Ayer por fin fui a ver
Coraline, la película animada hecha completamente a mano basada en el libro del mismo nombre escrito por el muy merecidamente exitosísimo
Neil Gaiman. Disfruté de uno de los espectáculos cinematográficos más increíbles que recuerde. Pocas veces en una película me pasa que me pregunte "¿y ahora qué va a pasar?" y esa fue exactamente la reacción que tuve cuando Coraline regresa del mundo paralelo creyendo que todo había terminado. La animación y la música trabajan para que el mundo de Coraline siempre limite con la peor pesadilla, creando una atmósfera que se vuelve realmente terrorífica. Si me preguntan, diría que Coraline es una de las mejores películas de terror que he visto. Y creo que nadie debe perdérsela.
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