Buscar en la Pulga

31 de enero de 2006

La promesa de Berlusconi

En una muestra más de la alta política de nuestros días, el primer ministro italiano Silvio Berlusconi, encampañado en búsqueda de la reelección, prometió no tener relaciones sexuales hasta el día de las elecciones, el 9 de abril.
Por más que intento imaginármelo, no encuentro que semejante promesa tenga algún significado para la gestión del próximo gobierno o para el destino de los italianos. Se me hace más fácil imaginarme las consecuencias para el propio Berlusconi, aunque con sus 69 años a cuestas no me atrevería a apostar entre una desesperación tipo la película 40 días, 40 noches, o simplemente un par de meses sin tomar Viagra y asunto resuelto.
Lo realmente interesante de esto, sería diseñar los mecanismos mediante los cuales los italianos pudieran verificar que, efectivamente, Berlusconi cumplió su promesa electoral. Si todo aquel que vote el 9 de abril por Berlusconi, lo hace completamente seguro de que en efecto el primer ministro y candidato no tuvo relación sexual alguna (Define Sex, pediría Bill Clinton), se habrá dado un gran progreso en los mecanismos de control ciudadano sobre la gestión pública y de transparencia y rendición de cuentas de los funcionarios públicos hacia los ciudadanos. Ojalá los italianos no pierdan esta oportunidad.

30 de enero de 2006

¿Y Hamas?

En su blog, Scott Adams, creador de Dilbert, tiene una interesante reflexión sobre las elecciones palestinas, que nos daría un poco la otra cara de la moneda (o más bien, la misma cara): Hamas tampoco se imaginó nunca la posibilidad de ganar.
El único ganador de las elecciones palestinas, se concluye de lo que escribe Adams, es Israel, que ahora tiene mucho más fácil la tarea de encontrar a los militantes de Hamas que quiere asesinar: tan solo tiene que apuntar al Parlamento palestino.
Adams predice que Hamas más temprano que tarde comenzará a suavizar sus posturas debido al hecho de ser gobierno. Sirva tanto de predicción como de plegaria.

¿Y ahora qué hacemos?

Tocó el turno de hablar a Condoleezza Rice, Secretaria de Estado de los Estados Unidos: pidió a las naciones cortar toda ayuda a la Autoridad Palestina debido a la victoria electoral de Hamas. Interesante concepto de las elecciones deben estar formándose los palestinos: si el que gana no coincide con los intereses del mundo occidental, entonces nos fregamos.
Dirán algunos que es la ruta correcta, ya que el triunfador no es cualquier cosa, es un grupo terrorista devenido fenómeno electoral que se creó con la misión de destruir a Israel y a sus aliados. Pero más allá de preguntarse por qué eso no importó cuando se inscribieron en las elecciones, lo increíble es darse cuenta de cómo el análisis del peor escenario, ese donde Hamas saliera triunfador electo democráticamente, se quedó en el olvido, si es que alguna vez alguien intentó construirlo.
Las declaraciones de estos días muestran lo mal preparado que estaba el mundo occidental para una victoria de Hamas. Desde los aforismos fatuos de Solana, el voluntarismo optimista de Bill Clinton, hasta las peticiones amenazantes de Rice, todas y cada una de las declaraciones de los líderes occidentales son realizadas tras superar medianamente la sorpresa, pero no llegan a recuperarse del "coño, ahora qué hacemos con Hamas en el poder".

28 de enero de 2006

Grandes retos y pequeñeces

En las elecciones palestinas todo salió a pedir de boca, todo fue perfecto, excepto el resultado. Javier Solana, cabeza de la política exterior de la Unión Europea acaba de descubrir el agua tibia: Hamas no se ha vuelto una entidad democrática por haber ganado las elecciones. Pero habría que preguntarle a Solana, ¿sí lo fueron por haberse inscrito?
Solana agrega que sería extraño si ellos, que prepararon la Hoja de Ruta sobre las negociaciones entre israelíes y palestinos, aceptan a un partido palestino que no reconoce a Israel. ¿Y por qué no es extraño que ellos hayan diseñado unos comicios donde un partido palestino que no reconoce a Israel pudiera hacerse con el poder? La única razón por la que dejaron participar a Hamas en las elecciones palestinas fue porque alguien convenció a los países occidentales de que no había la más remota posibilidad de que Hamas ganara. Upps, las encuestas se equivocaron. Y ahora nos estamos preguntando sobre el destino del proceso de paz en Oriente Medio, sobre cómo lidiar con un grupo terrorista a la cabeza de un estado clave para la estabilidad política del mundo, y ligando que los grandes retos burocrático administrativos, como el financiamiento del déficit presupuestario o el asfaltado de las calles, arropen tanto al nuevo gobierno que se olvide de pequeñeces como la destrucción de Israel.

27 de enero de 2006

La nueva película de Steven Soderbergh

Hoy se estrena en los Estados Unidos Bubble, la nueva película de Steven Soderbergh. Algunos dirán gran cosa, otros excelente, que no otro resultado puede haber tras la dispar filmografía del tipo, desde Sexo, Mentiras y Video hasta Ocean's Twelve. Pero más interesante que la película es el hecho de que se va a estrenar simultáneamente en cine y en televisión y que saldrá en pocos días en DVD. Según Soderbergh, el sistema de distribución fílmica de Hollywood está obsoleto y debe cambiar para permitirle a los espectadores más opciones de acceder a una película desde el mismo momento en que ésta se exhibe por primera vez. Las reacciones no se han hecho esperar, y sólo unas 30 salas de cine en los Estados Unidos proyectarán el filme (En su estreno, Ocean's twelve fue exhibida en casi 4 mil salas).
Claro que es un experimento, y Soderbergh no puso todos sus huevos en esa canasta. Si en Ocean's Twelve juntó a Brad Pitt, Julia Roberts, George Clooney, Catherine Zeta Jones y paro de contar, en Bubble podremos ver por primera vez juntas a Misty Dawn Wilkins, Debbie Doebereiner y Dustin James Ashley. Si no te suenan no te sientas mal, todas son actrices aficionadas y ninguna ha renunciado a su trabajo tiempo completo por apostar al despegue de sus carreras actorales. Ya la película ha recibido alguna mala crítica, cuestionando si lo que es bueno para Brad y Julia no es bueno para Misty y Debbie. Todos sabemos la respuesta, y si bien es obsoleto, Soderbergh todavía no está dispuesto a renunciar a los millones de dólares que le garantiza el sistema de distribución de Hollywood cuando hay un nombre famoso en el cartel. Veremos si en sus próximos proyectos estilo Bubble, el tipo da el salto completo.

Partido Pirata

En un país como el nuestro, de escucharse la frase Partido Pirata, la reacción normal sería preguntar ¿cuál no?
Pero en Suecia, el Partido Pirata es una auténtica organización política, recién formada con dos fines muy específicos: garantizar a toda costa el derecho a la privacidad y acabar con los derechos de copyright y patentes.
Respecto a lo primero, dicen querer que cada ciudadano tenga control pleno y completo de la información que pertenece a su vida privada. Sobre lo segundo, dicen que el copyright es monopolio sobre pedazos de cultura y las patentes monopolios sobre pedazos de conocimiento, y como todo monopolio, son buenos solo para quienes tienen el control de los mismos pero terribles para el resto de la sociedad; por eso, aspiran a un derecho donde todo ciudadano comparta y construya libremente sobre la cultura, el conocimiento y la información pública.
¿Se aceptan afiliados internacionales?

25 de enero de 2006

De la razón y la política

Que si los chavistas se pusieran a pensar un segundo dejarían de ser chavistas, que si los opositores no tienen ningún argumento; que si... tenemos varios años en esta pelea sorda para morir en la orilla de que ambos bandos pudieran tener razón sobre lo que dicen del contrario.
Según un estudio, de estos muy en boga que escanean la actividad cerebral, pudiera deducirse que las discusiones político partidistas tienen poco que ver con la razón y sí mucho con la emoción y la inconciencia.
A un grupo de activistas y militantes estadounidenses, tanto republicanos como demócratas, tanto conservadores como liberales, se les sometió a una serie de informaciones que ponían en tela de juicio a los candidatos o figuras a las que apoyaban políticamente, y en vez de encenderse la parte del cerebro que intenta explicar las contradicciones, se activaron partes que nos protegen de emociones negativas, que hacen juicios respecto al perdón y partes que se conoce están activas cuando las personas sienten alivio o recompensa, en fin, nada que tuviera que ver con el análisis de hechos y la elaboración de explicaciones sobre la información recibida.
De ahora en adelante, habrá que pensárselo dos veces antes de sumarse a una discusión sobre cuál candidato es mejor o sobre cómo convencer a los que todavía se empeñan en pertenecer al otro bando. A menos que queramos pasar un rato desbordados por nuestras pasiones.

24 de enero de 2006

Perder el peso y la dignidad

Pronto saldrá una píldora para adelgazar, bajo el nombre de Alli, que funciona bloqueando la capacidad del intestino para absorber un cuarto de la grasa consumida por la persona. El problema es que esa grasa no absorbida es desechada por la salida más cercana que tiene el intestino, así, el consumo de la píldora producirá incontinencia fecal, flatulencias y viscosidades que pueden manchar la ropa interior de la persona. Aquí debería venir un comentario jocoso al respecto, pero no queremos que los consumidores de Alli se rían demasiado.

22 de enero de 2006

El pasado enceguecedor

Hoy, con motivo de las elecciones en Portugal, un analista portugués explicaba que los portugueses viven y han vivido seguros de que el futuro de su país nunca será tan grandioso como el pasado, y por eso terminan evadiendo los retos del presente. Me pregunto si eso no nos explica perfectamente a nosotros los venezolanos. Nunca Venezuela será tan grandiosa como cuando nació como país. Demasiado pequeña para nuestras ambiciones, salimos a liberar otros países y regresamos prisioneros de nuestra grandeza. Doscientos años más tarde, el presente nos fastidia, nos queda pequeño, porque queremos ser tan grandiosos como en el pasado y para ello Venezuela sigue siendo escenario insuficiente. Paradójicamente, el presente cada vez es más aterrador para aquellos que no aspiramos ser tan grandiosos como fuimos sino tener una vida más o menos digna en los años por venir.