Buscar en la Pulga

30 de septiembre de 2008

Accountability

Por primera vez me atreví a hacer predicciones sobre el resultado de las Grandes Ligas, y a estas alturas, cuando la postemporada todavía está por comenzar, ya puedo hablar de lo desacertados que fueron mis pronósticos.
Aquí, división por división, mi pronóstico enfrentado con la realidad.

Liga Nacional:
División Este: Pronóstico: Mets de Nueva York. Ganador: Filis de Filadelfia.
Div. Central: Pronóstico: Cachorros de Chicago. Ganador: Cachorros de Chicago.
D. Oeste: Pronóstico: Rockies de Colorado. Ganador: Dodgers de Los Ángeles.
Comodín: Pronóstico: Cascabeles de Arizona. Ganador: Cerveceros de Milwaukee.
Candidato a sorpresa: Pronóstico: Bravos de Atlanta. Siendo ésta una categoría de completa percepción personal, diría que la sorpresa fueron los Dodgers de Los Ángeles, que a partir de la llegada a mitad de temporada de Manny Ramírez realmente se transformaron en un equipo ganador.

Liga Americana:
División Este: Pronóstico: Medias Rojas de Boston. Ganador: Mantarrayas de Tampa.
Div. Central: Pronóstico: Indios de Cleveland. Ganador: Mellizos de Minnesota o Medias Blancas de Chicago, que escribo horas antes de que se inicie el partido extra que ambos jugarán para decidir el ganador de la división.
D. Oeste: Pronóstico: Ángeles de Anaheim. Ganador: Ángeles de Anaheim.
Comodín: Pronóstico: Yankees de Nueva York. Ganador: Medias Rojas de Boston.
Candidato a sorpresa: Marineros de Seattle. Bueno, fueron una sorpresa pero por lo mal que estuvieron esta temporada, muy por debajo de las expectativas de unos cuantos. Sin embargo, la gran sorpresa no solo de esta temporada sino de muchos años fueron los Mantarrayas de Tampa, que con el primer título divisional de su historia son los principales responsables de haber dejado a los Yankees fuera de la postemporada por primera vez en los últimos quince años y justo en el último año del mítico parque Yankee Stadium.

Pero ahora la peor parte:
Serie Mundial: Indios sobre Rockies. Ni los Indios ni los Rockies llegaron a la postemporada y ambos tuvieron temporadas para el olvido e incluso los Indios iniciaron una especie de proceso de reconstrucción al deshacerse de su principal lanzador, C.C. Sabathia. Mi pronóstico se basaba en que en 2007 ambos equipos llegaron a la postemporada con una base de jugadores jóvenes que permaneció intacta y que lucía sólida para 2008. Pero bueno, eso es lo más divertido de los deportes. Eso sí, me mantendré mucho tiempo alejado de los hipódromos.

28 de septiembre de 2008

Campaña sucia con humor

Caminando por las calles de Chicago me encontré con este dispensador de periódicos:

Si te acercas bien, tiene una calcomanía con un muy elocuente e interesante eslogan de campaña:

27 de septiembre de 2008

El problema de los escritores latinoamericanos...

...Según Junot Díaz:



25 de septiembre de 2008

El Pincel de Oscar Wao

Lo que más me gustó de La Maravillosa y Breve vida de Oscar Wao, novela de Junot Díaz ganadora del premio Pulitzer, es el uso del español en un original escrito en inglés y con diversos niveles de lenguaje. Tanto cuando el narrador habla en slang nuyorrican, o mejor dicho nuyordominican, como cuando usa un inglés más formal para narrar historias de los ancestros dominicanos, a la narración permanentemente acuden palabras y frases en español. Pero no creo que esto deba ser señalado como spanglish, se tratan más bien de pinceladas de otro idioma que dibujan de manera distintiva la voz narradora. Estamos acostumbrados a verlas en menor cantidad y con motivaciones generalmente eruditas en textos que de inmediato dan paso a la nota al pie "En español/inglés/francés/latín/marque el que corresponda/ en el original". Sin embargo, en el caso de la novela de Díaz se tratan no de frases eruditas sino afectivas, son las oraciones, las palabras que acuden a la voz de quien las dice porque no puede decirlas en otro idioma sino en el idioma con que se aprendieron las primeras palabras, los primeros sentimientos, ese idioma que puede dormirse dentro de uno porque se está en un ambiente que habla otra lengua, pero que reaparecerá cuando nos enfurecemos, cuando maldecimos, cuando queremos decir una palabra cariñosa, cuando queremos cantarle a un niño una canción de cuna. Esas pinceladas de español le dan una cadencia especial a la novela, la convierten en una novela que palpita en dos mundos, por lo que no es una novela tanto de desarraigo como de rencuentro: es lo más normal que los personajes transiten de Dominicana a Nueva York y viceversa ya que pertenecen a ambos mundos a la vez, y por eso el final de Oscar es tanto más terrible, porque es como si el narrador al final nos dijera que tal cosa es imposible.

24 de septiembre de 2008

Escritores puestos a prueba

En el Book Review del New York Times de este domingo, vino una crítica muy dura de la última novela de Paul Auster, Man in the Dark, que termina con una idea que me puso de inmediato a pensar en seis o siete vacas sagradas de la literatura universal a las cuales debieran aplicársela:
"Después de, digamos, diez libros, quizás los novelistas deberían volver a ser puestos a prueba, tal como los viejos propensos a accidentes renuevan sus licencias. Los veteranos de las guerras literarias deberían enviar anónimamente un nuevo manuscrito a los agentes. De Man in the dark pienso que dirían que se trata de 'una imitación de tercera categoría de Paul Auster'. Entonces el autor podría decidir producir aceleradamente una imitación de primera categoría de sus trabajos iniciales de primera línea. O podría escribir un ataque de cuarta categoría a los agentes literarios". La crítica la firma Tom LeClair, que al contrario que a Paul Auster, me pareció conveniente ponerle un enlace para saber algo más de él.

23 de septiembre de 2008

Matrimonio callejero

Chicago es una ciudad de compromisos, a juzgar por la cantidad de novias de velo y corona acompañadas de sus cortejos que uno ve por las calles y en los parques. Me dicen que es una cosa de la temporada, del verano, que todo el mundo se quiere casar mientras el clima está hermoso y magnánimo y aprovechar para tomarse las fotos de ese gran día outdoors. Así, en cualquier caminata, en cualquier paseo, uno puede de pronto ver una limosina estacionarse frente a una fuente o a una escultura y abrir sus puertas para que de ella bajen la novia vestida de blanco, incluso a veces el novio con su traje de etiqueta, la dama de honor y el cortejo que puede llegar hasta la decena de parejas. Detrás, el fotógrafo, a veces profesional, a veces aficionado, a juzgar por las diferencias en equipos. Entonces, uno se convierte en testigo casual de un momento especial y trascendente en la vida de otros, de unos extraños, que tan rápido, casi furtivamente, como llegaron, volverán a irse, como si se hubiera tratado de una especie de performance, de teatro de calle, y uno no sabe si brindar por la felicidad de la pareja, aplaudir compartiendo la emoción del momento o arrojar unos dólares premiando la actuación.
Yo, tan furtivo como ellos, saqué mi cámara al encontrarme el más bonito de todos esos matrimonios callejeros, uno en que los novios no se conformaron con la sesión de fotos afuera sino que hicieron toda la ceremonia a orillas del río Du Page.
Las fotos están un poco lejanas, porque mi cámara tiene poco zoom y tampoco es que iba a meterme en medio de la íntima ceremonia, que aunque siempre llevo la cámara en el bolsillo no tengo excesivo espíritu de paparazzo.

21 de septiembre de 2008

Carne en el buzón

No sé cómo empecé a recibirlos. Quizás por algún enlace que seguí, alguna encuesta que llené, alguna compra que hice. Lo cierto del caso es que desde hace años recibo mensajes de una famosa carnicería estadounidense ofreciéndome los más variados cortes en las más atractivas ofertas. Necesité menos de un mes en Estados Unidos y un par de idas al supermercado para sucumbir frente a una inigualable oferta. Hice el pedido y tres días después la cava con mi carne estaba en la casa, enviada a través del correo con etiquetas advirtiendo que el contenido era extremadamente perecedero. Pero más allá del aviso, nadie, ni en la carnicería ni en el correo, deben haber temido que el hielo seco que envolvía el contenido cedería antes de que el paquete llegara a su destino, porque de lo contrario no lo habrían enviado. Yo, en cambio, desconfié hasta que abrí la cava y pude ver la carne, incapaz de imaginar que semejante sistema pudiera ser eficiente. Después de todo, crecí con Ipostel y si uno crece con Ipostel uno sabe que si quiere que las cosas lleguen las envías por correo privado y pagas el precio o las envías tú mismo y por eso Caracas está llena de motorizados yendo de aquí para allá llevando tarjetas de crédito, facturas, invitaciones, notificaciones, contratos, encargos, repuestos, propagandas y cualquier cosa que se pueda montar en la moto manteniendo el equilibrio.
El paquete, con sus sirloins, el cochino, las hamburguesas, el pollo, las salchichas, unos cortes preparados con relleno y sus papas está ahora en la congeladora de la casa, esperando por el festín, los festines, que ese carnero nos dura para unas cuantas sentadas.
Aquí, algunas fotos del paquete, que por cierto, vino con un juego de cuchillos de regalo:

20 de septiembre de 2008

Espíritu Cagigal

Parecía el plan perfecto: el sábado, una catadura de vinos por las calles de Naperville; el domingo, ir a ver un juego de polo en el club de polo de Oak Brook; entradas accesibles; actividades no tan comunes; todo listo excepto por los reportes meteorológicos que desde el lunes comenzaron a anunciar lluvia para el fin de semana. Mientras menos días faltaban para el fin de semana, más negras se ponían las nubes y más cerca del 100% se anunciaban las probabilidades de lluvia. Pero todavía tenía esperanzas, después de todo, vengo de Venezuela y allá no creemos en el informe meteorológico, un informe que se parece a lanzar una moneda, es cara o sello, o llueve o no llueve, no hay para más y sin embargo tenemos la certeza de que siempre se equivoca, de que cuando dice agua es sol y cuando dice sol será agua, violando incluso las propias leyes de la probabilidad, alguna vez tienen que haber acertado, sólo que no hemos estado ahí para enterarnos. Confío en el espíritu del Observatorio Cagigal, recé porque el espíritu de Cagigal los poseyera mientras los pronósticos de lluvia apenas se diferenciaban por la cantidad de lluvia que anunciaban. Y mis plegarias fueron escuchadas, sólo que la divinidad no entendió el tipo de desacierto que necesitaba de los pronósticos del tiempo. Porque de hecho no acertaron, nadie podía acertar que viernes, sábado y domingo llovería como nunca antes, que se romperían todos los records y que la ciudad se inundaría por doquier.
Apenas el martes pude volver a caminar por Naperville y tomé algunas fotos del nivel del río, ya un poco más bajo de las cotas alcanzadas:

19 de septiembre de 2008

Certezas invertidas

Al menos dos certezas dominan la vida cotidiana por aquí: el reporte del tiempo siempre acierta y el correo siempre llega. En Venezuela, ambas cosas se dan tan por descontado exactamente al contrario que ninguna está presente en la vida cotidiana: No revisamos el buzón porque Ipostel (la compañía nacional de correos) no traerá correspondencia alguna, ni nos preocupamos por cómo estará el tiempo porque el Observatorio Cagigal (sinécdoque de reporte meteorológico) no acertará si lloverá o no.
No estoy del todo seguro cuántos cambios en mi vida traerá esta inversión de certezas, pero al menos ya he hecho dos cosas que jamás había hecho en Venezuela: ordenar un producto perecedero por correo y suspender un plan por lluvia sin necesidad de empaparme primero. Tal vez hable de ambas cosas en próximas entradas.

15 de septiembre de 2008

Soledad

La teoría es simple: en una nueva ciudad hay que hacer nuevas relaciones, establecer nuevas redes, contactos, algunos que se robustezcan en nuevas amistades, otros que queden como simples conocidos a los cuales se pueda acudir en ciertas circunstancias. Pero esta gente la pone difícil y no porque uno sea extranjero. Leo en el Chicago Tribune la reseña de un libro publicado por el profesor de psicología en la Universidad de Chicago, John T. Cacioppo, titulado Loneliness, que dice que al menos 60 millones de estadounidenses se han sentido en algún momento solos hasta el grado de la infelicidad. Cacioppo dice cosas que quizás en otras latitudes se caen de obvias pero que por acá son un asunto delicado: El aislamiento social tiene un impacto en la salud comparable con el efecto de la presión alta, la falta de ejercicios, la obesidad o el fumar. También: Unos pocos amigos y confidentes hacen una gran diferencia en la vida de las personas.
Pero lo que me impulsó a escribir fue el pequeño cuestionario que reproducen en el periódico para que cada uno evalúe la cercanía y profundidad de sus relaciones personales. Musicalizado con unos simples y cacofónicos acordes y en la voz de Tom Yorker, bien podría funcionar como uno de esos desgarradores manifiestos que sobre el mundo actual ha hecho Radiohead y que los ha vuelto imprescindibles.
  • ¿Regularmente discutes sobre tu salud, trabajo, actualidad u otros asuntos importantes con alguien fuera de tu familia?
  • ¿A quién podrías llamar para que recoja a tus niños en el colegio o la guardería?
  • ¿Perteneces a una organización comunitaria?
  • ¿A cuántos de tus vecinos conoces?
  • ¿Juegas en un equipo deportivo?
  • ¿Tienes algún lugar de reunión habitual (café, cafetería, librería)?
  • ¿Con cuántos de tus amigos en línea socializas cara a cara?
  • ¿Quién le da de comer a tus mascostas, recoge tu correo, le echa agua a tus plantas cuando estás fuera de la ciudad?
  • ¿A quién llamarías si se te accidenta el carro?
  • ¿Qué vas a hacer el próximo sábado?

14 de septiembre de 2008

Días de lluvia, días de récord

Cuando se está en un lugar nuevo, todo parece especial, todo parece maravilloso, todo parece único, y por momentos nos cuidamos de no resultar demasiado obvios, de no ser demasiado extranjeros, porque el agua tibia es un descubrimiento que sólo hacen los recién llegados. Incluso en los momentos difíciles uno no sabe si lo que está viviendo es lo más normal del mundo o lo más extraño: tres días seguidos lloviendo, una muestra del clima de Chicago, una laguna aquí, una calle cerrada allá, una broma sobre lo similar que resulta la situación cuando cae un aguacero en Caracas. Pero de pronto las informaciones sobre cotas nunca alcanzadas en la cantidad de lluvia y noticias de inundaciones por doquier nos hacen darnos cuenta de que no somos nosotros, no es exageración de recién llegados, es que realmente llovió como nunca había llovido en la historia de la ciudad.

13 de septiembre de 2008

Hijos de inmigrantes

En La Maravillosa y Breve vida de Oscar Wao, Junot Díaz necesita unas cuantas páginas para hablarnos de la historia de la madre de Oscar. Así sabemos las razones y circunstancias por las cuales ella salió de República Dominicana y llegó a Nueba Yol. Pero antes de continuar la lectura y volver a la vida de Wao, me pregunté si tal digresión era un artificio, quizás porque la vida del protagonista no es tan maravillosa y sí muy breve, o hay alguna otra razón de fondo.
La respuesta que se me ocurre es que Wao, como hijo de inmigrante necesita hablar de sus ancestros para explicarse a sí mismo, al menos para completar su propio retrato, porque sus raíces están en otro lugar, un lugar que desconoce por completo o que conoce por temporadas, como una especie de estudiante de intercambio. Pero no he terminado el libro, es solo una especulación frente a una lectura muy divertida e interesante.

11 de septiembre de 2008

Cuando la Cicciolina se volvió pieza de museo

Al enfrentarme a la obra de Jeff Koons, tuve la sensación de que ya todo eso lo había visto antes. Y no porque la obra del estadounidense esté convirtiéndose en un icono fácilmente reconocible. La verdad es que la propuesta del artista de convertir en obras de arte los objetos cotidianos es una novedad que se remonta a Marcel Duchamp, es decir, ya está por cumplir 100 años de haber visto la luz.
En la exposición de Koons en el Museo de Arte Contemporáneo de Chicago, ciudad donde se inició la carrera del artista, uno puede pasearse por su imaginario, lleno de objetos de la niñez (globos de helio, globos con forma de animales, salvavidas inflables, personajes de cómics y juguetes, convertidos en esculturas o apareciendo en pinturas) y objetos del deseo (balones de basquetball firmados por Shaquille O'Neal y el Dr. J y gigantografías sexualmente explícitas de Koons con quien fuera su esposa, la actriz porno y ex diputada italiana Ilona Staller, la Cicciolina), en una propuesta que pareciera decirnos lo cursis y grotescos que pueden ser una buena parte de los objetos que nos acompañan en nuestras vidas. Pero ¿de verdad tenemos que asistir a un museo para darnos cuenta de eso? ¿Es ése todo el discurso de un artista tan cotizado o hay algo que se me escapó?

Mensaje para los venezolanos

En La maravillosa y breve vida de Oscar Wao, Junot Díaz deja un mensaje para los venezolanos que reproduzco aquí, ayudando a su divulgación:

Venezolanos: Nunca digan que no tenemos historia en común. No son solo las novelas que compartimos o el hecho de que tantos de nosotros hemos inundado sus costas para trabajar en los años cincuenta, sesenta, setenta y ochenta. ¡Nuestro dictador trató de matar a su presidente!

10 de septiembre de 2008

Votar por tu mamá

En Alaska, el único contenido de educación sexual que se puede enseñar es la abstinencia. Así, un embarazo antes del matrimonio no es un descuido de los amantes o una tragedia para la familia, es un fracaso del sistema educativo. Ya hemos oído bastante sobre la hija adolescente con un embarazo prematrimonial de la candidata a la vicepresidencia de los Estados Unidos por el Partido Republicano, Sarah Palin. Pero lo interesante de ello es atender a cómo esa hija se ha presentado como ejemplo no de lo poco efectiva de una política que, como Gobernadora de Alaska, Palin ha defendido y apoyado, mucho menos como proyección de lo efectivas que podrían ser las políticas que apoye si se instala en la vicepresidencia, sino como ejemplo del carácter de la candidata.
Para eso, Palin tenía que tener un valor mayor que defender que la felicidad de su hija, y ese valor lo tenía en la vida, o mejor dicho el antiaborto. Así, la hija adolescente con un embarazo prematrimonial de Palin es un ejemplo de cómo Palin defiende y profesa el antiabortismo (No encuentro mejor traducción a "Prolife", porque entre nosotros no es muy utilizado eso de Provida y por ello decir que se es provida no explica nada, al menos no me explica nada a mí). Y para enfatizar en sus valores, en su carácter, Palin enseguida nos habló de su hijo con síndrome de Down, del cual estaba sobreaviso ya durante el embarazo pero otra vez, Palin defendió y practicó el antiabortismo.
Y como una campaña electoral no es sobre mostrar capacidades ni defender políticas efectivas sino sobre mostrar carácter y personalidad, Palin le ha dado un impulso realmente inesperado a las opciones de John McCain de ganar la presidencia. Palin lo logró haciendo dos cosas: condenando a su hija al escarnio público y probablemente a una vida de infelicidad (¿La mamá le dará la opción de divorciarse si el esposito resulta insufrible?), y logrando que un buen número de estadounidenses hagan de los valores familiares de Palin una credencial política.

9 de septiembre de 2008

Informar e Informal

Para ir de la estación del tren a la casa, tenemos que tomar un autobús que sólo sale a ciertas horas. La primera vez que tuvo que tomarlo, Olivia no sabía ese detalle y se encontró con una estación llena de autobuses de los cuales no podía tomar ninguno y tenía que esperar más de una hora por el correcto. Pero uno de los conductores se apiadó de ella y le dijo que se subiera en su autobús. Al terminar la ruta asignada, el conductor hizo un desvío y dejó a Olivia en medio de una avenida a tres cuadras de la casa, rápida y furtivamente, aprovechando el rojo del semáforo y a pesar de que no había parada indicada: por momentos nos sentimos de nuevo en Caracas, donde la regla de los autobuses y carritos es que no hay regla ninguna con tal de obtener el mayor número de pasajeros y poder hacer rápidamente el mínimo de dinero diario que le exigen al conductor el dueño del carrito o la cooperativa de transporte para que a partir de ahí haya alguna ganancia para él.
Estuve dándole vueltas en la cabeza a esa pequeña diferencia entre ambos lugares, uno donde a pesar de la rigidez que reina en el ambiente alguien se da el lujo de hacer una excepción, y el otro donde a falta de cualquier claridad la excepción quedó convertida en regla. Entonces me di cuenta que entre Informar e Informal solo hay una letra de diferencia y es más que suficiente. El conductor le informó a Olivia que el autobús que tenía que tomar salía en tantos minutos y por eso pudo hacer la excepción. En el otro caso no hay información que dar porque no hay información conocida salvo la que da la experiencia, "el carrito que tienes que tomar es aquél", "ese carrito pasa muy de vez en cuando", "creo que tienes que hacer esa cola", "pregúntale al del quiosco que ése sí conoce todo lo que sucede por aquí" y de inmediato todo se vuelve informalidad.
¿Cuál sistema funciona mejor? Para ser sincero, todavía no estoy seguro, pero puede ser cosa mía que entre tanta formalidad me siento extrañamente perdido, como si los vacíos de información fueran la información que en verdad necesito.

8 de septiembre de 2008

La contraparte


Recientemente, hice una nota sobre el libro para niños que habla de Barack Obama, candidato a la presidencia de los Estados Unidos. Bueno, la contraparte republicana ha salido: My dad, John McCain, que como lo dice su nombre fue escrito por la hija del candidato, Megan McCain y fue ilustrado por Dan Andreasen. Si llego a comprarlo lo comento; por los momentos, algo me dice que eso no va a pasar.
Claro, no puedo dejar de comentar que convenientemente le quitaron como dieciocho años a McCain al ponerlo en la portada con su hija, actualmente de 23 años, en brazos.

6 de septiembre de 2008

Opiniones de escritores

Hace mucho que se volvió un lugar común decir que todos los libros son varios libros a la vez, pero no otra cosa se puede decir del libro Diario de un mal año de J.M.Coetzee, que es al menos tres libros: el libro de pensamientos sobre la vida y la actualidad que el escritor entrega a la transcriptora; el que se produce por la reflexión del escritor y la transcriptora sobre el libro transcrito; y el que habla sobre la relación entre ambos y un tercero en discordia: el novio de la transcriptora. Más allá de las muy interesantes reflexiones de Coetzee, de las cuales ya he citado algunas aquí, incluso antes de leer el libro, y de las que transcriptora y escritor hacen (Por ejemplo: "El maquillaje puede ser una mentira, pero no si todo el mundo lo usa. Si todo el mundo usa maquillaje, el maquillaje se convierte en la manera en que son las cosas, y ¿qué es la verdad sino la manera en que son las cosas?"), la parte central del texto es ese tercer libro que permite el encuentro entre el escritor y el novio de la transcriptora donde este último le enrostra el papel de intelectual, de gurú, de consejero moral de la sociedad que el escritor pareciera tomar en el libro transcrito. ¿Es Coetzee mismo reclamándose ese papel? Interesante pregunta en un mundo donde solemos convertir a los escritores en especie de faros de sabiduría y de claridad, papel en el que tan gustosos caen muchos de ellos aunque sus opiniones sobre el mundo no sean ni más esclarecidas ni más elaboradas ni más inteligentes que las del común de las personas.

4 de septiembre de 2008

Palabras regadas por el piso

En el número 194 de Letralia, está publicado mi cuento Palabras regadas por el piso. Puedes leerlo pulsando aquí. Espero que lo disfrutes.

Parecidos

Un político se parece a un politólogo en lo que un muerto se parece a un médico forense; sólo que a los muertos no hay por qué tenerles miedo.

Representaciones políticas

Aquí traduzco un pasaje del más reciente libro de J.M.Coetzee, Diario de un mal año, que me pareció bastante a tono con algunas de las ideas que desarrollaba en la entrada de ayer:

Es una falacia elemental concluir que porque en una democracia los políticos representan al pueblo, entonces los políticos son realmente representantes. La vida tras de bambalinas del político promedio es muy parecida a la vida en una casta militar, en la mafia, o en las bandas de ladrones del film Los Siete Samuráis de Kurosawa. El político comienza su carrera en el fondo de la cuesta, andando errante y espiando; cuando ha probado su lealtad, su obediencia y su preparación para soportar rituales humillantes, entonces es intoducido dentro del grupo; así, su primer deber es hacia el líder del grupo.

3 de septiembre de 2008

Vida privada y valores políticos

Cuando salió a la luz que la hija de Sarah Palin, la candidata republicana a la vicepresidencia de los Estados Unidos, está embarazada a sus diecisiete años y que contraerá nupcias en un futuro próximo debido a ese embarazo, pareciera que nos encontramos frente a la eterna doble pregunta de hasta dónde debemos llegar en el escrutinio de la vida privada de nuestros gobernantes y qué aspectos de esa vida pueden realmente afectar el desempeño en el ejercicio del poder.
Sin embargo, en este caso en particular, no se trató de un escrutinio exagerado que develó un secreto oculto, sino de una muy premeditada operación de inoculación: tal como lo reseña William Saletan, fue Palin quien puso a su hija en el ojo de la tormenta al decir en un comunicado que la muchacha estaba embarazada. Después de eso, es difícil acudir a la fórmula de pedir respeto por la vida privada de la muchacha, justo lo que su madre no hizo para que no pudieran atacarla al respecto. Lo que en cualquier otra familia sería una crisis del ámbito íntimo de sus miembros, en un político con aspiraciones se vuelve un tema público, quiéralo o no, y el político con ambiciones está listo para enfrentar tales situaciones. La operación de Palin demuestra cómo es falso el llamado a no inmiscuirse en la vida privada de los gobernantes, ellos están dispuestos a develar cualquier aspecto de la misma si ello es considerado incluso el mal menor.
Pero el embarazo de la hija de la candidata es un problema no porque muestre a una Sarah Palin débil o falible, contraria a aquella visión de que el gobernante debe ser un ejemplo en todo sentido. El verdadero problema es que el partido Republicano ha hecho de ciertos valores centro de sus políticas y por ejemplo Palin es una convencida de que la abstinencia es la mejor vía para combatir el embarazo adolescente y ello debe ser enseñado en la familia y en la escuela. Mary Mitchell, por ejemplo, dice que cuando los republicanos hablan del embarazo adolescente en las zonas pobres de cualquier ciudad estadounidense, no suena tan bonito como el comunicado de la situación familiar de Palin. Aquí estamos en un caso donde al parecer la vida familiar y personal sí apunta a un problema político, porque es en las políticas que el Partido Republicano quiere aplicar con respecto a la familia donde la situación familiar de Palin se convierte en una especie de autodenuncia de la efectividad de las mismas.

1 de septiembre de 2008

Un clip por tu historia

Déjame contártelo desde el principio: aquel día Olivia, sus padres y yo caminábamos por Chacao de la única manera que las aceras de Chacao lo permiten: en fila india y tropezando hombros con otros transeúntes. De pronto, Eduardo, el papá de Olivia, se detuvo rompiendo en dos nuestro convoy, se agachó y con algo de dificultad por lo rugoso y cuarteado del cemento de la acera, recogió dos clips y al volverse a erguir guardó uno en su bolsillo y le dio otro a Olivia que a su vez lo metió en su cartera.
Olivia me explicó que su papá consideraba de buena suerte encontrarse clips, pero como miembro más nuevo de la familia, mi perplejidad fue enorme y se mantuvo intacta a tal punto que esto lo he contado decenas de veces. Creo que mi perplejidad se debió a que para ese momento yo era lo que se dice todo un hombre de oficina y sabía que los clips no son precisamente tréboles de cuatro hojas, todo lo contrario, en una oficina se puede estar seguro de dos cosas: uno, todos están contando los minutos para la hora de salida y dos, siempre habrá clips suficientes. Nunca había visto, por ejemplo, a alguien protestar o incomodarse por la pérdida o el robo de un clip y nadie ha alardeado por robarse uno, no así con los bolígrafos, que por más baratos y feos que sean suelen estar etiquetados con el nombre del dueño y son exhibidos como auténticos trofeos de cacería por quienes se apropiaron de ellos a pesar de las etiquetas. Si nadie tiene el mínimo cuidado, aunque sea una pequeña aprehensión por conservar un clip, cómo podría ser valioso encontrarse uno, clips sueltos debe haber por todas partes porque vivimos perdiendo clips sin preocuparnos por recuperarlos. Me imaginaba más bien a Eduardo no dándose abasto, con cajas y cajas llenas de clips de la suerte listos para ser arrojados, perdidos y olvidados de nuevo. Aquella vez, incluso sentí tener algo de razón cuando Olivia siguió contándome que esa especie de tradición familiar la había iniciado su mamá pero que Estela ahora se burlaba del celo con que los otros dos recogían y guardaban los clips.
Sin embargo, el pequeño incidente quedó en el olvido, o al menos eso creí. Un par de meses más tarde apareció en casa, justo a dos pasos de la puerta de entrada, un clip. Todavía en ese entonces vivíamos en casa de mis padres, a la espera del viaje que nos aterrizó en nuestro nuevo hogar, el primero realmente de Olivia y mío. Apenas vi el clip, recordé lo de la suerte y estuve a punto de recogerlo, pero pensé que tenía que esperar por Olivia, por si ella misma se lo encontraba, lo recogía y quien sabe si hasta me lo obsequiaba. Pero no lo vio. Le pasó por encima dos o tres veces, creo que hasta lo pisó, y no sólo ella, también mi papá, mi mamá y la señora Zunilda (la señora que cocina y hace la limpieza) fueron incapaces de ver y recoger el clip, bien para guardarlo como amuleto, bien para botarlo como basura, bien para usarlo de nuevo, que el clip lucía en perfectas condiciones. Ahí fue cuando reparé en la suerte que tenía yo, el único de cinco personas que había sido capaz de ver el clip aparecido tan de la nada en el suelo a dos pasos de la puerta de entrada de la casa. Lo recogí y lo guarde en el bolsillo.
Desde entonces no falta un clip en mi bolsillo, que sólo sustituyo cuando encuentro una historia. En serio, míralo, sostenlo si quieres. Pero te hablaré de eso dentro de un momento, primero tengo que decir que por mis primeros prejuicios contra objeto tan anónimo y prescindible, necesité darle un poco de peso, un poco de equipaje, y me dediqué a buscar información sobre los clips con la vaga ilusión de poner en mis bolsillos algo más que un alambrito doblado.
Para mi sorpresa, descubrí que la de Olivia no es la única familia excéntrica que le otorga al clip atributos de buena suerte, existe una comunidad de personas que lo piensan y se agrupan en el Club del Clip, donde declaran que cuando alguien se tropieza por casualidad con un clip se carga de fuerza y energía, viendo en el clip un símbolo de vida y azar. También descubrí que durante la ocupación de Noruega por parte de los alemanes en la Segunda Guerra Mundial, el clip fue sinónimo de resistencia. Prohibidos los botones con las insignias del rey Hakon VII, los noruegos salían a la calle con clips en sus solapas y puños, a tal punto que aquel simple acto terminó valiendo el arresto. Semejante historia les ganó a los noruegos el derecho a reivindicar al clip como un invento suyo. Johan Vaaler había presentado en 1899 una serie de diseños de sujetadores de papel en la oficina de patentes de Alemania, porque en Noruega no existía una, y hoy por hoy es mayoritariamente reconocido como el creador del clip, a pesar de que el Museo de la Oficina considera que sus diseños no fueron ni los primeros ni importantes. Sí, existe un Museo de la Oficina, hay curiosos para todo. El primero que introdujo una patente para algo parecido al clip fue Samuel B. Fay en 1867, pero su invento estaba concentrado en juntar telas. Diez años después, Erlman J. Wright patentó un dispositivo explícitamente diseñado para sujetar papel, mientras que la máquina para doblar el alambre y darle forma y función de clip fue inventada por William Middlebrook el mismo año que Vaaler presentó sus diseños.
Pero fue otra historia la que me dio la idea del intercambio. Kyle Mac Donald cuenta cómo cambió un clip rojo por una casa, claro, lo hizo a través de sucesivos cambios: el clip rojo por una pluma en forma de pez, la pluma por un pomo de puerta, el pomo por una cocina portátil marca Coleman, la cocina por un generador eléctrico rojo, el generador por una fiesta instantánea, la fiesta por una moto de nieve, la moto por un viaje a Yahk en British Columbia, el viaje por un camión cava, el camión por un contrato de grabación, el contrato por un año en Phoenix, Arizona, el año por una tarde con el cantante Alice Cooper, la tarde por un cristal de bola de nieve del grupo Kiss, el cristal por un papel en una película y finalmente el papel por una casa en el 503 Main Street de Kipling Saskatchewan, Canadá. Sí, es difícil de creer, quizás porque somos caraqueños y estamos demasiado abrumados por los precios de cualquier casa o apartamento. Por eso comencé a cambiar mis clips por algo más barato: historias.
En el metro o en cualquier carrito, me siento junto a alguien y busco el momento propicio para sacar el clip del bolsillo. Clip en mano, le hablo de los clips en la Noruega ocupada o del Club del Clip y termino comentando los intercambios de Mac Donald. Entonces le entrego el clip como deseo de buena suerte e insisto que a cambio debe contarme algo, cualquier cosa, una anécdota propia, ajena o inventada. Un clip por tu historia, digo para insistir en el intercambio y más de una vez he obtenido maravillosas narraciones que en las noches, tras escuchar la misma fórmula, le cuento a Olivia antes de apagar las luces listos para dormir. Creo que después de tan largo preámbulo ha llegado el momento: Te cambio el clip que tienes en la mano por una historia, cualquiera, sólo cuéntala.

Pequeñas diferencias

Fuimos invitados a ser parte de toda una tradición estadounidense: nuestra primera B.B.Q., nuestra primera parrillada en idioma inglés. La invitación dice que por favor llevemos lo que vamos a beber y también lo que vamos a poner en la parrilla; "something you want to B.B.Q." fue la expresión utilizada. Es hermoso que alguien esté dispuesto a compartir su carbón con uno.