Buscar en la Pulga

27 de julio de 2010

Dos visiones del amor y las búsquedas personales

Recientemente vi un clásico del cine (sí, estaba llenando un bache): The way we were, esa extraordinaria película con Barbra Streisand y Robert Redford, y mientras la veía no podía dejar de pensar en otra película, bastante menor por cierto: A lot like Love, con Amanda Peet y Ashton Kutcher.
En ambas películas, el único obstáculo que enfrentan las parejas para estar juntas es la propia idea que cada uno de los personajes tienen de sí mismos. Katie Morosky (Streisand) ama profundamente a Hubbell Gardner (Redford) y hace todo lo posible por estar con quien ella sabe es el amor de su vida, pero detesta la persona en que se va convirtiendo por estar con él. Al final, eso los separa para siempre y cuando en un encuentro fortuito que todos sabemos será una despedida definitiva, vemos todavía ahí ese amor, intacto y tan grande, también estamos completamente seguros de que es un amor imposible, aunque haya sido por decisión propia.


Mientras, Emily Friehl (Peet) y Oliver Martin (Kutcher) no están juntos simplemente porque el amor no es parte de la agenda, eso está planificado para después de conseguir la vida que quieren para sí. Sólo después de que fracasan en sus proyectos de vida y ambos saben que ya no serán ni ricos ni famosos sino unas personas bastante del montón, es que pueden mirar al otro y darse cuenta de que se aman.


La diferencia quizás esté en las épocas. De fecha 1973 pero ambientada en un período que va desde antes de la Segunda Guerra Mundial hasta los años de la cacería anticomunista en Estados Unidos, The Way We Were no sólo es la historia de un amor imposible sino de una época de ideales y compromisos. Morosky deja de respetar a Gardner cono intelectual y como hombre no por haber sucumbido a los lujos de Hollywood sino por no tomar posición frente a la persecusión de artistas e intelectuales que se desata a su alrededor. Y aunque lo ama como nunca amará a nadie más, no puede perdonarle su carácter pusilánime. Friehl y Martin, en cambio, son de una época más egoísta y más cínica. Estrenada en 2005, la historia de la película se remonta a siete años antes, cuando las puntocom estaban en pleno boom y Martin soñaba con hacerse millonario vendiendo pañales por Internet. En una serie de encuentros puntuales a lo largo de esos años, Friehl y Martin no se conflictúan respecto a su relación porque su relación no existe, ellos tienen perfectamente separados el mundo profesional del afectivo y están en momentos donde lo importante es triunfar. Y el conflicto entre el amor y la carrera no se presenta, ya que sólo es después del fracaso que ambos se dan el lujo de amar de verdad.
Así, en The Way We Were vemos cómo el amor no puede contra la imagen que los personajes tienen de sí mismos, mientras que en A Lot Like Love sólo cuando esa imagen se desvanece es que puede llegar el amor. Es una lectura bastante egocéntrica de las relaciones de pareja, pero bueno, qué lugar más ególatra que Hollywood.

24 de julio de 2010

El Ojo de Chicago

Escultura de Tony Tasset que se puede ver en la avenida State de Chicago desde este mes de julio.

22 de julio de 2010

La Oficina estrena diseño y secciones

La Oficina de Luis, sitio que abrí para que mi trabajo estuviera más concentrado y accesible, estrena diseño y con ello aproveché y le agregué un par de cosas. Te invito a darle una vuelta y a suscribirte a los feeds para que te mantengas al tanto del material que pondré a tu disposición desde ahí.

20 de julio de 2010

Vistiendo a Sarah Palin

Ya había hecho lo propio con Obama, así que no aguanté la tentación y desde ayer en mi nevera está Sarah Palin, lista para vestir el traje que más le convenga para la ocasión. Si no, vean el video:

19 de julio de 2010

Transformers en Chicago

Caminando por Wacker Drive vimos el puente levantado. No es común ver el puente levantado, ya por el río Chicago no navegan barcos de gran calado salvo, supongo, en muy especiales ocasiones. Olivia y yo nos acercamos para tomar fotos y cuál fue nuestra sorpresa al ver los rastros de la destrucción que había ocasionado algún tipo de combate. Entonces recordamos que Transformers 3 se había estado filmando toda la semana en la esquina del puente de Michigan Avenue y fue cuando vimos la utilería detrás de todos los destrozos. En todo caso, qué lindo poder preguntarse cómo se vería un carro colgando del puente de Michigan Avenue y tener los recursos para hacerlo.

14 de julio de 2010

G. y los insultos en su estatus

El mundial, como dije en la entrada anterior, fue tiempo de pasiones desbordadas y fuera de control. Así lo vivió G., buen amigo, de origen italiano y sufrió por ello en el Mundial. Debe haber sido bastante fuerte para él, porque un día, al abrir mi Facebook me encontré un mensaje que él le dedicaba a todos los que se habían burlado de él por la derrota italiana en primera fase. Puedo entenderlo, los venezolanos a cuenta de amistosos y confianzudos solemos pasar la línea de lo intolerable sin darnos cuenta. Seguramente G. tenía razones de sobra para estar molesto y escribió su mensaje con rabia, con tanta rabia que fue bien hiriente, llamaba a los venezolanos acomplejados porque nunca hemos podido tener selección propia en un mundial y nos catalogaba dignos súbditos del hombre fuerte que nos gobierna. Sí, imagino que todos los que leímos el mensaje nos herimos, el problema es que G. escribió sólo para aquellos que lo habían insultado a él pero nos insultó a todos por igual.
G. cometió un típico error comunicacional: hacer que buena parte de una audiencia se entere de una situación por las medidas que se están tomando para controlar dicha situación. El resultado de esto generalmente es que la situación se salga de control y que quienes tenían por misión manejarla terminen intentando apaciguar las consecuencias de sus propias acciones y no la situación en sí. En el caso de G. no sé si alguien que lo insultó se sintió compelido a ofrecerle disculpas o vivió la fuerza del ojo por ojo, pero me atrevo a decir que fuimos muchos más los que no habíamos ofendido a G. por la derrota de Italia pero igual recibimos su insulto siendo él quien ahora debía la disculpa. Por si fuera poco, bajo su estatus se generó una auténtica pelea entre venezolanos e italovenezolanos que apenas se conocían entre ellos y que dejó muy mal parados a todos quienes se enfrascaron en ella. Al final, G. pidió disculpas generales y borró el mensaje y con ello los comentarios que le siguieron. Pero me pregunto si el daño no estaba completamente hecho cuando decidió eliminar el estatus de la discordia.
Los social media ponen a G. y a todos quienes los utilizamos en una situación completamente nueva. Nuestra masiva, constante, intensiva e intrusiva presencia en redes sociales nos está obligando a gerenciar buena parte de nuestra vida como si estuviéramos en el War Room de una campaña electoral o como si fuéramos el director de relaciones públicas de una estrella de rock. El problema es que mucha gente no se ha dado cuenta de ello, aunque tienen cuenta en MySpace, Facebook, YouTube, Tumblr, Twitter, Buzz, Linkedin y reciben y envían cientos de mensajes diarios desde y hacia todas ellas y otras más desde sus celulares y otros dispositivos con los que se mantienen en línea 24x7 a la n. Cada vez que alguien envía un tuit diciendo cosas como "debo aprender a no tuitear cuando estoy borracho" o cada vez que alguien como G. actualiza su estatus con la bilis ahogándole la garganta, el capital que habían logrado acumular en sus redes se resiente, y alguna vez podrían enfrentar pérdidas irremediables.
Con vidas cada vez más públicas, cada vez más en línea, se hace cada día más necesario tomarse el tiempo para pensar y planificar un poco nuestra presencia en las redes. Como jardineros virtuales, podar por acá, echar abono y fertilizante de este lado y arrancar estas malas hierbas mientras vamos diseñando el jardín tal como queremos que se vea. Y sobre todo, evitar salir a correr justo después de la lluvia, porque no sólo podemos formar un barrial sino que podemos destruir buena parte de lo sembrado.

13 de julio de 2010

El Mundial de las Redes Sociales

Hace dos días terminó el Mundial y de pronto uno siente un vacío que no tiene nada que ver con el fútbol sino con los lugares donde uno suele hacer vida en red. Los estatus, los comentarios, los artículos compartidos volvieron a su ritmo habitual, un ritmo que no es bajo, todo lo contrario, pero también es disperso, cada uno en lo suyo. Con el Mundial, parecía que todos en la red personal estaban en lo mismo, porque incluso aquellos que no querían prestar atención a la Copa lo decían en su estatus. Este fue el Mundial de las Redes Sociales y como todo, tuvo sus cosas buenas y sus cosas malas.
1-La nostalgia. Hay un componente afectivo en todas las redes, pero que en estos momentos se expresa más en Facebook donde los contactos suelen ser amigos y conocidos. Con el Mundial, tener entre los contactos amigos y conocidos a los que no veías desde hace 5, 10 o 15 años tomó de pronto pleno sentido. Discutir de fútbol, hablar de vaticinios y favoritismos con compañeros de cancha y de tribuna con los que no había hablado en muchísimo tiempo, le dio a Suráfrica un tono especial. Para mí, el Mundial de las Redes Sociales fue el Mundial de la Nostalgia.
2-Saberes y pareceres compartidos. Pocas veces leí tanto y de tantas fuentes distintas sobre fútbol. A mis sitios habituales le agregué las lecturas que otros compartían desde lugares a los que jamás habría llegado por mí mismo. Además, tuits, estatus, entradas de blogs, comentarios, fueron también lugares de aportes interesantísimos y de toda índole al torneo. Este Mundial también fue para mí el Mundial de la Diversidad de la Información.
3-Policías de las emociones. Un inesperado giro que tomó el Mundial de las Redes Sociales fue el que le dieron aquellas personas que se sintieron moralmente capacitadas para cuestionar las razones por las cuales los demás iban o no iban por un equipo. La tribuna que adquirieron esos cuestionamientos fue digna de mejores causas. El Mundial de las Redes Sociales fue también el Mundial de Quienes quieren que las Redes Sociales sean como ellos dicen.
4-Camaleones por doquier. Claro que los policías de las emociones tuvieron razones de sobra para sentirse llamados a la acción. Estatus que cambiaron sin ninguna solución de continuidad de "Estoy de luto por Argentina" a "Qué feliz estoy porque ganamos, viva España", dejaron en evidencia lo que hasta ahora solo era una sospecha: que el ganador siempre tiene más adeptos al día siguiente. El Mundial de las Redes Sociales se volvió el Mundial del Fanático Tipo Pedro, un fanático dispuesto a negar tantas veces como sea necesario que nunca le dio ningún chance a España.
5-La sobresaturación. El vértigo de la información y luego el vacío. Como el ratón después de la borrachera, los acontecimientos del Mundial parecen ya del remoto pasado y apenas terminó hace dos días. Leí un tuit que decía algo así como "ya España ganó hace dos horas, pasen a otra cosa, por favor". Como siempre, el Mundial dejó algunas dudas de su real calidad, y esa dudas fueron mayores debido a la inmensa expectativa que generó y multiplicó. Así mismo, las actuaciones controversiales de árbitros, jugadores, técnicos y periodistas se reprodujeron y comentaron a niveles realmente de insanidad. El Mundial de las Redes Sociales fue un Mundial de la Sobrexposición.
6-El control de daños. Le dedicaré una entrada más amplia a esto. Pero el Mundial con todas las pasiones que genera, también fue espacio para comentarios subidos de tono y para auténticas discusiones llenas de insultos por doquier. Los timelines parecían por momento campos de batalla o blanco de escarnio público. Pasado el Mundial vendrá el momento de limar asperezas o de recoger los vidrios y lanzarlos a la papelera del olvido.

12 de julio de 2010

Who is Paul?

Ah, that Paul!

11 de julio de 2010

Finales cada vez más feas

Del cabezazo de Zidane...
...a la patada de De Jong

España, la mejor del mundial, España campeón

Las finales no son para analizarlas, son para sufrirlas y cómo sufrimos con ésta, de fútbol feo, trabado, de excesivo nervio, de músculos ateridos y cerebros poco claros, pero sobre todo de pega, de pierna dura en la media cancha y de entradas brutales. Van Bommel y de Jong, que en este espacio yo llamé carniceros, hoy fueron más allá de eso y ambos debieron ser expulsados, e incluso el primero logró lo inaudito, sacar de sus casillas a Iniesta quien se jugó la expulsión al reaccionar ante el enésimo pisotón de van Bommel; menos mal que el árbitro no vio una acción merecedora de roja en la sacada de pecho de Iniesta cuando a su lado pasaba van Bommel, pero pudo haberle mostrado la roja porque en este mundial se vieron agresiones igual de leves que los árbitros se las comieron debido a la reacción del supuesto agredido.

Iniesta siguió en cancha y siguió creyendo en su toque, en el toque de Xavi y en el toque de Cesc. Al final, se les dio una, Cesc combinó para Iniesta y éste la clavó en el fondo de la red. Una, solo una necesita España. 1 a 0 ganaron todos los partidos de la segunda ronda, nunca necesitaron más porque todos los partidos de la segunda fase fueron cuestión de cuándo la pelota entraría para el gol español. Sí, en todos los partidos hubo algún peligro, y en éste Holanda estuvo a punto en el cara a cara de Robben con Casillas que pudo desviar con el pie, aunque fue más Robben quien se la pegó en el pie a Casillas. Pero los partidos siempre se plantearon de la misma manera: España es la que propone, España es la que juega, España es la que intenta y el fútbol la premió, más tarde que temprano en varios de los partidos, pero con justo resultado.

Holanda tuvo en Sneijder el gran ausente. Terminó casi jugando al lado de van Bommel y de de Jong y sólo pudo darle un par de balones a Robben que con sus corridas estuvo a punto de cambiar el destino del partido. Pero Sneijder fue poco en el partido más importante. Y sin Sneijder, la media cancha de Holanda es rústica, por decir lo menos, no tiene cómo construir nada. En el poco aporte de Sneijder el día de hoy se le fue a Holanda cualquier esperanza de llevarse el mundial. Y con todo y eso, 116 minutos aguantaron, porque esta selección está construida para eso, para aguantar mientras Sneijder encuentra a Robben. Pero primero, Cesc encontró a Iniesta.

Ganó el mejor equipo del mundial, no siempre pasa, pero España lo fue y terminó ganándolo. Gran Mundial, gran ciclo, campeona de Europa y campeona del mundo en estos dos años inolvidables para el fútbol español.

10 de julio de 2010

5 cosas que queremos olvidar de este mundial

5- La mano de Suárez: Controversial por siempre, algunos dirán que es parte del juego, otros que es trampa y otros que hay que cambiar el reglamento. Pero lo cierto es que el fútbol suramericano no necesitaba otra mano pesando ahí sobre sus logros.

4- La selección de Portugal: 7 goles en 4 encuentros. Si quitamos el juego contra Corea del Norte: 0 goles en 3 encuentros. De todas las grandes selecciones que fracasaron en Suráfrica, ésta fue la que futbolísticamente hablando a mí me dejó peor sabor.

3- Francia: Una huelga de jugadores, una intervención presidencial, insultos y acusaciones, un espectáculo que hasta para un cabaret parisino fue de muy baja ralea.

2- Klose en la banca en el último partido: A un gol del máximo goleador de la historia de los mundiales, a dos de convertirse él en el máximo goleador, Klose se perdió la oportunidad de alcanzar la gloria al parecer por problemas físicos y tuvo que ser testigo de su propia ausencia ahí sentado en el banco de suplentes. A los 32 años, quizás esa fue su última oportunidad.

1- Las vuvuzuelas: Le entregaron un sonido monocorde a cada uno de los partidos del mundial. Siempre he pensado que antes que la locución de los juegos es mejor darle al espectador la oportunidad de escuchar sólo el audio ambiente. En este mundial, terminé viendo las transmisiones donde el audio ambiente estaba más bajo.

5 cosas que no olvidaremos de este mundial

5- El gol de Forlán contra Alemania: Puro recurso de un grandísimo goleador. Con la canilla le dio al balón y tras un rebote la puso en un ángulo inalcanzable. Impresionante.

4- El último suspiro de Italia: Los mejores minutos de Italia en este mundial vinieron cuando ya todo estaba prácticamente perdido. La urgencia de verse eliminados sacaron de las botas de los italianos todo el fútbol que no tuvieron durante 2 partidos y medio. Lástima que no sintieron esa urgencia desde que comenzaron a jugar.

3- El gol de Maicon a Corea del Norte: El rival quizás le quite mérito, pero Brasil en ese momento estaba trabado y la corrida de Maicon por la derecha, el perfilarse para centrar y el cañonazo que sacó para vencer al portero norcoreano fueron de un auténtico crack.

2- El fútbol de España: Escribo antes de la final, por lo que no sé si España terminará siendo campeón del mundo, pero ya no importa. España fue de principio a fin el único equipo que tomó la pelota y no la soltó en todo el torneo, haciendo punto de honor en que pasando y trenzando jugadas, al final el gol llegaría. Se le agradecerá eternamente.

1- El Pulpo Paul: El gran ganador del mundial sin duda. Quedan pocas cosas inexplicables en el Universo y el porcentaje de aciertos del pulpo, pegue el ganador de la final o no, será por siempre una de ellas. Grande Paul.

7 de julio de 2010

España, convicción de toro, habilidad de torero

Grandísima España, con cara de campeón llega a la final. España es el equipo que mejor fútbol ha jugado en esta Copa, el que mejor trata la pelota, el que más lo intenta, el que más cree en sí mismo y por ello se convierte en el justísimo finalista que es, ganándole 1-0 a una Alemania que fue sombra de lo exhibido en sus más recientes compromisos porque ante España encontró un equipo que cuando tiene la pelota crea y cuando no la tiene la recupera casi de inmediato. Alemania lució lenta, sin salida, sin opciones y eso es mérito adicional de la selección española, que demostró que no solo juega con el balón a los pies sino que sabe defender y presionar y anular a selecciones con muchas alternativas.

España pudo haber metido dos o tres y pudo recibir dos en jugadas aisladas donde el contragolpe sí se le dio a Alemania. Pero es que esta España está condenada a sufrir, a recordar en cada uno de sus triunfos lo difícil que se le ha hecho la vida en todos los mundiales. Una y otra vez, con la convicción del toro, España sube al ataque, toca y toca, busca, abre, no importa cuántas veces se estrelle contra la defensa rival, España lo intentará de nuevo, porque sabe que tiene la habilidad del torero para meter la estocada justa, profunda y definitiva. España ganó 1-0 todos sus partidos de la fase final, pero en todos el marcador ha sido mentiroso o poco generoso con el equipo que siempre estuvo más cerca.

Pedro, el mejor de España. Abrió, creó, remató, tuvo la sentencia pero le tuvo un poco de miedo a la gloria. Luego, Xabi Alonso, que cuando España estuvo más trabada, subió y remató una y otra vez. No importa que ninguno de sus remates fuera acertado, Xabi fue una importante alternativa ante una defensa alemana que ajustaba bien ante el toque lateral de Iniesta y de Xavi. Mención aparte para Puyol que lo tuvo muy cerca primero y luego metió el gol del triunfo subiendo en el córner. Puyol siempre grande cuando más se le necesita.

El planteamiento al ataque alemán fue el mismo de siempre, funcionó como metrónomo cuando pudo funcionar y ahí está el mérito español que cortó una y otra vez la salida alemana. Las mejores de Alemania vinieron a cargo de Trochowski y de quien lo sustituyó, Kroos, ambos jugando en el lugar que le pertenece a Müller, ausente por suspensión. La diferencia estuvo en la calidad de Müller que se había convertido en uno de los mejores del mundial, pero las tarjetas amarillas también son parte del juego y ellas le impidieron a Alemania contar con su mejor hombre en la posición que les hizo la diferencia durante todo el torneo.

Villa no tuvo una salvo cuando se retrasaba y disparaba de afuera. Eso hace pensar que no es Torres el que está en mala forma, es el planteamiento español que está aislando demasiado a su única punta. Vale recordar que en los dos únicos partidos del mundial en que Villa no ha marcado han sido precisamente en los dos en que ha jugado como única punta. Es el síndrome van Persie, ser delantero centro en estos tiempos de medias puntas y dobles pivotes no paga.

Holanda no ha jugado todavía contra España, pero España ha jugado 6 veces contra Holanda en este mundial: un equipo que se cierra atrás, que defiende con 8 o 9 y que cuando recuperan la pelota tratan de salir juntando a uno o dos hombres que llevan el peso de toda la ofensiva. España ha controlado una y otra vez a esos equipos y sólo no pudo romper la resistencia de Suiza en el primer partido. Con un solo juego ganado por más de un gol, España ha mostrado que termina doblegando a los equipos que le juegan así, pero también que le cuesta mucho lograrlo. Y los dos hombres que llevan el peso de Holanda son Robben y Sneijder, fueras de serie y en plena forma. Difícil pronóstico, pero yo me inclino por España.

6 de julio de 2010

Final europea, ¿campeón naranja?

Holanda es finalista luego de ganar un juego que pareció encarrilar rápido y que se le complicó inesperadamente, que volvió a encarrilar y que terminó sufriendo hasta el final para por fin ganarlo. Holanda es un justo finalista que ha resuelto con victorias todos los partidos que disputó en su camino a la final. Un bloque compacto, que no seduce con su fútbol salvo cuando Sneijder y Robben tienen la pelota, pero que trabaja para que Sneijder y Robben tengan lo más posible la pelota.

Robben sólo encontró espacios cuando el juego parecía definido con el tercer gol, que precisamente marcó él con un preciso y precioso cabezazo. Bien por Uruguay controlando al más peligroso de Holanda, pero mejor por Holanda, que al ver complicado el juego por la derecha lo supo resolver por la izquierda. Kuyt jugó su mejor partido del mundial y el golazo de van Bronckhorst vino por esa banda. Pero también por la izquierda llegaron un aviso previo de que Holanda estaba muy cerca del segundo y el centro para el tercer gol. También, en el segundo gol, Sneijder descargó el ataque holandés abriéndose hacia el flanco izquierdo del área y con ello encontró el perfil y la carambola que le permitió anotar.

Uruguay demostró que sabe luchar, que no da partido por perdido y que se recupera de cualquier escenario adverso. No le alcanzó el tiempo para empatar y el gol del descuento llegó muy tarde, pero sus últimos minutos dejaron un gran sabor. Bonita la manera cómo en el primer gol Cavani y Forlán cruzaron posiciones, lo cual permitió que Forlán consiguiera el espacio para mandar cómodamente su zapatazo. Esa asociación, con pelota o sin ella como en el gol, no volvió a repetirse con éxito en el partido, una lástima para Uruguay.

El segundo tiempo de Holanda ha sido su momento más ofensivo del campeonato. Entró van der Vaart por de Zeeuw (quien jugaba por de Jong) y van Bommel quedó como el único medio de recuperación teórico. Teórico porque Holanda retrocede todas sus líneas a la hora de defender y termina haciéndolo con hasta 8 o 9 hombres. Ante tal repliegue, tardó mucho el técnico holandés en sacrificar a uno de sus recuperadores e intentar algo distinto. Por lo menos, reconoció el partido que lo ameritaba.

El gran ausente de Holanda sigue siendo van Persie, completamente fuera de posición en este planteamiento. Su aporte en este partido es tan contado que luce prescindible. Decir que van Persie es prescindible podría hablar de la profundidad de Holanda, que se da el lujo de meterle tres goles a Uruguay sin que su centrodelantero haya creado peligro salvo en una: la que Muslera le negó a van der Vaart, quien recibió de van Persie cuando éste abandonó su posición abriéndose hacia -no podía ser otro lugar- la izquierda. Pero de lo que habla es del sacrificio que hace esta Holanda en aras del resultado. Bueno, el resultado está ahí, finalistas, quizás algún día veamos los costos.

Si es Alemania quien resulta el rival de Holanda, se repetirá la final de 1974 pero con las personalidades de ambos equipos completamente cambiadas. El orden y el bloque estarán del lado holandés, la velocidad y el fútbol de ataque donde todos pueden volverse delanteros estarán del lado alemán. Vueltas que da la vida o las cosas que pasan debido a que el balón es esférico.

5 de julio de 2010

Las semifinales ya están aquí

Uruguay - Holanda, Alemania - España. Un aspirante a tetracampeón, uno a tricampeón, dos a alzar por primera vez la copa. Y pase lo que pase, por primera vez un equipo no llamado Brasil ganará el torneo en un continente ajeno.

Uruguay le ganará a Holanda si controla a Robben y logra aislar a Sneijder. Si encuentra un socio para Forlán dada la ausencia de Suárez. Si Forlán maneja la ansiedad de querer hacerlo todo que lo llevó a forzar muchos balones contra Ghana y se muestra más generoso como en la primera fase y contra Corea del Sur.

Holanda le ganará a Uruguay si anula a Forlán. Si hacen el mismo ajuste que les permitió cerrar la entrada por el flanco derecho de su área, cosa que fue un punto débil en el segundo tiempo contra Eslovaquia y el primer tiempo contra Brasil. Si Robben está al cien por cien luego de los noventa minutos de patadas que le regaló Brasil.

Alemania le ganará a España si aprovecha el muchas veces lento y redundante toque español para romperle los circuitos y evitar que Iniesta y Xavi den buenos pases en tres cuartos de cancha o al borde del área. Si alguien puede hacer la función de Müller con su misma efectividad, porque con Müller inhabilitado para este juego está por verse si habrá en Alemania ese delantero que siempre llega sin marca, que siempre encuentra el hueco por donde romper a la defensa rival.

España le ganará a Alemania si logra controlar la velocidad con que salen los alemanes y la llegada desde atrás de jugadores que desbalancean la defensa contraria. Si Torres se presenta en forma o si Del Bosque se atreve a sustituirlo porque no está para un juego de esta importancia. Si la asociación Villa - Iniesta - Xavi logra producir más oportunidades claras que en los juegos anteriores.

3 de 13

Los resultados de cuartos de final, donde de 4 equipos de la Conmebol apenas uno logró el pase a semifinales y de 3 enfrentamientos directos entre Suramérica y Europa, los equipos europeos se llevaron los tres con un balance de 7 goles a favor y apenas uno en contra, parece haber puesto fin al debate sobre el nivel de los equipos europeos, cosa que pienso no es verdad, porque el nivel de equipos como Holanda, Alemania y España no está en discusión, en discusión está el nivel de equipos como Grecia, Suiza y hasta Eslovaquia y también lo que se discute es que equipos en crisis como Francia y en transición como Italia lleguen con facilidad al mundial.
El balance en el mundial de los equipos europeos no llamados Holanda, Alemania y España fue, en la fase de grupos, de 8 ganados, 12 perdidos y 10 empates; en fase final, 3 perdidos. Eso es un balance pobre. Porcentualmente, sólo el 46 por ciento de los equipos europeos clasificó a fase final, porcentaje que sólo fue mejor que los de África y Oceanía (recordando que Australia clasificó desde Asia).
La clasificación por Europa al mundial está resultando demasiado fácil, porque países como San Marino, Luxemburgo, Malta, Chipre, Albania, entre otros, amplían los cupos del continente sin realmente tener oportunidad alguna de ganar una plaza para el mundial. Esos países deberían eliminarse entre sí en una fase previa, como hacen los clubes en la Liga de Campeones de Europa y como hacen los países débiles en las eliminatorias mundialistas de la Concacaf y de Asia. Así se disminuiría el número de grupos que dan plazas para el mundial obligando a enfrentamientos directos entre naciones con verdaderas opciones, aumentando el nivel general. A su vez, algunos de los cupos que Europa da en segunda oportunidad entre las propias naciones europeas deberían ser medios cupos. El medio cupo de la Conmebol, por ejemplo, que permitió que Uruguay, hoy semifinalista, accediera al mundial, debería disputarse con Europa. El medio cupo que la Concacaf no pudo obtener frente a la Conmebol, también debería disputarse con Europa.
Pero difícilmente eso esté en discusión y uno termina estando seguro de que los 3 semifinalistas tendrán más peso que los 7 eliminados en primera fase a la hora de evaluar el nivel del continente.

3 de julio de 2010

España contra su propia historia

Escribí hace unos días que esta vez la historia favorecía a España porque la derrota inexplicable vino en el primer partido y no en el partido que significaba la eliminación. Y la historia está favoreciendo a España que por fin se convierte en semifinalista de un mundial tras un partido trabado, peleado, donde Paraguay mostró por qué sin tantas figuras ni tantas exquisiteces se ha parado de tú a tú entre los dos grandes del fútbol suramericano. Un penalty en contra que detuvo Casillas, un penalty a favor que luego de anotado se mandó a repetir y se falló, una jugada donde el balón se estrelló tres veces en los postes antes de convertirse en el gol del triunfo, la historia quiso recordarle a España todo lo que ha sufrido en los mundiales. Fueron los penales contra Bélgica, la nariz rota de Luis Enrique, la resurrección de Zidane, los que se hicieron presentes en Suráfrica pero quedaron por fin como fantasmas espantados.

España se vio con sus circuitos rotos durante buena parte del juego debido a la multiplicación en la marca y a la presión paraguaya. Pero no cambió la fórmula, siguió haciendo lo que sabe hacer y lo que al final la llevó a convertirse en el primer campeón vigente de Europa que llega a semifinales de un mundial desde que Francia lo lograra en 1986. España cree en sí misma y eso fue lo que hizo que ante un aguerrido Paraguay pudiera terminar llevándose el triunfo con un gol en quizás la única jugada donde la circulación de toques españoles consiguió al hombre libre en el momento preciso. Y aún así el gol vino dos chutes y tres postes después.

España ha sufrido en todos los juegos excepto contra Honduras. A veces mereció más, a veces hizo mucho con poco. 1-0 en los dos partidos de la ronda de esta instancia luce una renta exigua si se le compara a las goleadas alemanas. Pero del sufrimiento también se aprende y España va contra Alemania con muchas más posibilidades de la que los resultados pudieran predecir. Aunque Alemania se ha labrado a base de triturar rivales la condición de favorito para ese partido.

El árbitro fue controversial pero tuvo aciertos y fallos. El primer gol de Paraguay fue bien anulado, un paraguayo en offside intervino activamente en la jugada al intentar cabecera el centro que recogió Valdez para introducirlo en la red. El penalty marcado a España da lugar a dudas, creo que el árbitro lo pitó a larga distancia, más cerca habría sido más difícil que diera como penalty la caída de Villa. Mandar a efectuar de nuevo el lanzamiento de Xabi Alonso fue una decisión correcta, varios españoles entraron en el área antes de que el balón fuera pateado, cosa que en efecto obliga a volver a realizar el cobro. Pero al ver una repetición del penalty fallado por Paraguay, varios españoles hicieron lo mismo en esa oportunidad, mostrando la inconsistencia del árbitro. En la jugada tras la parada de Villar, el portero paraguayo cometió un penalty a Cesc que no fue pitado, pero para ser sinceros es bien difícil que un árbitro pite un penalty cometido por un portero justo después de que paró un penalty. Pero de que fue penalty lo fue.

A Paraguay le falta gol, siempre ha sido su problema. Y eso fue lo que le faltó contra España, un rematador contundente, un delantero que incluso luchando en soledad contra la defensa contraria le dé más oportunidades a su equipo de sentenciar el buen desempeño defensivo. Valdéz es un buen delantero, pero para luchar solo contra la defensa española se necesita ser un auténtico grande.

Torres sigue ausente y Del Bosque insiste con él. El técnico español tiene que contemplar seriamente una alternativa contra Alemania, porque mandar a Torres contra los alemanes en su actual momento de forma, será desperdiciar tanto minutos como el primer cambio.

Alemania desnudó a Maradona

Se rompió la promesa del desnudo de Maradona, pero pocas veces ha quedado tan en evidencia. Maradona no planteó el partido de cara a un rival que obligaba a hacer ajustes y no tuvo cómo cambiar a su equipo de cara a un gol de camerino y a un resultado adverso. Maradona decía que su selección eran Mascherano y Messi y otros nueve, y justamente Maradona abandonó a Mascherano y a Messi porque no les dio posibilidades de que condujeran a Argentina en un partido que comenzó con todo en contra.

1-0 en el minuto 3, demasiada desventaja contra una selección como Alemania. Un gol frío, en pelota parada, con una defensa desordenada que dejó entrar al alemán que estaba parado en línea con ellos y con un portero que se puso en una posición que no le permitió ningún tipo de reacción ante un cabezazo apenas desviado. Y el destino parecía escrito porque había que luchar contra una selección que ha demostrado que en el contragolpe te mata.

El mismo error de parado en la cancha desde el primer partido, pero que contra selecciones menos poderosas no importó. Un Mascherano que no sale, dos medios extremos muy abiertos y un hueco grande en tres cuartos que tiene que ser recorrido una y otra vez por Messi y Tévez fue una receta para fundirlos, para que fueran controlados por las líneas escalonadas de Alemania. Al final del primer tiempo y al principio del segundo, quien tuvo que meterlas en el área, en vez de recibirlas, fue Higuaín y por supuesto no encontró a nadie porque él la estaba centrando a donde él tenía que estar. Y Mascherano volvió a caer, no pudo con el trajín del partido y el equipo contrario creció, como crecieron Nigeria, Corea y México en su momento, pero esta vez era Alemania y se recreó.

Alemania es una máquina bien aceitada, como siempre lo ha sido. Y esta vez tiene jugadores talentosísimos como Müller y Özil y un todavía en perfecta forma Klose que es una especie de asesino de película: frío, no emociona verlo jugar, pero en todo momento está ahí, listo para darte la estocada. Ya Klose lleva 14 goles en su cuenta personal como goleador de los mundiales, está a uno del máximo goleador de todos los tiempos y tiene dos partidos todavía por jugar. Klose parece destinado a ser el mejor de la historia en cuanto a goles anotados se refiere.

La mano del Colonialismo

Decir que la mano de Luis Suárez fue trampa es no entender el fútbol, donde tocar el balón con la mano es tan parte del juego que la acción y su respectiva sanción está plenamente expresada en el reglamento. El que pide sanción especial para Suárez o Uruguay tendría que pedir lo mismo para cada una de las faltas que se cometen en un juego. Porque la mano no es otra cosa, es una falta más, no importa con qué drama se efectúe o qué drama produzca. Y la mano de Suárez produjo todo el drama del mundo, o al menos de un continente. Cierto, que Ghana viera lo que iba a ser gol desvanecerse por esa mano tuvo un aire de injusticia, una sensación de vacío en el reglamento, como si la regla necesitara un inciso: mano en la línea de gol es gol y Ghana ganó. Pero luego, que fallando el penalty Ghana perdiera la segunda clara oportunidad de convertirse en el primer equipo africano que alguna vez clasificara a la semifinal del mundial, transformó el resultado en un sino del destino; Suárez dice que ahora él tiene la mano de Dios, pero no, su mano fue la del colonialismo, la mano que durante toda la historia le ha robado a África lo que África tenía ahí al alcance.

DIcho esto, Suárez hizo lo que todo futbolista debe hacer: evitar a como dé lugar que ese balón entre en la red. Ya el hecho de que como centrodelantero se mantuviera en la línea de gol protegiendo su valla cuando su arquero quedó vendido y que inmediatamente antes de la mano ya hubiera salvado otra sobre la raya, habla de un jugador especial. Contra Corea fue figura con dos goles, el segundo una auténtica joya. Contra Ghana, garantizó su presencia en las páginas de la historia del mundial con uno de esos momentos que para siempre serán controversiales, admirados o detestados. En mi humilde posición, lo de Suárez fue instintos, fue pundonor, fue deseo de ganar y sobre todo furia ante la posibilidad de salir derrotado. Lástima que haya sido contra un equipo africano al borde de un pase histórico a semifinales.

2 de julio de 2010

Brasil, hecho en Gattaca

En una escena crucial de esa gran película que es Gattaca, el personaje de Jude Law le enrostra una medalla al de Ethan Hamke, mientras le dice: "mírala, es de plata, se supone que sería de oro", y así sabemos que el accidente que lo dejó paralítico fue en verdad un intento de suicidio por no haber podido manejar el fracaso. Así fue Brasil hoy contra Holanda. Un gol aislado, producto de un error, de hecho, un autogol, fue suficiente para enfrentar a Brasil a su propia falibilidad, a su natural imperfección y no supo manejarla, se derrumbó como un castillo de naipes, como un espejismo, como la magia del Carnaval en un miércoles de ceniza.

Holanda no fue mucho. El primer tiempo de Holanda es para el olvido, no supo cómo marcar, la movilidad de Robinho y Kaká los sacó de esquema, los puso a correr detrás de los brasileños y abrió troneras en la defensa que permitió el gol de Robinho. Pero el entretiempo sirve para hacer ajustes y Holanda los hizo. Robinho y Kaká no arrastraron más marcas y se acabó lo poco bonito del juego brasileño.

Maicon es el jugador que ejemplifica a este Brasil. Maicon es un ciborg, una especie de máquina que te destruirá corriendo por la banda. Pero Maicon solo tiene un programa: correr y destruir por la banda, no hace una distinta, no intenta hacer una distinta ni siquiera cuando el juego está en contra y el otro equipo te tiene controlado. Dunga será crucificado por no haber convocado a jugadores que podían hacer una distinta cuando el juego más lo necesitaba. Dunga no tenía nadie en la banca a quien recurrir para ello.

Cruyff dice que no pagaría por ver a Brasil, habría que preguntarle si pagaría por ver a Holanda. Holanda son dos jugadores, Robben y Sneijder, ojalá se encuentren, si no se encuentran, si no se la pasa uno al otro, no hay nadie más a quien ver en Holanda. El planteamiento de Holanda convirtió a van Persie en un jugador del montón y hace indispensables a los carniceros De Jong y van Bommel.

El duelo de Robben y Bastos lo ganó el primero no por habilidad sino por masoquismo, se dejó pegar todo el partido y en una vino el saque de falta que permitió el error de Felipe Melo y de Julio César para el autogol. Luego, Felipe Melo, ya sin Bastos en la cancha, pisó a Robben caído para la roja que terminó de definir el destino del partido. Robben no estuvo particularmente enchufado hoy, pero le ganó a Brasil como siempre termina ganado un muñeco porfiao.