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28 de enero de 2010

El honor se divisa cada vez menos


"El honor ni se divisa" es el retruécano que desde siempre se ha hecho con el lema de la Guardia Nacional venezolana, "El honor es su divisa". Las cosas no han cambiado mucho en el sentir público, pero pocos días tan deshonrosos para una fuerza de orden público como el que vivió la Guardia Nacional (hoy por hoy también llamada Bolivariana) de Venezuela.
Por una parte, la vista gorda de la Guardia Nacional permitió que 9 reos murieran y unos 20 resultaran heridos en un enfrentamiento en una cárcel de la ciudad de Caracas, llamada Retén de La Planta. Para su fatal pelea, los reos utilizaron armamento de guerra, entre ellos fusiles FAL; armamento que ingresa a las prisiones necesariamente con la complicidad directa o de omisión de la Guardia Nacional.
Mientras, en Mérida, durante los disturbios y protestas que se han sucedido en toda Venezuela la última semana pero que en la llamada "ciudad de los caballeros" han sido particularmente graves, dos Guardias Nacionales resultaron heridos, uno de ellos muy grave. El problema es que hay versiones encontradas sobre el hecho. El alcalde de la ciudad dice que los atacantes son miembros de un grupo llamado Tupamaros, una especie de híbrido entre banda de delincuentes y grupo parapolicial, y pide que se hagan presentes investigadores del Ministerio de Justicia. Por su parte, el gobernador de Mérida dice que los atacantes eran estudiantes, acusa al alcalde de entregarle recursos bélicos a los estudiantes y al parecer da el caso como suficientemente explicado. Así, el enfrentamiento corre con muchas probabilidades de no ser esclarecido, enseñándole una dura lección a la Guardia Nacional sobre convertirse en una institución al servicio de una parcialidad política y no del orden público.
Por si fuera poco, un periódico nacional amaneció con la foto que acompaña esta entrada, donde se muestra los instrumentos de disuasión y de control del orden público que la Guardia Nacional está utilizando durante las muchas protestas estudiantiles que se viene realizando en el país. Un instrumento medieval en manos de una institución que, como muestra tanto lo sucedido en el Retén de La Planta como la impunidad con que operan los Tupamaros y otros grupos, no tiene demasiado respeto por la seguridad de los venezolanos.

25 de enero de 2010

La batalla del béisbol


La batalla entre opositores y afectos al régimen de Hugo Chávez se ha librado desde el principio en los estadios del deporte nacional: el béisbol, con un saldo bastante pobre para el presidente Chávez--aunque sus derrotas en las tribunas de los estadios no hayan tenido repercusión electoral--.
"¡Y va a caer! ¡Y va a caer! ¡Este gobierno va a caer!" es un cántico que tiene escuchándose en las gradas y tribunas de los juegos de la Liga de Béisbol Profesional Venezolano por lo menos desde 2002, cosa que habla al menos de la resiliencia de quienes los entonan. Mientras, Hugo Chávez, confeso fanático del béisbol y aspirante a jugador profesional en sus años mozos, prácticamente ha renunciado a pasearse por el estadio cuando hay partido, a tal punto que este pasado fin de semana anunció a modo de amenaza, incumplida, que asistiría al tercer juego de la final del torneo entre los dos equipos más populares del país, los llamados "eternos rivales": Leones del Caracas y Navegantes del Magallanes, equipo este último del cual Chavez es público seguidor.
La batalla del béisbol en Venezuela tuvo su expresión internacional cuando el año pasado, durante el Clásico Mundial de Béisbol, los venezolanos que asistieron a los partidos de su selección en Miami, EEUU, le dedicaron sonoras y dolorosas pitas a un jugador de Venezuela, Magglio Ordóñez, quien había sido imagen importante de una de las tantas campañas electorales que el presidente Chávez ha realizado y ganado en sus ya once años de dirigir al país. La muy pocas veces vista imagen de un jugador abucheado por sus seguidores durante una Copa del Mundo, fue noticia en diversos medios internacionales y produjo una reacción que al final resultó favorable para el jugador, porque mientras muchos se preguntaban si el escenario de un torneo internacional era el adecuado para una protesta de ese tipo, otros reivindicaban el derecho de Ordóñez de militar políticamente y de ser contratado como imagen de una campaña política.
Pero la batalla del béisbol está llegando a unas atmósferas que los barómetros no habían medido, desde que en la ronda semifinal de este torneo, durante un juego--no podía ser otro--entre Caracas y Magallanes, una pancarta se vio en el estadio que decía "1-Luz, 2-Inseguridad, 3-Devaluación. Chávez estás ponchao", aludiendo a los tres strikes, los tres fallos que hacen que un bateador pierda su turno, una jugada a la que en Venezuela se le dice "Ponche" desde los tiempos en que el béisbol se transmitía sólo por radio y una conocida marca de Ponche crema patrocinaba los juegos y la jugada específica.
Quienes pusieron la pancarta fueron reprimidos por la Guardia Nacional presente en el estadio como si de un acto de rebelión se tratara, y de cierta forma lo fue. Porque el Chávez 'tas ponchao se ha convertido en un eslogan y grito de guerra opositor que pareciera estar haciendo mella en un gobierno que tiene crecientes problemas de gobernabilidad. Para confirmar que han resentido el golpe, el gobierno intentó silenciar el Chávez 'tas ponchao en el reciente juego de ayer domingo.
Ese juego era importantísimo por varias razones. No sólo se llevaría a cabo en horario estelar sino que era el primer juego de la final que se escenificaría en la cada vez más opositora ciudad de Caracas. Pero además se efectuaría un día después de una convulsionada jornada política, donde una marcha por la celebración del 23 de enero (día de la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez en 1958) mostró el músculo opositor y sobre todo el "punch" del 'tas ponchao. En una decisión que, si bien venía cocinándose, pareció tomada como represalia al éxito de la marcha opositora, el gobierno exigió la salida del canal RCTV Internacional de la oferta de canales de las operadoras de cable, alegando incumplimientos de normas de la Ley de Telecomunicaciones por parte del canal. El sábado a medianoche, RCTV Internacional quedó fuera de transmisiones.
Lo cierto es que la presencia de Guardias Nacionales y de Policías Metropolitanos sorprendió por su volumen en un juego donde el número de efectivos siempre es muy alto debido a la cantidad de gente que abarrota el estadio cada vez que se enfrentan los eternos rivales. Pero los efectivos no estaban ahí para proteger al público sino para proteger al gobierno. Las protestas en el estadio a favor de RCTV no se hicieron esperar, y a pesar de su número los efectivos del orden no público sino gubernamental se vieron desbordados. Incluso el intento de acallar los gritos antigubernamentales en Venevisión, un canal hoy aliado del gobierno para no ser tocado por la Ley que es tan estricta para RCTV, fue insuficiente y su transmisión del partido terminó siendo realizada con primeros planos de los jugadores, tomas cerradas y sin audio ambiente. Mientras, en el otro canal que transmitía el juego, se veían las pancartas, la gente amordazada simbolizando la falta de libertad de expresión en el país y se percibía que algo grave sucedía en las tribunas porque por momentos el público estaba completamente de espaldas al juego, como si de la censura del mismísimo César se tratara--en este caso, censura al aspirante a César. ¿Y qué era lo que sucedía? Los escarceos entre la fuerza policial y los manifestantes que pudieron poner la pancarta del 'tas ponchao detrás del home, el sitio frente al cual sucede la mayor parte de la acción de un juego de béisbol y que ninguna toma cerrada puede dejar de captar so pena de perder toda noción de lo que sucede en el partido.
Hoy vuelve a haber juego. Ambos bandos parecen preparados para un nuevo capítulo. Mientras, varias ciudades del país parecen encenderse en protestas contra un régimen que en nombre del socialismo planetario ha dejado a los venezolanos sin agua, sin luz y a merced de la delincuencia. La batalla del béisbol es sólo una más en el enfrentamiento político constante que es la Venezuela de la actualidad.

22 de enero de 2010

La cueva de los Cubs

Este es el plan: convertirme en una especie de medio, algo así como "yo, mi propio canal". Por eso, en el último año he abierto varios sitios nuevos y muy probablemente vengan un par más. El sitio más reciente es de béisbol, y más concretamente es sobre los Cubs de Chicago. Aprovechándome de mi condición de fanático del béisbol, pero sobre todo de vivir a unas cuatro cuadras del Wrigley Field, el estadio de los Cubs, abrí hace menos de una semana La cueva de los Cubs, un sitio donde estaré cubriendo el día a día del equipo.
Claro, es un sitio que te interesará más si eres fanático del béisbol, pero los Cubs tienen tanta historia y el vecindario donde vivo respira tanto a través del equipo, que muy probablemente aparezcan en la Cueva historias que podrían llamarte la atención aun cuando no te guste el béisbol. Espero que me acompañes en este nuevo proyecto.

18 de enero de 2010

Si utilizas esto...

...para guardar tus objetos personales, puede que no los encuentres al buscarlos:

16 de enero de 2010

Summertime, de J.M.Coetzee

Un pequeño párrafo de la más reciente novela de Coetzee:

"...quien no podía entender ni x ni y, es un próspero vendedor o mercadotécnico, mientras él, que no tenía problemas en entender x o y o muchas otras cosas, es un intelectual desempleado. ¿Qué sugiere eso sobre el funcionamiento del mundo? Lo más obvio que parece sugerir es que el camino que conduce a través del álgebra o del latín no es el camino del éxito material. Pero puede sugerir mucho más: que entender cosas es una pérdida de tiempo; que si se quiere tener éxito en el mundo y tener una familia feliz y una casa bonita y un BMW uno no debería tratar de entender cosas sino simplemente sacar las cuentas o apretar los botones o hacer lo que sea que hagan los vendedores hacen por lo que son tan jugosamente recompensados".

7 de enero de 2010

No hubo caso


5 votos, eso fue lo que le faltó a Andrés Galarraga para mantenerse un año más en las boletas de votación para el Salón de la Fama del Béisbol, 5 votos. Muchos dirán que Galarraga no reúne méritos suficientes para ingresar a la inmortalidad del béisbol, pero 22 personas que se dedican a escribir sobre béisbol dijeron que sí lo merecía y yo estoy con ellos. Galarraga merecía más de esos 22 votos por un simple hecho: su transformación de un jugador con buenas dotes para defender la primera base pero con una capacidad ofensiva promedio, a uno de los bateadores más temidos de las Grandes Ligas lo convierten en un pelotero digno de admiración para las generaciones por venir, y de eso se trata el Salón de la Fama, de admirar a los peloteros del pasado para valorar a los del presente y del futuro.
La transformación de Galarraga no se debió simplemente a haber jugado en Denver, donde todos los bateadores se benefician de unas condiciones naturales favorables al bateo. Su transformación comenzó en San Luis trabajando con Don Baylor--quien fue la principal razón por la que Galarraga fue contratado por los Rockies de Colorado--en una temporada que no dio resultados porque fue truncada por una fractura en la mano, pero que sirvió para sembrar la semilla que se recogió con creces en Colorado, con números inflados en casa, sí, es cierto, pero eso no es distinto de otros peloteros; como el inmortalizado el año pasado, Jim Rice, quien fuera de su estadio de Boston era un jugador completamente promedio.
Luego, Galarraga salió de Colorado y siguió bateando, su primer año con los Bravos de Atlanta fue impresionante y no había razón para presagiar que vendría una merma en su producción. Pero llegó la noticia del cáncer y la enfermedad lo alejó por un año del béisbol, sólo para que lo viéramos ganar el premio Regreso del Año una temporada después, con unos números ya no impresionantes pero sí muy buenos, que nos hacen suspirar sobre los números que hubiera acumulado ese año y el anterior si la enfermedad no se hubiera hecho presente. Pero lo importante era el regreso, la fuerza de voluntad para no dar por terminada su carrera, segunda historia que vale la pena que los fanáticos del presente y del futuro recuerden y admiren.
Una carrera admirable, una carrera que bien pudo haber sido favorecida un poco más por quienes votan por la inmortalidad, lástima que no fue así.

4 de enero de 2010

Diferencias culturales

Si al hablar en español utilizas una palabra en inglés serás señalado como pitiyanqui;

si utilizas una en francés serás llamado culto, aunque un poco snob;

si utilizas una en griego serás reconocido como sabio;

y si utilizas una en italiano, te preguntarán de qué región de la bota es tu abuelita.

3 de enero de 2010

Nine


Guido Contini es un famoso director italiano que enfrenta su nueva película sumergido en medio de una crisis existencial y creativa, atormentado por el recuerdo y la presencia de las mujeres de su vida. En el papel de Contini, Daniel Day-Lewis demuestra una vez más y desde la primerísima escena, que es el mejor actor de la actualidad, el único capaz de compartir en la misma escena musical con Marion Coutillard, Fergie, Penélope Cruz, Nicole Kidman, Kate Hudson, Jude Bench y Sophia Loren y no sólo salir bien parado en el intento sino robarles el show. Nine es un gran espectáculo cinematográfico, que pareciera hecho a la medida del talento de Day-Lewis, que nos brinda un cansado de sí mismo Contini realmente inolvidable. Y por si fuera poco, Nine ofrece unos números musicales excelentes, donde destacan los de Bench, Hudson, Fergie y el primero de Cotillard, quien emparejada junto a otras grandes, demuestra que el Oscar no fue flor del desierto y que hay que esperar de ella más interpretaciones importantes. Nine es una película que hay que ver.

2 de enero de 2010

La década sí terminó

Sí, en 2010 empieza una década porque en 2009 terminó la década que comenzó en 2000, ¿o acaso no pasaron 10 años entre el 1 de enero de 2000 y el 31 de diciembre de 2009? Porque la cuenta que yo veo que la gente está sacando no es desde 2001 hasta 2009, sino desde 2000 hasta 2009, diez años redonditos. Igual que pasaron cien años entre el 1 de enero de 1900 y el 31 de diciembre de 1999. Igual que pasaron mil años entre el 1 de enero de 1000 y el 31 de diciembre de 1999. Igual que pasaron mil años entre el 1 de enero de... ah, el problema está, primero, en que alguien que no conocía el 0 por allá en 532 propuso que el año en que nació Cristo fuera llamado año 1 del Señor (año que nadie sabe cómo calculó y en el cual cometió un error que al aplicar su sistema obliga a decir que Cristo nació en el año 4 a.C.) y, segundo, que cuando se comenzaron a contar los años que precedieron al año 1 nadie pidiera la presencia del 0 en lo que es un conteo artimético. Porque si bien el tiempo pasa inexorablemente hacia adelante, de tal manera que cada segundo parece una posición que se ocupa y que no vuelve a ocuparse, los años cronológicos se suman y restan para poder saber cuántos años han pasado de tal día a tal día o cuántos años duró tal guerra, tal era o tal vida. Para decir que la II Guerra Mundial duró 6 años podemos contar los días desde la invasión de Polonia hasta la rendición de Japón o simplemente restar las fechas, que es lo que hacemos todos en una operación aritmética que denuncia que no tener año 0 es un error.
¿Pero quién puede corregir ese error? Sí, desde el año 1 hasta el año 2010 no han pasado 2010 años sino 2009, aunque dudo que alguien todavía esté realmente llevando esa cuenta. Por eso la celebración de la llegada del año 2000 fue tan fastuosa y la de 2001 simplemente fue. Por eso, los conteos de lo sucedido en la década que termina, la de 2000-09, son resúmenes excelentes, visiones pormenorizadas de los hechos más relevantes de estos últimos diez años; mientras que los resúmenes de la década que terminará en 2010 muy probablemente tendrán el pálido brillo de su ausencia.
Las personas contamos, contamos historias, contamos cosas, esa es nuestra naturaleza. Por eso, en la manera que contamos está la manera en que somos. No podemos contar contra nuestra propia lógica. Y nuestra lógica de personas del año del Señor 2010, nos exige un cero cuando hacemos un conteo aritmético, cuando nos desplazamos por una línea que tiene valores positivos y negativos para indicar que se encuentran simétricamente ubicados a ambos lados de un punto o valor de referencia. Por esa exigencia de nuestra propia naturaleza, es que 2010 es el comienzo de una década y 2011 no lo será.