Buscar en la Pulga

31 de marzo de 2009

La matemática del idioma

He descubierto que el segundo idioma se comporta con la forma de una función seno o coseno. Las más de las veces, las palabras se mueven por el centro de la curva, las escucho sin problemas y las digo casi sin pensar, entendiendo y haciéndome entender. Pero claro, las más de las veces uno habla de cosas conocidas, de los temas de siempre, de lugares comunes. Muy de vez en cuando, las palabras llegan en ángulos que me permiten sentirlas desde la cresta de la ola, entiendo todo incluso desde la distancia y puedo expresarme como me gusta hacerlo en mi lengua materna, jugando con los sonidos y los significados de las palabras, con dobles sentidos y sobreentendidos, mezclando registros de la calle con referencias cultas. Sin embargo, hay días, largos días, en que los ángulos en que recibo y lanzo las palabras del segundo idioma me llevan al fondo de la curva, desde allá abajo no entiendo ni la expresión más simple y no me hago entender ni para recibir la pena ajena. En esos días me siento obligado a callar y me pregunto si alguna vez podré sentirme realmente bilingüe.

27 de marzo de 2009

25 de marzo de 2009

Cercas existenciales

24 de marzo de 2009

Obama está desnudo

Quizá por aquello de que el traje hace al hombre, la obsesión por vestir al presidente Obama se inició desde la campaña. Pero esa preocupación, aunque metafórica muy política, se debe en mucho a que a pesar de que ya alcanzó el máximo peldaño de la política estadounidense, Obama sigue siendo en muchos sentidos un desconocido, sobre todo por el factor tiempo, ya que su ascenso fue meteórico desde que le dieron palestra en la convención demócrata de 2004. La retórica del cambio también ayuda y muchos se preguntan si Obama se viste de socialista, de proteccionista, de halcón con voz de canario o de más de lo mismo. Como nadie está seguro de qué es lo que va a cambiar Obama, alguien le recomendó no cambiar su peinado, por lo menos no por ciertos estilos. Mientras, en The Unemployed Philosophers Guild insisten en un cambio en el que sí se puede creer, el de ropa. Yo no pude resistirme y ahora tengo a Obama desnudo en mi nevera, esperando que le ponga el mejor traje para cada ocasión, como puedes ver en el video:

21 de marzo de 2009

¿Tienen marcalibros los libros digitales?

Uno de los mitos más comunes que supuestamente atentaría contra la total aceptación del libro digital es que la gente no lee en pantalla. Yo me he encontrado varias veces en conversaciones donde alguien dice que no le gusta leer en pantalla. Si se habla de Facebook, de blogs, de word, de excel, de powerpoint, muy poca gente dice "yo no lo uso, porque a mí no me gusta leer en pantalla", y que nadie me diga que uno no lee utilizando una hoja de cálculo de excel. O que uno no pasa horas leyendo estatus de Facebook, más aún con la nueva versión que ha vuelto el leer estatus ajenos en una especie de vicio o de tarea compulsivamente inabarcable. Pero cuando se habla del libro digital, siempre hay alguien a quien no le gusta la idea porque leer en pantalla es desagradable.
A esas personas habría que hacerles una pequeña prueba de gusto por la lectura digital. Podría preguntársele qué están leyendo en papel en el momento actual. Si responden "nada" o "no tengo tiempo" o "informes de la oficina", se les respondería que no es que no les guste leer en digital, es que no les gusta leer en general y solo lo hacen de manera utilitaria, por lo que la sola idea de leer un libro sin que medie una tarea es una especie de aberración o de concepto extraño, esté ese libro digitalizado o no.
Otra gente responderá con su lectura del momento, con opciones tan variadas como el mercado del libro ofrezca. Con ellas habría que indagar ciertas cosas, como la proveniencia del libro. ¿Un regalo o un préstamo de un amigo? Le preguntamos: ¿Si alguien te regala una tarjeta de descarga con derecho a obtener cinco libros digitales, no la utilizarías porque no lees en pantalla? Podríamos recibir una rotunda negativa y ahí sí tendríamos a alguien que no está dispuesto a leer en pantalla, quizás por problemas con las fuentes comúnmente utilizadas o por un amor demasiado apasionado por el papel. Pero si la persona duda o dice que no será quien le vea el colmillo a ese caballo, entonces le preguntaríamos qué libros descargaría y así se puede obtener un mejor perfil de sus lecturas en pantalla.
Si el libro lo compró la persona o lo sacó de una biblioteca se le puede hacer la misma pregunta de las cinco descargas, pero con algo de introducción, preguntándole las razones por las que compró ese libro en particular en el momento específico en que lo compró.
Luego de obtener las respuestas de los cinco libros que descargaría la persona, se puede hacer la pregunta en contrario, los cinco discos que jamás descargaría. Si son libros gruesos, de muchas páginas, o de una cantidad por encima de las, digamos, trescientas páginas, hay indicios para concluir que a esa persona no es que no le guste leer en digital, el problema es que cree que los libros digitales no tienen marcalibros. La mayor parte de la gente que he escuchado decir que no les gusta el libro digital porque no les gusta leer en pantalla, suelen resultar gente que necesita convencerse de la idea de que los libros digitales pueden venir acompañados de marcalibros digitales.

Sindicato de escritores

En la más reciente Poets & Writers, Amy Shearn escribe un interesante artículo titulado La venganza de los nerds, en el que se pregunta dónde quedaron los escritores malditos, esos que escribían una obra sólida, influyente y perdurable mientras se enfilaban hacia la autodestrucción o le hacían la vida miserable a todos cuantos le rodeaban. Lo que ve Shearn hoy en día, es un gremio tan preocupado por escribir, por pagar sus Master in Fine Arts y por mantener una relación firme y sólida con sus agentes y editores que la pone a especular si esto está produciendo un cambio cualitativo en la literatura estadounidense actual. Si bien Shearn se las apaña para concluir que los enfants terribles siguen ahí pero que no le interesan a nadie porque los escritores han dejado de ser importantes, o por lo menos lo importantes que solían ser, apuntando sin decirlo a que el cambio cualitativo no estaría en los escritores sino en la lectoría; del pequeño perfil que realiza de la vida actual de los escritores en este país, yo me permito sacar una conclusión distinta: el monopolio que por lo visto hoy por hoy tienen los MFA en escritura sobre el interés en y la publicación de nuevos escritores, ha terminado cortándolos a todos con la misma tijera.

18 de marzo de 2009

¡Coraline!

Ayer por fin fui a ver Coraline, la película animada hecha completamente a mano basada en el libro del mismo nombre escrito por el muy merecidamente exitosísimo Neil Gaiman. Disfruté de uno de los espectáculos cinematográficos más increíbles que recuerde. Pocas veces en una película me pasa que me pregunte "¿y ahora qué va a pasar?" y esa fue exactamente la reacción que tuve cuando Coraline regresa del mundo paralelo creyendo que todo había terminado. La animación y la música trabajan para que el mundo de Coraline siempre limite con la peor pesadilla, creando una atmósfera que se vuelve realmente terrorífica. Si me preguntan, diría que Coraline es una de las mejores películas de terror que he visto. Y creo que nadie debe perdérsela.

17 de marzo de 2009

Yo también hubiera pitado

Mucho se ha discutido sobre el gesto de los fanáticos venezolanos que pitaron por razones políticas a Magglio Ordóñez en el juego Venezuela-Holanda del sábado. Ayer, en el Venezuela-Puerto Rico, las pitas fueron acompañadas con aplausos y apoyo para el jugador. El asunto ha sido noticia incluso para la prensa enfocada solo en el deporte, como lo muestra la reseña de los abucheos y vítores de ayer que hizo Sports Illustrated. El punto más común de los que apoyan los abucheos: es chavista y por eso lo pito, pero también que es muy fácil ser chavista socialista, apoyar al régimen y con ello su política de expropiaciones y su control cambiario, por ejemplo, pero haciéndolo con un contrato de millones de dólares como salvaguarda. El punto más común de los que rechazan el abucheo: no se debe mezclar deporte y política, junto a que todo el mundo tiene derecho de expresar su posición política.
Yo, como digo en el título, también hubiera pitado a Magglio por dos razones: la primera, quien mezcló primero el deporte con la política fue él al prestar su imagen para una campaña electoral; por si fuera poco, una campaña tan controversial como la de la reforma constitucional de hace un mes. Magglio no apareció en esos comerciales como un ciudadano más, como expresión de Juan Bimba, él apareció como la figura que es, intentando que su presencia persuadiera a muchos de votar por la reforma. Ahora, Magglio pretende que solo lo veamos como pelotero, no como activista de campaña. Si Magglio o cualquier atleta hiciera un comercial de abrigos de piel y los activistas de los derechos de los animales lo abuchearan y lo boicotearan, no nos sorprendería y no serían pocos los que sentenciarían Magglio se lo buscó.
La segunda razón por la que sí hubiera pitado, es que Venezuela es un país políticamente dividido desde hace ya unos cuantos años, por lo que todo aquel que decide dar el salto a la política sabe muy bien en lo que se está metiendo: será héroe para un lado, villano para el otro. Magglio, en sus declaraciones tras el juego del sábado, dijo que sabía que algo así pasaría. Lo sabía no antes de viajar a Miami o a Toronto para el Clásico Mundial, lo sabía cuando decidió participar en la campaña electoral mencionada. Ahora que no pretenda morir a sombrerazos.

16 de marzo de 2009

La estafa de la merienda

Esta historia vale la pena repetirla. La familia de Josh Bearman se mudó y a él le tocó vivir la muy común en los Estados Unidos situación de adaptarse y acostumbrarse a una nueva escuela. El problema para Bearman es que su nueva escuela era mucho más elegante y sifrina que la anterior, por lo que en esta nueva escuela su típica merienda de sándwich de mantequilla de maní era muy mal vista. Para hacer las cosas peores, los alumnos de la escuela solían hacer una especie de mercado de meriendas, donde se intercambiaban los diferentes manjares que cada uno traía y donde el sándwich de Bearman no tenía ningún valor. Así, un día, a Bearman se le ocurrió una excelente idea para participar del mercado: le contó a sus compañeros que su mamá siempre preparaba una torta para final de curso, la mejor y más grande torta que se pudieran imaginar, y que ellos podrían asegurarse un pedazo de la torta cambiando sus actuales chucherías por ese futuro delicioso. Y así, el joven Bearman inició su precoz y corta carrera como estafador de la bolsa de merienda de su escuela. Todo se derrumbó cuando algún compañerito, más interesado en las matemáticas que en la promesa de la delicia por venir, sospechó del tamaño que comenzaba a adquirir la torta, negociados sus pedazos una y otra vez por los alumnos. Descubierta la estafa, la escuela sancionó a Bearman, pero los niños se quedaron sin sus chucherías y perdieron hasta la ilusión de esa maravillosa torta que por varios meses fue real precisamente porque nunca la habían saboreado.

13 de marzo de 2009

Your Willis looks like a Tower


Desde que llegué a Chicago suelo hacer un chiste cuando me preguntan cómo me siento en una nueva ciudad: Aquí solo se habla de la crisis económica, de corrupción y de los desastres que hacen las lluvias, ¡esto es Caracas! Hoy, tengo un elemento más para el chiste: y le cambian los nombres a todo. La ciudad se despertó un poco consternada por el anuncio de que pronto la Sears Tower dejará de llamarse así gracias a una compra corporativa que le permitirá al grupo asegurador londinense Willis rebautizar la torre con su nombre. Así, la Willis Tower será la torre más alta de los Estados Unidos y dominará el hermoso skyline de Chicago.

Uno sin crisis, por favor

Con tantos ídolos que han mostrado pies de barro en el mundo financiero por estos días, no está de más que yo presuma de un buen análisis económico: a raíz de la crisis en el Citibank y de que saltaran a la palestra decisiones como pagar 400 millones para que el estadio de los Mets de Nueva York lleve el nombre del banco, insinué que de pronto el asunto le permitía a los ejecutivos del banco empaparse del siempre exitoso negocio de la venta de perros calientes. Confirmado. Aquí puedes leer un reportaje que habla de los perros calientes como un negocio anticrisis, porque mientras más gastos la gente está recortando en cosas como comida, más atractiva la opción de comerse un buen perro con todo. La contraparte en tiempos de bonanza: mientras más sale la gente por ahí, más posibilidades de que se coma un perro caliente en un estadio, en un zoológico, en un parque. Bolsas del mundo, a invertir en perros calientes.

11 de marzo de 2009

Caracas, vicepresidencia de facto

Como un adefesio sin sentido catalogó Cilia Flores, presidenta de la Asamblea Nacional, a la Alcaldía Metropolitana de Caracas. Lo hace mientras anuncia la necesidad de una autoridad única para la ciudad que sería designada, por supuesto, por el ejecutivo nacional, un nuevo ministro del gabinete del presidente Hugo Chávez. Lo hace, también, justo cuando el cargo de Alcalde Metropolitano lo ocupa un dirigente opositor que intenta precisamente ejercer las funciones que el pueblo de Caracas le mandó a ejercer mediante el voto. Pero no lo hizo, por ejemplo, cuando el anterior Alcalde Metropolitano prefirió no ejercer las funciones de su cargo entregándoselas al ejecutivo nacional en un acto de transferencia de competencias de dudosa legalidad. Hubiera sido un gran momento: el alcalde Juan Barreto entregaba su competencia sobre la Policía Metropolitana y la presidenta de la Asamblea vociferaba "¡es que la Alcaldía Metropolitana es un adefesio sin sentido!", agregando la coletilla de que pronto iban a crear la figura de Vicepresidente de Caracas.
Lo interesante es que el adefesio es inaguantable luego de diez años de deuda legislativa para con la ciudad, de no transferirle recursos ni competencias que incluso la muy mala ley del Distrito Metropolitano de Caracas exigía y más bien de quitarle competencias a ese Distrito. ¿Es un vicepresidente lo que necesita Caracas? Pero si ya lo tiene y la ciudad es un desastre. Lo tiene porque Caracas no legisla ni decide sobre sus autopistas, y cuando lo intenta le salen con recursos de amparo, no legisla ni decide sobre su transporte porque lo hace el Metro, no legisla ni decide sobre su agua porque lo hace el Acueducto Metropolitano, no legisla ni decide sobre su seguridad porque ahora lo hace el Ministerio de Interior y Justicia, ni siquiera puede tener verdaderos planes estratégicos, porque la Fuerza Armada decide sobre los terrenos más importantes de la ciudad y a cada rato cambia las zonificaciones y el uso del Fuerte Tiuna y del Aeropuerto La Carlota. En fin, el problema de la ciudad no es la falta de un vicepresidente, es la ausencia de autonomía. Los caraqueños, participando en la toma de decisiones y a través de sus representantes electos, con transparencia y rendición de cuentas, harían muchísimo más por la ciudad que cualquier autoridad única que tenga que sentarse ocho horas los domingos en Aló Presidente o que sea nombrada jefe de campaña de cualquier desvario presidencial. Pero claro, esa no es la preocupación de la Asamblea Nacional; la preocupación de la Asamblea es que en la Alcaldía Metropolitana hay un opositor.

Caracas otra vez

Caracas, como toda área metropolitana, es más grande que sus instancias político-administrativas. La Constitución de 1999 intentó resolver esto con varias cosas. Primero, transformó el Distrito Federal en Distrito Capital y le dio opción a organizarse en municipios, con frases al estilo "los municipios del Distrito Capital", como se lee en el artículo 18. Luego, creó el gobierno municipal a dos niveles que formarían los municipos del Distrito Capital y los correspondientes al estado Miranda. Sin embargo, en la ley que dio forma a ese mandato constitucional se eliminó por completo el Distrito Capital y el gobierno municipal a dos niveles que nació, la Alcaldía Metropolitana de Caracas, tomó las atribuciones de la antigua Gobernación del Distrito Federal más las que le dieron al ente que creaba la ley. Desde 1999 Caracas ha lidiado con ese desastre legislativo que se volvió en la práctica desastre mayor, a tal punto que en la propuesta de reforma constitucional de 2007, antes que intentar arreglar el entuerto que se había creado, el Gran Legislador de la Revolución prefería eliminar de un plumazo la Alcaldía Metropolitana y volver al antiguo modelo del Distrito Federal, claro, con un retoque aquí y otro allá que permitían presentar la propuesta como un nuevo paso en el indetenible avance hacia el socialismo del siglo xxi. Ahora, enmendar el entuerto vuelve a ser prioridad número uno de la Revolución, qué casualidad, justo después de que la Alcaldía Metropolitana cayó en manos de la oposición contrarrevolucionaria que creyó que ganando unas elecciones de alcalde metropolitano podría ejercer las funciones de la Alcaldía.
Dejémoslo claro, la ley que creó el gobierno metropolitano de Caracas es una ley muy mala que hay que reformar, pero no porque la oposición ganó esa instancia. Tampoco, como intentaron en 2007, para que Caracas vuelva a ser un Distrito Federal con un gobernador que en realidad es un miembro del gabinete. Cuando la presidenta de la Asamblea Nacional, Cilia Flores, habla de la necesidad de un vicepresidente para Caracas, de lo que habla es de quitarle a los ciudadanos de Caracas representación política, no de resolver los problemas de los caraqueños. Sobre el tema y los reiterados intentos de convertir a Caracas nuevamente en un ministerio he escrito aquí, aquí, aquí, aquí y hasta aquí. Mientras, el problema de Caracas sigue siendo el mismo: falta de autonomía, y hoy ese problema es mayor incluso que en 2007 cuando se intentó reformar la Constitución. La Asamblea Nacional no va a resolver ese problema porque propone justamente lo contrario. Pero insistir en ello bien vale la pena una nueva entrada.

10 de marzo de 2009

Simbolismo junguiano

Los sueños de la paciente le parecieron tan interesantes que los incluyó en su libro sobre Simbolismo Junguiano. El libro fue un éxito entre colegas y especialistas, no tanto entre público en general pero eso suele tener sin cuidado a los editores y escritores de libros sobre Simbolismo Junguiano. Del libro pasó a las conferencias, de las conferencias a los seminarios, de los seminarios a las cátedras, toda una cadena de logros impresionantes. Hasta que en un curso de Simbolismo Junguiano, un alumno no demasiado aventajado hizo la única pregunta que la exitosa catedrática no sabía contestar: Y la paciente, ¿mejoró?
La catedrática, antes de que se corriera la voz entre colegas y especialistas que si bien conocía la interpretación exacta de los sueños de su paciente no la había podido curar, desanduvo el camino de las cátedras a los seminarios a las conferencias al libro a su pequeño consultorio por horas en la oficina de atención al estudiante de la universidad donde comenzó su ejercicio profesional. Allí, entre archivos y expedientes pudo leer que su paciente terminó referida a un especialista al que más de una vez le había estrechado la mano en congresos y jornadas profesionales.
Al conversar con el colega sobre la paciente supo que la había dado de alta un par de años atrás. Por fin, la paciente había podido aceptar que no recordaba sus sueños y el extraño síndrome que la obligaba a inventar lo que había soñado para sentirse poseedora de una personalidad más interesante desapareció por completo.
Tras semejante descubrimiento, la catedrática fue incapaz de regresar a sus clases o de asistir de nuevo a congresos y jornadas profesionales. Lo que sí suele hacer es revisar los índices de citas para ver si su libro sobre Simbolismo Junguiano sigue siendo referencia para otros colegas e investigadores. Diez años después de su publicación, mantiene un promedio de quince citas por mes. “Todavía soy importante” murmuró antes de recibir a su próximo paciente en la clínica comunitaria donde trabaja desde que renunció a su cátedra.

5 de marzo de 2009

Camarada, compañero, hermano Benicio


Cada vez que una estrella rutilante de Hollywood visita al presidente Hugo Chávez me pregunto qué les ve. Sí, porque lo interesante no es indagar qué ven en Hugo Chávez los Benicios del Toro, Sean Penns y Danny Glovers del mundo, sino qué les ve Hugo Chávez a ellos. Actores que cobran millones de dólares por aprenderse y repetir sus líneas mientras viven rodeados de glamour y exhibicionismo, deberían ser uno de los blancos favoritos de Chávez en su lucha contra el capitalismo y en pro de implantar una ética revolucionaria basada en valores más bien frugales. Sin embargo, los actores que entre fiesta de Óscar y premiere de gala se les ocurre hablar bien de la Revolución Bolivariana de inmediato reciben las alfombras rojas a las que están acostumbrados pero para ir directo al Palacio de Miraflores con transmisión en vivo no de E! sino de VTV. La cosa va más allá de un simple acto de propaganda, de decirle a la oposición que No es lo mismo tener a Alejandro Sanz. Chávez, en esos encuentros siempre se muestra muy afable, muy tranquilo, muy simpático, son como su terapia, su tratamiento de spa entre tanta campaña admirable y expropiación justiciera. O tal vez para el Presidente son un sueño cumplido, porque quien soñaba con las Grandes Ligas bien pudo soñar con Hollywood y estar sentado con Benicio o pasear en jeep con Sean es su manera de sentir que por fin pertenece a donde siempre quiso estar, de que por fin lo reconozcan quienes él siempre quiso que lo reconocieran.

4 de marzo de 2009

501

En mi lista de entradas favoritas, esta se me traspapeló:

Verdaderas últimas palabras

500

Esta que lees es la entrada número 500 de Pulga de Libertad. Desde 2006 ando en esto, he abierto cuatro blogs de los cuales solo sobrevive la Pulga y estoy por comenzar un par de nuevos proyectos. La Pulga suele recibir unas veinte visitas al día, tasa modesta para la Web pero que me enorgullece sobremanera. Visitas la mayoría silenciosas, porque no suelo recibir muchos comentarios, pero también muchas visitas muy frecuentes, que me enorgullecen aún más. Gracias a todos los que se han paseado por este blog y que han hecho tan rica esta experiencia de pensar en público.
Pero como 500 es un número bien redondo y pensar en las 1000 entradas resulta bastante cansón, celebro el momento con una pequeña antología de entradas:

Primero, la más exitosa, porque incluso fue reseñada en otros lugares:
Arqueología de libros

Las más comentadas, que muchas veces lo fueron por controversias ajenas a la entrada en sí:
Ley Seca, cerebro fértil
Facebook y la abolición de la nostalgia
Premio Buen Corazón
Desnuda

Y mis favoritas, que suelen ser cuentos que he colgado aquí más que entradas de blog propiamente dichas:
Un clip por tu historia
Sirena
Teoría del orden
The Hannah Gill Show
Letra de reguetón

3 de marzo de 2009

Una nueva clase de tontos

Es todavía famosa la sentencia sobre las dos clases de tontos: los que prestan los libros y los que los devuelven. Pero por estos días que mucho se está hablando de lo que se puede hacer o no con el dispositivo de lectura digital de Amazon, el Kindle, los tontos al parecer serán borrados de la faz de la tierra, porque a 400$ por unidad no habrá quien preste un Kindle, y quien lo preste se merecerá que le abran una nueva categoría para que lo califiquen.