de coordinador de taller, los autores de los cuentos decidirán qué tomar y qué no de lo señalado por él.
La cuarta sesión, el día jueves, fue moderada y comentada por Milagros Socorro, cuyas intervenciones produjeron también una interesante reacción en las páginas del Panfleto Negro. Desde mi punto de vista, Milagros no cometió el error de Ednodio, ella supo entretener a la audiencia, pero se confundió en un pequeño detalle: creyó que la audiencia la había ido a ver a ella. Contó anécdotas buenísimas, mostró cuanto le había enseñado a una de las autoras (y cuán poco la autora había aprendido, a juzgar por los comentarios de Socorro), pidió ver a los personajes, exigió que se utilizarán puntos y seguidos en vez de puntos y coma si no se dominaban los segundos; lo hizo a través de un símil que fue de las mejores cosas de la noche: el punto y seguido es a los signos lo que el vestido negro al clóset, cuando no sabes qué ponerte usa el vestido negro.
A su manera, ambos comentadores hicieron lo mismo: dejar en claro lo que creo nadie había puesto en duda, quién de los cuatro sentados en el escenario ese día tenía más oficio. Al menos con Ednodio pude trabajar mi texto y creo que con varias de las cosas que tomé de sus comentarios en efecto el cuento está mejor. No sé si de Milagros realmente alguno de los autores de la noche pudieron obtener algo.

24 de abril de 2008

La búsqueda de la verosimilitud

-Quítale el rolex, quién se va a creer que un guerrillero ande por la selva con un reloj así.
-Pero es de imitación.
-Peor todavía. Tienes que tener más cuidado al inventar detalles como ése. Puede que le des color a tu personaje, pero corres el riesgo de caricaturizarlo.

23 de abril de 2008

Hoy en el día del libro

Me uno a las celebraciones que se realizan el día de hoy en nombre de ese maravilloso objeto que es el libro. A continuación, escogida de mi biblioteca, les ofrezco una lista de libros cuyas ediciones y presentaciones bien valen la pena tener y disfrutar:

-El cuento de navidad de Auggie Wren, de Paul Auster, ilustrado por Isol.

-La metamorfosis, de Franz Kafka, ilustrado por Luis Scafati, traducido por César Aira y editado por Brosquil.

-La ciudad de cristal, de Paul Auster, adaptado al cómic por Paul Karasik y David Mazzucchelli.

-Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll con ilustraciones de Helen Oxenbury y editado por Lumen.

-Los misterios del señor Burdick, de Chris Van Allsburg.

-Electroshock, de Laurent Garnier y David Brun-Lambert.

-Zoom, de Istvan Banyai.

-Nuevo Catecismo para indios remisos, de Carlos Monsiváis.

-Persepolis, de Marjane Satrapi.

-Maus, de Art Spiegelman.

22 de abril de 2008

Una tribu en El Rosal

El Rosal entre 5 y 6,30 de la tarde es un lugar horrendo. El tráfico en un vertiginoso estancamiento amenaza con tragárselo todo, con vehículos en estado gaseoso capaces de ocupar cualquier resquicio de la calle pero condenados a permanecer en ella. Mientras, en las aceras la gente se abre paso intentando ganarle al peatón desconocido, ése que resultará la diferencia entre poder tomar éste o el próximo vagón del metro o carrito y con ello retrasar la llegada a casa en minutos, quién sabe si horas. En El Rosal, en esas cuadras que van desde donde la avenida Casanova se convierte en avenida Tamanaco hasta la avenida Sorocaima, entre las 5 y las 6,30 nadie quiere estar, todo el mundo quiere salir corriendo, olvidarse de El Rosal hasta que al día siguiente, temprano en la mañana tengan que volver al trabajo.
Pero ayer, cual hombres de las cavernas buscando refugio unas cuarenta personas nos reunimos en el Centro Cultural Chacao convirtiendo a El Rosal en un lugar amable, seguro, humano gracias a la narración en voz alta, esa actividad que siempre nos hace regresar a los comienzos de la humanidad.
Tuve el honor y la suerte de dar inicio, con mi cuento Tapiz, a la III Semana de la Narrativa Urbana, evento que luce destinado a convertirse en una cita tradicional de las letras venezolanas. Lo disfruté enormemente, disfruté leer frente a la audiencia, disfruté escuchando a mis dos compañeros de jornada, Dayana Fraile y Gabriel Torrelles, y disfruté sobre todo de esa magia que habita en la narración oral y que durante los cinco minutos que leí y los quince que escuché me permitió convertirme en shamán y en miembro de la tribu, una tribu que ha logrado sobrevivir a pesar de lugares como El Rosal.

Muchas gracias a los que asistieron, a Ednodio Quintero por la generosa contribución para mejorar el texto y en especial a los organizadores, Ana Teresa Torres y Héctor Torres.

19 de abril de 2008

Dando un Blogstezo

Le doy la bienvenida a la blogósfera a un buen amigo que creo valdrá la pena visitar. Dale una vuelta en Blogstezando.

Leyendo en voz alta

Este lunes 21 seré parte de la III Semana de la Narrativa Urbana, donde leeré un cuento titulado Tapiz y compartiré el cartel del día con Dayana Fraile y Gabriel Torrelles, quienes nos daremos el lujo de ser presentados y comentados por Ednodio Quintero. El evento se extenderá durante toda la semana con tres escritores distintos por noche. La cita es a las 7 de la noche en el Centro Cultural Chacao, avenida Tamanaco de El Rosal, detrás del Centro Lido; o frente a él, que quién dice cuál es el delante o atrás de un paralelepípedo de vidrio.

12 de abril de 2008

Seis años después

A seis años de los hechos del 11 de abril, todavía algunos seguimos preguntándonos qué pasó. Yo, hoy por hoy, siento que hay que separar claramente lo sucedido el 11, el 12 y el 13 para tratar de entender el proceso que vivimos esos traumáticos días.
El 11 de abril, para mí fue el día donde la retórica del pueblo defensor de la revolución se volvió contra sus promotores. Ante una manifestación masiva, importante, histórica contra el gobierno de Hugo Chávez, los oficialistas no se contentaron con que las fuerzas del orden público actuaran. Tenían que demostrar que ellos tenían tanto o más pueblo apoyándolos. Ahí se perdió el control. Lo que debía ser una situación de restitución de orden público se convirtió en una guerra de todos contra todos, con el agravante de que contaba con el visto bueno o con la vista gorda, al final lo mismo, del Ejecutivo Nacional. Los disparos vinieron de todos lados y a todos lados fueron, nadie supo quién estaba defendiendo la constitucionalidad y quién la estaba atacando, 17 muertos, centenares de heridos y un país que todavía luce irreconciliable fue el legado. La pérdida de control del gobierno sobre la situación fue tan grande que se convirtió en pérdida de poder, a tal punto que la única opción que le dieron a Hugo Chávez fue la renuncia.
El 12 de abril, ante la debilidad institucional y la fractura del gobierno de Chávez producto de los acontecimientos del 11 de abril, se desataron las ambiciones de diversos grupos, dispuestos a sacarle provecho a la pérdida de poder del Presidente. Desde la noche del día anterior presionaban a Chávez para que renunciara y en la madrugada del 12 el general Lucas Rincón anunció al país que en efecto el Presidente había renunciado. El anuncio, en su vaguedad y mala redacción se convirtió en pieza clave de lo que vendría. Nadie sabe quién solicitó la renuncia ni por qué tuvo que aceptarla el Presidente, nadie sabe si realmente el Presidente renunció, lo cierto del caso es que en ese momento no era de facto el Presidente. Los grupos que activamente se movilizaron para lograr la salida del Presidente, debieron hacerlo para consolidar sus opciones, resultando vencendor el grupo de Pedro Carmona, quien era anunciado como el nuevo Presidente en un acto completamente írrito pero que ante la ausencia para ese momento de poderes efectivos en la nación fue validado por todos, incluso por personas importantes del gobierno defenestrado.
Pero el 12 fue un día muy largo. La falta de poder efectivo permitió toda clase de excesos, fue un día de allanamientos y de pases de factura, pero también fue un día de recomposición de fuerzas. Los que llegaron primero, los que se quedaron con el coroto estaban lejos de ser los más fuertes. Por eso, solo pudieron intentar consolidarse en el poder simbólicamente. Mientras los militares contaban divisiones, los opositores retiraban apoyos y el chavismo recuperaba aliento, Carmona y su grupo organizaban una toma de posesión en Miraflores que al llevarse a cabo paradójicamente no fue el comienzo sino el fin del gobierno del empresario. Regresó el vacío, los militares ya habían decidido, el chavismo ya se había recompuesto y los opositores no tenían nada que ofrecer a los militares ni cómo mostrarse fuertes frente al chavismo. Todo servido para que regresara el hilo constitucional roto el 11 de abril con un tijerazo de quien ahora se beneficiaría de esa restitución.
El 13, tras movilizaciones de gente a Miraflores y después de la detención de Carmona y su equipo de (no)gobierno por parte del estamento militar, el gobierno de Chávez vuelve a ocupar sus cargos a la espera de que el presidente Chávez reasuma sus funciones.
Redimido, relegitimado después de que sus propias actuaciones hicieron que tuviera que dejar de ejercer el poder, el presidente Chávez regresó a su cargo. Hoy, todavía la herida del 11 no ha sanado y no podrá hacerlo hasta que todos los responsables de la guerra de todos contra todos que vivimos ese día sean tratados bajo los mismos criterios y con la misma justicia. Es poco lo que se ha avanzado en ello.

11 de abril de 2008

Impunidad y división

Se cumple un aniversario más de los hechos del 11 de abril y a seis años de lo sucedido seguimos marcados por la impunidad y la división. No hay responsables, quienes están presos los mantienen así debido a manejos judiciales perversos y no por la comprobación de su culpabilidad, y las versiones de cada bando sobre lo sucedido son simplemente inaceptables para el resto. Encontrar una explicación del 11 de abril que todos podamos compartir, sin que se pretenda beneficiar o exculpar a actores o bandos, es un esfuerzo que este país necesita.

9 de abril de 2008

La conspiración de comiquita

Todos hemos visto una comiquita así: el malo de la partida se regodea tanto de su maldad que al tener al héroe en su poder no lo despacha de inmediato, no señor, tiene que despacharlo después de hacerlo sufrir con una muerte lenta, con una muerte precisa, con una muerte de mecanismo relojero: la vela quemará esta cuerda que al romperse dejará caer este yunque que lanzará esta espada que saldrá volando y soltará este resorte que impulsará esta bola de billar que al hacer buchaca disparará estos dardos que darán en la diana que abrirá la jaula donde está esta cobra que vendrá a morderte y morirás por su veneno. Por supuesto que semejante tortura psicológica solo termina dándole al héroe el tiempo necesario para romper sus amarras y salvarse justo antes de que los dardos den en la diana y suelten a la culebra, pero igual el mecanismo nos fascina y disfrutamos de cada intento que los villanos desaprovechan no por falta sino por exceso de ingenio.
Así son las conspiraciones contra la revolución bolivariana que tanto denuncian los funcionarios y personeros del gobierno o sus adeptos cuando un escándalo o una información comprometedora se asoma. El guión tan claro de las trasnacionales al que alude el ex fiscal y flamante conjuez, Isaías Rodríguez, es más bien un extraño despliegue de ingenio contrarrevolucionario, que busca, por ejemplo, a través de haberle presentado al para aquel momento fiscal un testigo falso que solo con su mirada lo convenciera de su versión del caso Anderson para que el fiscal acusará a una serie de ciudadanos de la oposición apresando a unos mandando al exilio a otros pero logrando que el caso se le encangrejara para que cuando el fiscal saliera del cargo y optara a ser magistrado del Tribunal Supremo un subalterno lo denunciara por forjar actas del caso y entonces el falso testigo declarara haber mentido para que esto dañe no solo las aspiraciones de Rodríguez sino a la revolución bolivariana y con ello lograr sacar del poder al comandante Hugo Chávez. Pero claro, tras semejante exceso de ingenio por parte de los contrarrevolucionarios, la revolución no será dañada por esta conspiración.
Por la conspiración no, por la falta de escrúpulos de sus funcionarios.

8 de abril de 2008

El Tíbet y el espíritu olímpico

El recorrido de la antorcha olímpica hacia Beijin ha estado acompañado por numerosas manifestaciones en contra de la política de China con respecto al Tíbet y a fin de cuentas contra la decisión del Comité Olímpico Internacional (COI) de seleccionar a la ciudad china como sede de los Juegos Olímpicos. Lo increíble es que aquellos que se oponen a las protestas, que se indignan por ellas, hacen de hacerse la vista gorda su principal argumento, porque no se debe mezclar política y deportes y el espíritu olímpico debe prevalecer por encima de todo. Incluso, agrego yo, por encima de los numerosos muertos del Tíbet y con ello, de prácticamente toda política cuestionable de un país sede, porque si el terrorismo de estado chino no debe hacernos cuestionar una decisión del COI entonces qué.
En el fondo, lo que debemos cuestionar es el espíritu olímpico, porque hace mucho tiempo que solo responde al mejor postor, a la máxima rentabilidad económica. No empañemos con protestas en nombre de una nación simpática pero nada productiva como el Tíbet, el espíritu del negocio detrás de entregarle a China la sede olímpica.

6 de abril de 2008

Ver a Chávez en todas partes

Iba en el carro y auto de por medio me encontré con esta imagen en el vidrio de atrás de una camionetica:

Al mirarlo, no pude sino pensar que ese Niño de la Cuchilla tenía facciones muy parecidas a nuestro muy mass mediático Presidente.Pero visto más en frío no me resulta tan claro el parecido. Creo que lo que pasó es que estoy siendo víctima de terrorismo mediático. Después de todo, es a través de los medios que la imagen del presidente se me ha hecho tan omnipresente.

5 de abril de 2008

Necesito ayuda para subir archivos de audio

Quisiera hacer una o varias entradas con sonido, pero no he logrado dar con la función o con la forma de realizarlo. Agradecería cualquier ayuda al respecto.

2 de abril de 2008

La ciudad que Word destruyó

El asunto es molesto pero esporádico, después de todo no son muchas las veces que uno tiene que escribir Nueva York. Sin embargo, gracias a una entrada de JorgeLetralia me di cuenta de que el hecho es mucho más trascendental: La función de autocorrección de Word estaba auténticamente creando una ciudad de la nada. El día de hoy, si uno escribe en cualquier buscador de Internet el nombre Nueva Cork, se encontrará con que Muñoz Molina escribió alguna vez sobre su experiencia en la ciudad, que el 11,8% de los hijos de extranjeros en Estados Unidos nacen en esa ciudad, que hay buenas ofertas para viajar al lugar para estudiar inglés, que su bolsa de valores es sumamente influyente, y que muchos artistas consideran presentarse ahí un hito en sus carreras.

Hace poco recordé que también es en Word donde uno al escribir las siglas Q33 NY, que identificaban el fatídico vuelo del 11 de septiembre, y manipularlas en su tamaño (48) y en su tipo de letra (Wingdings) se obtiene un escalofriante pictograma.

No suelen gustarme las teorías de conspiración, pero si yo fuera nuyorquino me daría una vuelta por Microsoft y en el departamento o área encargada de Word les preguntaría por qué quieren que Nueva York desaparezca.