Escribí hace unos días que esta vez la historia favorecía a España porque la derrota inexplicable vino en el primer partido y no en el partido que significaba la eliminación. Y la historia está favoreciendo a España que por fin se convierte en semifinalista de un mundial tras un partido trabado, peleado, donde Paraguay mostró por qué sin tantas figuras ni tantas exquisiteces se ha parado de tú a tú entre los dos grandes del fútbol suramericano. Un penalty en contra que detuvo Casillas, un penalty a favor que luego de anotado se mandó a repetir y se falló, una jugada donde el balón se estrelló tres veces en los postes antes de convertirse en el gol del triunfo, la historia quiso recordarle a España todo lo que ha sufrido en los mundiales. Fueron los penales contra Bélgica, la nariz rota de Luis Enrique, la resurrección de Zidane, los que se hicieron presentes en Suráfrica pero quedaron por fin como fantasmas espantados.
España se vio con sus circuitos rotos durante buena parte del juego debido a la multiplicación en la marca y a la presión paraguaya. Pero no cambió la fórmula, siguió haciendo lo que sabe hacer y lo que al final la llevó a convertirse en el primer campeón vigente de Europa que llega a semifinales de un mundial desde que Francia lo lograra en 1986. España cree en sí misma y eso fue lo que hizo que ante un aguerrido Paraguay pudiera terminar llevándose el triunfo con un gol en quizás la única jugada donde la circulación de toques españoles consiguió al hombre libre en el momento preciso. Y aún así el gol vino dos chutes y tres postes después.
España ha sufrido en todos los juegos excepto contra Honduras. A veces mereció más, a veces hizo mucho con poco. 1-0 en los dos partidos de la ronda de esta instancia luce una renta exigua si se le compara a las goleadas alemanas. Pero del sufrimiento también se aprende y España va contra Alemania con muchas más posibilidades de la que los resultados pudieran predecir. Aunque Alemania se ha labrado a base de triturar rivales la condición de favorito para ese partido.
El árbitro fue controversial pero tuvo aciertos y fallos. El primer gol de Paraguay fue bien anulado, un paraguayo en offside intervino activamente en la jugada al intentar cabecera el centro que recogió Valdez para introducirlo en la red. El penalty marcado a España da lugar a dudas, creo que el árbitro lo pitó a larga distancia, más cerca habría sido más difícil que diera como penalty la caída de Villa. Mandar a efectuar de nuevo el lanzamiento de Xabi Alonso fue una decisión correcta, varios españoles entraron en el área antes de que el balón fuera pateado, cosa que en efecto obliga a volver a realizar el cobro. Pero al ver una repetición del penalty fallado por Paraguay, varios españoles hicieron lo mismo en esa oportunidad, mostrando la inconsistencia del árbitro. En la jugada tras la parada de Villar, el portero paraguayo cometió un penalty a Cesc que no fue pitado, pero para ser sinceros es bien difícil que un árbitro pite un penalty cometido por un portero justo después de que paró un penalty. Pero de que fue penalty lo fue.
A Paraguay le falta gol, siempre ha sido su problema. Y eso fue lo que le faltó contra España, un rematador contundente, un delantero que incluso luchando en soledad contra la defensa contraria le dé más oportunidades a su equipo de sentenciar el buen desempeño defensivo. Valdéz es un buen delantero, pero para luchar solo contra la defensa española se necesita ser un auténtico grande.
Torres sigue ausente y Del Bosque insiste con él. El técnico español tiene que contemplar seriamente una alternativa contra Alemania, porque mandar a Torres contra los alemanes en su actual momento de forma, será desperdiciar tanto minutos como el primer cambio.
Play cumple cinco años
Hace 4 años.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario