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30 de noviembre de 2007

Equilibrio informativo

En Globovisión mostraron un montón de autobuses estacionados en el Paseo Los Próceres y dijeron que eran autobuses de gente que asistiría a la marcha del cierre de campaña del oficialismo pautada para el día siguiente. En Venezolana de Televisión mostraron la misma fila de autobuses y dijeron que eran autobuses de la gente que asistió a la marcha de cierre de campaña de la oposición que se estaba realizando en ese momento. ¿Qué mejor muestra de equilibrio informativo? Dos posiciones opuestas que se anulan a sí mismas en un punto de equilibrio. ¿La verdad? Eso es otro concepto que no tiene nada que ver con equilibrio informativo. Y en este caso la verdad era que la fila de autobuses estaba dispuesta para los asistentes al concierto de Soda Stereo.

Posdata: Por otros blogs he leído que Globivisión corrigió su información, no sé si VTV lo hizo; en todo caso, yo me quedé con mi idea de que se había logrado el equilibrio informativo y ése es el problema de los desmentidos, que la primera información es la que queda porque es más noticiosa.

27 de noviembre de 2007

Para argumentar contra el abstencionismo

Los abstencionistas son importantes. Pero tienen una importancia si se quiere desdibujada. Por ejemplo, en una encuesta electoral, que son las encuestas que se realizan en tiempos electorales, preguntan si piensas ir a votar y si dices No la entrevista finaliza de inmediato o a lo sumo un par de preguntas más adelante. Con ello, la categoría Abstencionista se convierte en una masa bastante informe sobre la cual es muy difícil reivindicar algún tipo de liderazgo, influencia o intención política.
De cara al referéndum de este domingo, yo he observado al menos tres tipos de Abstencionismo activo (Separando a esos abstencionistas de aquellos que no van a votar porque simplemente no votan). El primero, el abstencionismo de los que consideran inconstitucional la reforma y por tanto no pueden avalarla acudiendo a la votación. Yo me considero muy cercano a esta posición, pero el asunto es detener la reforma y una manera que pone a disposición el propio sistema es el acto electoral, por lo que agotar esa vía no es avalar un fraude constitucional sino intentar evitarlo, ya que de ganar el No la violación a la Constitución quedaría abortada antes de materializarse.
El segundo, el abstencionismo de los que están convencidos de que el proceso de votación está viciado, que el CNE es una máquina de fraude y que ya los resultados están listos para dar ganador a la opción oficialista. Pero ante esta opción uno debería preguntarse dónde se cree que está la trampa. Porque si la trampa está en, por ejemplo, llenar los votos de quienes no asistieron al evento, entonces el abstencionismo está siendo aliado de la trampa. Si se tiene la convicción de que va a haber trampa, pienso que hay que tomarse el momento para reflexionar dónde podría estar esa trampa y decidir cuál debería ser el papel a jugar frente a ella.
La tercera posición es la de los abstencionistas deslegitimadores, los que piensan que no asistiendo al evento en suficiente número podrán quitarle toda fuerza al mandato que nace del evento. Lo paradójico de esta posición es que necesitan de un sistema muy fuerte para lograr su cometido, porque el número que obtenga la abstención debe tener la suficiente autoridad como para que el mandato de la votación nazca en entre dicho. Con las diferentes razones para abstenerse, e incluyendo aquí a aquellos que simplemente no van a votar porque no van a votar, el número de la abstención es de por sí débil para generar algún mandato en contrario al de la votación. Y aún superada la paradoja, queda el problema en sí de la legitimidad, porque ésta es un concepto con poca expresión práctica más allá de la verbalización. No suele estar claro cuándo un régimen queda deslegitimado ni qué pasa una vez que esa deslegitimación es declarada por algunos sectores, sin importar cuán mayoritarios sean estos.
Si en estos días que faltan, la campaña es por lograr que acudan al evento aquellos que se oponen a la reforma y dicen que no piensan ir a votar, vale la pena bajarse de la autoridad moral que suelen mostrar los activistas del voto frente a los abstencionistas y tomarse unos minutos para oír sus razones, para luego intentar rebatir aabstencionista en particular y no al abstencionismo informe o uniforme. Los argumentos arriba pueden servir, pueden servir otros muchos, pero la campaña se trabaja persona a persona.

26 de noviembre de 2007

Aunque sea Sí, No

Las sociedades no son reducibles a una simple expresión electoral. Por ello, la Constitución de 1999 está vigente a pesar de que alrededor del 60% de los electores no acudieron al referéndum que la aprobó. No hizo falta una asistencia masiva a ese referéndum para que la Constitución estuviera legitimada a los ojos de los venezolanos, porque fue una oferta electoral del presidente Chávez, se realizó una consulta para convocar una asamblea nacional constituyente, se votó por los asambleístas y pudimos observar sus deliberaciones hasta que presentaron el nuevo texto. ¿Hubo quejas y críticas? Sí. Pero el proceso fue más poderoso que las críticas realizadas y la aprobación del texto constitucional se convirtió casi que en un mero trámite, una formalidad.
La Reforma que votaremos el domingo no tiene ninguna de las fortalezas anteriores. Peor aún, nació en medio de secretos, atajos legales y con violaciones claras al proceso que la propia Constitución establece para su reforma. ¿Un ejemplo? El Poder Popular, tal como lo están introduciendo en la Reforma, exige un cambio de la estructura de la Constitución, pero en el artículo 342 se prohíbe expresamente que esos cambios estructurales se hagan bajo la figura de la reforma. ¿Cómo lo resolvió el Presidente y la Asamblea? Dejó al Poder Popular en el limbo, sin definición, competencias, atribuciones ni desarrollo. Y ese limbo es presentado como el gran avance, el gran beneficio.
Mientras, el país está tenso, enfrentado, en conflicto, los disturbios del día de hoy en varias ciudades auguran un clima muy difícil para llegar a las elecciones. El oficialismo acudirá a la cita más débil que nunca en el apoyo medido por encuestas, pero conserva buena parte del músculo electoral que le ha permitido ganar yaperdilacuenta elecciones seguidas. La alternativa acude con reales opciones de ganar, pero conserva dudas sobre su capacidad para transformar apoyo popular en votos. Sin embargo, la gran perdedora de las elecciones del domingo, pase lo que pase, gane quien gane, para mí será la Reforma en sí.
Porque esta Reforma no tiene lo que tuvo la Constitución del 99. Y si los consensos alcanzados no le sirvieron a la Constitución del 99 sino para durar ocho años, de surgir un mandato de reforma constitucional este domingo, será uno de los más débiles y conflictivos que haya conocido la muy larga historia venezolana de cambios constitucionales.
La Constitución no es simplemente la ley principal, también es la expresión de un pacto entre los miembros de una sociedad, es un ponerse de acuerdo entre todos sobre lo que es importante para todos, es la expresión consensuada de lo que una sociedad decide permitir, cuidar, proteger y también eliminar, prohibir, imposibilitar. Si la Constitución es hecha a espaldas de otros, si la Constitución es hecha como si fuera pensada contra un bando, contra un sector, contra una parte importante de la sociedad solo porque quien la redacta tiene una mayoría electoral, esa Constitución nace herida de muerte, y así nacería, si llega a nacer, la Constitución 2007.

25 de noviembre de 2007

Arrecife de coral

Me gusta creer que mi biblioteca es un arrecife de coral. Cada libro que llega construye un lugar único, independiente, pero a la vez sujeto a los otros libros, fortalecido por ellos y que los hace crecer. Cada lectura tiene que ver con la anterior y tendrá que ver con la siguiente, formando un hábitat endémico que solo puede ser entendido recorriéndolo tanto en el espacio como en el tiempo. Cuando me muevo por mi biblioteca lo hago en un proceso de simbiosis, yo le doy vida mientras la recorro buscando el nuevo ejemplar del cual alimentarme. Esa vida que posee el arrecife hace que a veces los libros salten a mí sin yo esperármelo. Sé que tengo más libros de los que realmente puedo leer, y el número está en constante aumento, condenando al estante del olvido a una enorme cantidad de volúmenes. Pero como si una inesperada corriente los pusiera en movimiento, de pronto me los encuentro y se vuelven lectura inmediata, indispensable. No recuerdo cuándo ni dónde lo obtuve, no estoy seguro desde dónde saltó; tengo en mis manos Marcovaldo de Italo Calvino y ahora se me ha vuelto un compromiso leerlo, so pena de poner en riesgo la sobrevivencia de mi arrecife de coral.

Sobre la Segunda Guerra

En Teoría de las Nubes, de Stéphane Audeguy, me encontré este interesante párrafo:
"...este final de guerra no se parece a los demás. Por ejemplo, en apariencia, los japoneses se han replegado como lo hubiera hecho cualquier otro ejército en cualquier otro conflicto, en caso de inferioridad cuantitativa y cualitativa. Pero los japoneses no se repliegan, o ya no se repliegan con la idea de reunir, agrupar sus fuerzas para lanzar un contraataque; tampoco se repliegan para salvar sus vidas. Ya hace tiempo que han perdido de vista la idea de una finalidad de esta lucha. Los japoneses saben desde el principio que van a perder, que han perdido. Entonces se repliegan para perder durante el mayor tiempo posible, un poco más, para acabar con algunos más de esos soldados bien alimentados que han venido de tan lejos, quieren que el número de víctimas sea tal que, después de la batalla, los mismos vencedores también se sientan vencidos, destruidos".

23 de noviembre de 2007

De la Reforma y la Soberanía del Pueblo

Esta reflexión la hago en un comentario a la entrada que ya escribiera sobre el Poder Popular y aquí sólo la amplío un poco. El artículo 136 de la propuesta de reforma constitucional es una trampa doble: crea un poder público sin atribuciones y supedita el poder del pueblo a ese poder público.

De entrar en vigencia la nueva constitución, se creará un Poder Popular a la espera de su organización, de sus atribuciones y de sus competencias, con el agravante de que el Poder del Pueblo, la Soberanía del Pueblo tendrá que canalizarse y expresarse a través de ese Poder sin organización, sin atribuciones y sin competencias. ¿Quién le dará esos atributos si no lo hace la Constitución? Tendrá que ser una Ley, una que muy seguramente vendrá en el paquete de leyes que el presidente Chávez presentará tras la reforma constitucional, para lo cual está habilitado por la Asamblea Nacional.

Así, de aprobarse la reforma, la Soberanía del Pueblo estará literalmente en el bolsillo de Chávez.

El "Por ahora" de Benjamín Rausseo

En el libro El candidato soy yo, que narra sus peripecias por la campaña electoral 2006, Er Conde del Guácharo, peor conocido como Benjamín Rausseo, agradece a "todos los que lo acompañaron en este proyecto, que nació para quedarse y muy pronto dará sus frutos".
Pero ese pronto uno debe ponerlo entre dicho al leer el resto del libro, aunque hablaré de ello en alguna próxima entrega.

19 de noviembre de 2007

Intelectuales que no se meten en política

"Aquí tenemos grandes intelectuales, poetas, de todo, que no se meten en política. Hay que buscarlos y traerlos"... "No digo nombres, pero tenemos muchos escritores, muchos poetas, mucha gente que tampoco se manifiesta políticamente y que hubiera podido estar aquí". Estas sentencias pertenecen a Walter Rodríguez, gerente de la librería Lectura, una de las más influyentes de Caracas, y las realizó en una entrevista para el diario El Universal, a propósito de la feria internacional del libro, FILVEN, finalizada este domingo 18 de noviembre.
Lo interesante de las frases, realizadas en medio de llamados a darle una mayor amplitud a la feria, es que fueron expresadas con la suficiente ambigüedad como para hacer imposible, al menos para mí, saber si las mismas se refieren simplemente a intelectuales que no fueron invitados porque no suelen tocar temas políticos o a intelectuales que pueden ser invitados porque no se conocen sus posiciones políticas.
En todo caso, pareciera que los llamados de amplitud han perdido precisamente algo de amplitud, porque ya nadie pierde el tiempo pidiendo que se convoque a aquellos, intelectuales o no, que tienen posiciones pública y claramente distintas a las del gobierno.

17 de noviembre de 2007

Fri ri fil

Me levanto y voy por otro vaso de refresco. No sé si es el cuarto o el quinto, perdí la cuenta, ya oriné una vez y todavía me siento completamente hinchado. ¿Cuántos vasos tendré que tomarme? Los suficientes. ¿Me habré tomado ya los suficientes? Saco cuentas. Una botella de dos litros cuesta algo más de tres mil bolívares, el vaso me costó tres mil y debe tener unos trescientos mililitros, es decir, me tengo que tomar poco más de diez vasos de refrescos para que el ri fil comience a ser realmente fri. Ella me dijo que estaría aquí alrededor de las 5:30, ya son las 6:05. Intento llamarla pero el celular me dice que no puede ser contactada. ¿Me dejó embarcado? Tal vez. ¿Cuántos vasos de refresco debo esperarla? Me faltan cuatro o cinco para que comience el fri ri fil. No puedo beber tanto refresco. Nadie puede. Bueno, no seamos tan absolutos, todo absolutismo debería estar muerto y enterrado, al igual que todo totalitarismo. Pero la amenaza totalitaria está aquí y nos acecha cada vez más. No, no quiero desviarme de tema, no quiero pensar en política, los venezolanos solo queremos pensar y hablar e insultarnos todo el tiempo por la política. Volviendo a mi lucha contra el absolutismo, muy pocos deben poder beber tanto refresco. Por cada persona a la que el ri fil le sale realmente fri debe haber por lo menos veinte o treinta que pagaron por una cantidad de refresco que no bebieron, sin importar cuántos ri fil hayan hecho. Y yo no estoy aquí por el fri ri fil. Ella fue la que me dijo, tenemos que reunirnos, tenemos que hablar. No tiene sentido que me dejara embarcado. Una cola. Caracas se explica con una cola, los caraqueños nos explicamos con una cola, decimos perdón por llegar tarde, me agarró una cola, y ya, no hace falta más nada, explicación completa. Pero si sabía que podía agarrar una cola por qué no puso otra hora u otro lugar. Ella fue la que fijó la hora, también el lugar. Me extrañó el lugar. ¿Quién se cita en Burger King? Quizás sabía que iba a llegar tarde, que no lograría llegar a la hora fijada, que puso una hora imposible, y quiso darme al menos el fri ri fil. Termino otro vaso de refresco y me paro para ir a servirme de nuevo. Son cinco o seis y todavía no son fri. Pronto tendré que orinar de nuevo. Pronto tendré que lanzarme un eructo. Estoy hasta aquí de refresco. En la calle el policía de tránsito detiene un vehículo. Recuerdo que esta semana comenzó en parte de la ciudad el Plan Pico y Placa: los vehículos no pueden circular a ciertas horas del día de acuerdo al número de placa. Estamos a esa cierta hora del día y ese vehículo tiene el número de placa indicado. Literalmente, le salió su número. Ciudad de guetos, el Pico y Placa se aplica en ciertas partes de la ciudad y en otras no. Como las marchas, van a ciertas partes de la ciudad y a otras no pueden ir. O como cualquiera de nosotros, que no nos atrevemos a salir a ciertas horas del día, cierra el pico y dame la placa y todo lo que tengas. Tal vez a ella la pararon, el Pico y Placa la tomó por sorpresa y la tienen retenida hasta que termine la cierta hora del día. Me asomo e intento ver al conductor del carro detenido. No es ella. Levantarme me cuesta, siento un cambio en la estructura de mi cuerpo. Ya no soy noventa por ciento agua, soy noventa y dos por ciento agua carbonada y tres por ciento azúcar. No puedo beber más refresco. Voy a esperarla sólo hasta que el ri fil sea realmente fri. No tiene sentido proponerme semejante cosa. No sé si tiene sentido por obligarme a beber semejante cantidad de refresco o por la espera. No va a venir. No me llama, su celular sigue fuera de cobertura, ya tiene una hora de retraso y ella era la interesada. Necesito que me des un consejo, me dijo, sobre un negocio que pienso hacer. No soy bueno en los negocios, pero aquí estoy, tratando de que tres mil bolívares valgan realmente un fri ri fil. Soy pichirre y eso me hace parecer bueno en los negocios. Eso es lo único que podría decirle: no soy bueno en los negocios. Pero la sigo esperando, seis o siete vasos de refresco después la sigo esperando, la he esperado desde siempre, que nada ha cambiado, bueno, ella de repente cambió, yo no. Yo soy el mismo, el mismo que la conoció en la universidad, el mismo que pasó desapercibido no en sus afectos pero sí en sus pasiones, el mismo que creyó que hacerse indispensable era una vía para hacerse amar. No hace falta decir que mi estrategia no funcionó, aunque mejor lo digo. Mi estrategia no funcionó. El camino a ella no se construía paso a paso, día a día, es más, no se construía, se destruía, por explosión, por alto impacto, un tipo ahí llegó y ella se enamoró tan de pronto, tan de inmediato, tan profundo y tan para siempre que hasta me sentí ridículo y no me quedó más remedio que alejarme, que marcar distancias. Lo extraño es que ella no supo o no pudo aceptarlo. No aceptó mi distancia, mi silencio, y siempre intenta acercarme, traerme de vuelta, no de la forma como yo quisiera pero de vuelta, incluso con excusas tan tontas como darle consejos sobre un negocio. Me estoy orinando. Voy al baño. De vuelta me sirvo otro vaso de refresco. Ya debo estar cerca del fri ri fil. Pero no sé si logre llegar. ¿Cuánto se ha tardado? Casi hora y media. ¿Vendrá, no vendrá? ¿Me voy, no me voy? No sé qué hacer. Los venezolanos acabamos con la precisión del tiempo. Que si te invitan a las ocho es para que llegues a las nueve o a las nueve y media o a las diez y eso no importa si eres el invitado, pero si eres el anfitrión en algún momento enfrentarás la cruel incertidumbre de no saber si tu fiesta todavía no ha empezado o simplemente resultó un fracaso. Y yo ya no sé cuánto debo esperar. La he esperado toda la vida y si me levanto porque ya la esperé suficiente es muy probable que cuando llegue se ofenderá porque casi no la esperé ¿Me tomé ya el refresco o me distraje y no lo serví? No sabría decirlo. Vuelvo a la máquina y me sirvo otra vez. ¿Nueve? ¿Diez? Esto es absurdo. Me he vuelto un tipo absurdo. Hasta compré dos revistas, Dinero y Gerente, para tratar de informarme y tener algo que agregar en nuestra conversación después del no soy bueno en los negocios. No soy bueno en los negocios, sin embargo he estado leyendo. La verdad, las compré y no las leí. No me interesan los negocios, no me interesa aprender sobre los negocios. Bueno, puedo decirle algo que aprendí en esta espera. Buen negocio es vender un vaso de refresco casi al precio de una botella de dos litros y ofrecer fri ri fil como la gran cosota. Le diré monta un fri ri fil. Será un buen consejo. ¿Y ningún consejo para mí? Quisiera ser otra persona para poder juzgarme con la claridad y precisión con que uno suele juzgar la vida de los demás. ¿Qué me respondería siendo otra persona si me pregunto si tengo que irme o debo quedarme? Vete, me diría, vete de una vez y para siempre, vete porque debiste haberte ido para siempre hace años. Pero cada vez que ella me busca mi caja de Pandora llega al final. Como un tonto me emociono y cambio planes y rutinas e incluso personas, porque alguna que otra vez he dejado relaciones incipientes tan sólo por una de sus llamadas, por una de sus citas, por uno de sus encuentros. Y no importa cuán desencantado haya quedado del encuentro, la esperanza tiene bien ganada su posición en la caja y se niega a morir por más pequeña que sea la migaja que la alimenta, atormentándome y dejando como único resultado toda esta soledad. Estoy realmente solo. Tengo dos horas sentado bebiendo refresco como un tonto y nadie ha llamado, nadie me pregunta por qué no he llegado a casa. Nadie lo pregunta porque no hay nadie para preguntar. Ella no es la culpable, el culpable soy yo, culpable de hacerme esperanzas una y otra vez con cada una de sus llamadas, cada cierto tiempo me llama y de inmediato construyo toda una historia donde al fin veo correspondidos mis sentimientos. Vete, vete, me digo otra vez mientras me sirvo el nuevo vaso de refresco. ¿Llegué a diez? Hace tiempo que perdí la cuenta. Estoy seguro de que el refresco que me acabo de servir todavía no es fri pero ya no puedo tomar más. He sido derrotado. No pude ganarle al sistema. No llegué a la parte fri del ri fil, no puedo ni siquiera probar el refresco que tengo en el vaso, el solo hecho de pensar en el refresco me repugna. Dejo el vaso sobre la rejilla de la máquina y camino hacia la puerta del local. Ya no tengo nada que hacer en Burger King. Vuelvo a llamarla. Esta vez al menos el teléfono repica, pero repica hasta que se activa la contestadora, hola, no puedo atenderte, deja tu mensaje. No dejo mensaje. No tengo mensaje que dejar, no hago nada dejando mensaje, sólo quiero saber si viene, si está viniendo, si continúo esperando o puedo irme. No puedo continuar esperando, al menos no en Burger King, claro que puedo irme, al menos del Burger King. Me voy. Salgo del local y camino hacia la parada del Metrobús. Camino con lentitud. Estoy completamente empachado. Podría ordeñarme refresco. No creo que pueda llegar a la parada. Tengo que caminar de Sur a Norte y en este lado del Guaire eso siempre se hace en subida aunque no parezca. El casi fri ri fil en mi cuerpo pone en evidencia toda la pendiente de la calle. Cada paso me cuesta más. Siento una puntada en el hígado. ¿Será el hígado o será un riñón? ¿El hígado queda del lado derecho o del izquierdo? La puntada es del lado derecho y me duele tanto que ya no puedo caminar. Me detengo a mitad de camino, no entre el local y la parada sino entre el punto Sur y el Norte porque en algún momento tengo que caminar hacia el Este. Intento resolver mi pesadez con un eructo. Y después con un segundo. Y un tercero. Detengo el cuarto, siempre hay que mantener cierta compostura, incluso después de haber hecho el ridículo esperando durante diez vasos de refresco a alguien a quien no debí ni siquiera aceptarle la cita. Vuelvo a caminar pero me detiene el sonido del celular. Es ella. Trato de sentarme encima de mi caja de Pandora. Pero igual se abre. Luis, estoy en el Burger King, me retrasé un poco, me perdonas, ¿verdad? Claro que la perdono, no tengo nada que perdonarle. Claro que te perdono, no tengo nada que perdonarte, tranquila. ¿Qué hago, te espero aquí mismo o trato de ir a donde estás? Espérame ahí, tardo como... Lo pienso bien. Quince minutos, le digo y cuelgo. Ahora la puntada es del lado izquierdo y se mueve de un lado a otro revolviéndome el estómago y me sube por el esófago y siento que mi garganta y mi boca se llenan de refresco y de rabia mal digeridos. No logro vomitar y termino tragándome el regurgitar de la absurda relación que tenemos y de la aún más absurda relación que sueño que tengamos. Respiro profundo tratando de quitarme el mal sabor de boca. Tengo los ojos vidriosos, no sé si a consecuencia de la reacción de mi cuerpo a tanto refresco o por la lástima que me tengo en estos momentos. Veo hacia el Sur, veo hacia el Norte. Dudo. La llamo. Sí, Luisito, dime. Pide un refresco, aprovecha que tienen fri ri fil. Cuelgo y sigo mi camino hacia la parada del Metrobús.

15 de noviembre de 2007

¿Gazapo fotográfico?

Interesante elección fotográfica la que el diario oficialista Vea realizó en su edición de ayer miércoles para hablar de la tensión reinante en la Universidad Central por las elecciones estudiantiles de este viernes 16. La foto de los pistoleros de Plaza Altamira, quienes en 2004 disolvieron a tiros una manifestación que protestaba contra los resultados del referéndum revocatorio presidencial, dando muerte a la señora Maritza Ron e hiriendo a otras doce personas, hecho por el cual están condenados, sirve para acompañar el artículo donde Tamanaco Lara, aspirante a la Secretaría General de la Federación de Centros Universitarios, alerta sobre los planes de "un sector golpista y fascista en la UCV, que quiere aprovechar las elecciones internas para realizar guarimba contra la reforma". ¿A qué se debió tan particular selección? ¿A un despistado diagramador que a falta de fotos del estudiante Lara decidió buscar en el archivo del periódico alguna imagen acorde con la noticia? ¿Se trata de una amenaza sin palabras para que no se desborden las tensiones que señala el periódico? ¿O más bien es una confesión de parte sobre quienes son los que están generando la violencia en estos días, dado que los pistoleros de la foto fueron plenamente identificados como simpatizantes del oficialismo?


14 de noviembre de 2007

El círculo vicioso del Poder Popular

El artículo 136 de la propuesta de reforma constitucional dice que el Poder Público se distribuye territorialmente en Poder Popular, Poder Municipal, Poder Estadal y Poder Nacional. Excelente, el Poder Popular es reconocido como la rama del Poder Público territorialmente más cercana a la persona. El problema es que ese Poder Popular carece de real definición y de atribuciones, ya que el Presidente de la República y luego la Asamblea Nacional -para hacer pasar la propuesta como una reforma y no como un proyecto que modifica la estructura de la Constitución- no agregaron lo que tenían que agregar: un sexto capítulo al título IV de la Constitución que se llamara Del Poder Público Popular.
Así, lo único que se tiene del Poder Popular es que se expresará constituyendo las comunidades, las comunas y el autogobierno de las ciudades a través de distintos consejos como los comunales, los de trabajadores, los estudiantiles, los campesinos, los artesanales, de pescadores, deportivos, de la juventud, de adultos, de mujeres, de personas con discapacidad y otros que señale la ley; lo cual lleva a la pregunta: una vez constituidas esas organizaciones populares, ¿qué expresión tiene el Poder Popular? Y después: ¿un Poder sólo tiene expresión de un tipo? ¿No tiene, por ejemplo, expresión legislativa constitucionalmente reconocida?
Por si fuera poco, el pueblo ejerce su soberanía a través del Poder Popular y ésta nace de la condición de grupos humanos organizados, convirtiendo la Soberanía Popular en una especie de círculo vicioso vaciado de contenido, porque la soberanía nace en tanto se es parte de un grupo organizado y se ejerce expresando la constitución de grupos organizados.
Sin un capítulo que lo defina y le dé contenido y quitándole significado a la Soberanía Popular, el Poder Popular que nacería de la aprobación de la reforma constitucional será un poder bastante cojo y disminuido, que dependerá en exceso (por no decir completamente) del contenido que el Presidente de la República le dé a través del artículo 16 de la reforma, de acuerdo a la nueva geometría del poder, con una serie de instancias político-administrativas por encima de las que el Poder Popular puede crear y que dependerán directamente de la voluntad presidencial.

11 de noviembre de 2007

Escuchado viernes en la tarde en la oficina...

"¿Viste esto?, hoy había que trancar una calle y no llevar a los niños pal colegio. Si están contando con que yo lea mis emails a tiempo, Chávez no se va a ir".

10 de noviembre de 2007

Un chiste muy viejo

-¿Por qué los chinos son amarillos?
-Porque mean contra el viento.
Eché ese chiste tan malo buena parte de mi vida. Lo tenía completamente olvidado, pero hoy regresó a mis recuerdos de la manera más inesperada. Continúo leyendo Red dust, del escritor chino Ma Jian, y en su viaje por el país-continente cuenta cómo subió a uno de los tres montículos de la tumba de la emperatriz Wu Zetian y desde lo alto trató de orinar pero el viento hizo que se empapara la cara. He pasado todo el día de buen humor por ese pasaje, cosa que no está de más, dados los días que hemos tenido en Venezuela.
Pero el libro de Jian no es solo chistes viejos. Una buena frase que me encontré un poco antes de que me sacudieran los recuerdos más tontos: ...cuando la gente no tiene ideales, el dinero no puede comprar felicidad sino olvido. Y otra que me encontré después: Mientras más libertad tienes para escoger tu camino, más difícil es el viaje.

8 de noviembre de 2007

¿Más poder para el pueblo?

Artículo 70: La participación y protagonismo del pueblo pasa a tener un fin, y único: la construcción del socialismo.
Artículo 71: Se aumenta de 10 a 20 el porcentaje de electores para solicitar el sometimiento a referéndum consultivo de materias de especial trascendencia nacional. Se agrega que lo expresamente regulado por la Constitución no puede ser sometido a referéndum.
Artículo 72: Se aumenta de 20 a 30 el porcentaje de firmas para solicitar referéndum revocatorio. Se aumenta de 25 a 40 el porcentaje de asistencia al revocatorio para que éste sea válido.
Artículo 73: Se aumenta de 25 a 30 el porcentaje de asistencia para que sea válido el referéndum sobre un proyecto de Ley en discusión por la Asamblea Nacional. Se aumenta de 15 a 30 el porcentaje de electores para solicitar someter a referéndum tratados y acuerdos internacionales y se le impone la condición de que un 30 por ciento del electorado tiene que asistir al referéndum para que éste sea válido.
Artículo 74: Se aumenta de 10 a 30 el porcentaje de electores para solicitar referéndum abrogatorio total o parcial de una ley. Si se trata de un decreto ley, el porcentaje requerido para solicitar el referéndum abrogatorio pasa de 5 a 30.
Artículo 112: Se elimina la garantía de la persona de dedicarse a la actividad económica de su preferencia.
Artículo 136: La soberanía del Pueblo nace de la condición de los grupos humanos organizados como base de la población y no del sufragio o de elección alguna (¿Incluye las elecciones personales, tomando en cuenta lo que sigue?). El Pueblo ejerce la Soberanía a través del Poder Popular; este Poder se expresa constituyendo las comunidades, las comunas y el autogobierno de las ciudades a través de diversos consejos señalados por ley.
Artículo 141: La administración pública deja de estar al servicio de los ciudadanos y pasan (porque ahora serán dos) a servir de instrumento de los poderes públicos para el ejercicio de sus funciones para la prestación de servicios.
Artículo 184: De comunidades y grupos vecinales organizados se pasa a comunidades organizadas, consejos comunales, comunas y otros entes del Poder Popular como destinatarios de la transferencia y descentralización de servicios, pero los mecanismos por los cuales se realizará esto dejarán de ser abiertos y flexibles.
Artículo 185: En la Norma vigente, los representantes de la sociedad organizada son miembros del Consejo Federal de Gobierno. En el Consejo Nacional de Gobierno que lo sustituiría, los voceros y las voceras del Poder Popular podrán ser convocados cuando así lo desee el Presidente de la República.
Artículo 341: Se aumenta de 15 a 20 el porcentaje de electores para solicitar una enmienda constitucional.
Artículo 348: Se aumenta de 15 a 30 el porcentaje de electores para solicitar la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, y desaparece la posibilidad de que la convocatoria la hagan los Concejos Municipales en Cabildo (según la Constitución, en su artículo 70 vigente y propuesto, el cabildo es una de las formas de participación y protagonismo del pueblo).

Si la nueva Constitución estuviera vigente...

...tal vez la única versión que tendríamos de lo ocurrido en la UCV sería la del ministro Carreño.
Solo se necesitaría declarar un estado de excepción para suspender el derecho a la información (ver actual artículo 337 de la Constitución y la versión de la propuesta). Ese estado de excepción sería regulado por un decreto que ni siquiera será evaluado en su constitucionalidad ni tendrá que cumplir con las exigencias, principios y garantías establecidos en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y en la Convención Americana sobre Derechos Humanos y duraría mientras se considere que las causas que lo motivaron continúen presentes, esto es, sin límite de tiempo (ver actual artículo 339 de la Constitución y la versión de la propuesta).

6 de noviembre de 2007

De nuevo una recomendación

Vuelvo a recomendar un análisis de Ricardo Sucre sobre la propuesta de reforma. Ricardo, desde su blog brinda buenos argumentos para desmontar la principal falacia de quienes están proponiendo el cambio del texto constitucional: que el mismo le otorga mayor poder al pueblo.

5 de noviembre de 2007

Baduel y los costos de la reforma

A las 6:30, cinco páginas de resultados al buscar el nombre Baduel en Google Blogs, daban cuenta del impacto que tuvo la aparición pública del ex ministro de la Defensa. El colapso de las páginas web de foros y de noticias, así como el continuo repique de teléfonos para comentar el hecho, confirmaban que las declaraciones del ministro, llamando golpe de estado a la reforma constitucional y pidiendo a los venezolanos que se opongan a ella votando No en el referéndum del 2 de diciembre, no solo son la noticia del día sino que la misma fue una auténtica bomba informativa. Y así lo demuestra el régimen, que resintió el golpe y tuvo que poner a sus aparatos comunicacional y paracomunicacional a desestimar las declaraciones de Baduel a través de ruedas de prensa, programas de televisión, páginas web y blogs, intentando convertir al ex ministro en una especie de personaje debilucho, dubitativo, que ya tenía tiempo jugando para el otro bando y que nunca estuvo demasiado comprometido con el régimen, en fin, un infiltrado y traidor.
Es muy pronto para siquiera atisbar el impacto que tendrá esta toma de posición de Baduel sobre el destino de la reforma, sobre todo porque una de las explicaciones que se está dando la gente es que se trata de un simulacro, de una puesta en escena para apuntalar la participación opositora en el referéndum, donde a palabras de Chávez el único enemigo es la abstención.
La única conclusión a la que puedo llegar es bastante baladí: el ex ministro le ha dado un giro completamente inesperado al momento político venezolano y las consecuencias de ello son muy impredecibles, independientemente de lo que digan los teóricos de la conspiración, siempre tan dados a mostrar como invencible a cualquier poder.
Mientras, las manifestaciones en las universidades continúan y la represión crece, en medio de puros dimes y diretes porque al parecer estamos viviendo un auténtico cerco informativo. Pero a la par de la represión, también crece la sensación de que esta reforma le está saliendo mucho más costosa de lo que pudo haberse imaginado el presidente Chávez. Y el costo puede ser la inviabilidad de su propio gobierno, cosa que sólo él puso en juego con su propuesta.

3 de noviembre de 2007

La teoría de las nubes

"Hacia las cinco de la tarde todos los niños están tristes: empiezan a entender lo que es el tiempo."
Quería compartir el comienzo de esta novela, La teoría de las nubes, de Stéphane Audeguy. Siguiente en la pila de lecturas por hacer, tenía tiempo sin encontrarme una primera oración que realmente me obligara a comprar y leer (que la relación entre ambos verbos no es de causa-efecto) una novela.