Buscar en la Pulga

30 de septiembre de 2010

Claro, pero Orsai también puede

Ahora le tocó el turno a Orsai: a través de un sentido artículo anunció su renuncia a sus columnas de opinión en los dos periódicos donde era firma habitual y a seguir editando libros con las casas filiales de Random House Mondadori. Como en casos recientes de escritores con éxito de venta que renunciaron a seguir publicando con casas editoriales tradicionales, no faltará quien señale que la movida de Orsai se debe a que él puede hacerlo debido a la resonancia que a través de sus espacios en Internet tiene cada vez que escribe. Pero en el caso de Orsai al menos dos cosas merecen la pena ser destacadas:
1-Orsai fue (es) un fenómeno social media. Su base de lectores la construyó en Internet y por ello las editoriales se acercaron a él para que publicara bajo un sello que le garantizaría presencia en las librerías de Iberoamérica. Que un grupo editorial como Random House no lo haya logrado mantener aunque sea contento, habla de un modelo de negocios que tiene problemas para brindarle buenos incentivos a quien representa su insumo principal: el escritor.
2-Orsai tiene una insatisfacción con su paso por las editoriales tradicionales que va más allá del "vender por cuenta propia". Lo que señala Orsai de Grijalbo es devastador para una industria editorial que, por ejemplo, en el libro Dublineses de Enrique Vila-Matas es considerada básicamente muerta. Que un editor cambie el equipo Racing por el equipo América porque el texto es para México, es tanto menosprecio por el lector como por el escritor. A ese trato para con él y para con sus lectores es a lo que renuncia Orsai.
Se percibe un importante molestar y resentimiento contra la industria editorial en cada una de esas renuncias a seguir publicando con la vieja estructura. No parece que sea el e-book o la autoedición la que está poniendo en peligro la supervivencia del sector editorial, es la relación autor-editor la que no anda nada bien.

29 de septiembre de 2010

Very good App

28 de septiembre de 2010

E-book Problem

25 de septiembre de 2010

E-book Virus

Jack Black en Alta Fidelidad

Cada vez disfruto más de la última escena de High Fidelity,donde Barry (Jack Black) sube a tarima junto a su banda y contra todo pronóstico interpreta el clásico de Marvin Gaye Let's Get It On.
La carrera de Black despegó gracias a ese papel y probablemente a esa escena final, donde mostró unas impresionantes dotes tanto de actor como de músico, porque se necesita ser muy bueno en lo uno como en lo otro para no perder personaje mientras se canta con esa calidad. Con el tiempo, Black ha terminado repitiéndose (bueno, así funciona Hollywood) y caricaturizándose en exceso, pero lo que hizo en High Fidelity siempre será especial:

24 de septiembre de 2010

Galería de gente social media: Jorge Gómez Jiménez

Esta sección bien pudiera llamarse Galería Jorge Gómez Jiménez, porque mucho antes de que el término social media se volviera omnipresente, Jorge llevaba años siéndolo. Todo comenzó con Letralia, la tierra de letras, revista literaria digital que nació en el temprano año de 1996. La fecha siempre me ha impresionado y ya una vez escribí sobre eso: si uno hace memoria, en 1996 Internet en Venezuela daba sus primeros pasos y uno de esos fue Letralia. Por si fuera poco, Letralia fue concebida no sólo como una revista literaria sino como una auténtica comunidad, una ciudad que se habita, que se vive, que tiene mapa y vasos comunicantes. Cuando un autor publica algún trabajo en un número de Letralia, obtiene su pasaporte y se convierte en ciudadano de la tierra de letras, pasando a formar parte de una red muy vasta, tal como se puede apreciar en la lista de firmas de Letralia.
Jorge, por supuesto, también tiene su blog, JorgeLetralia, y su página de perfil personal. Además, desde su cuenta de twitter se ha vuelto una fuente de información indispensable para aquellos que están interesados en el día a día del mundo de la literatura, así como también en noticias de los más variados temas.
Desde el principio, Jorge entendió que el oficio literario digital no consistía únicamente en escribir y publicar, sino tambíen en construir una auténtica red. Por eso, Jorge Gómez Jiménez tiene que ocupar un lugar destacado en esta galería. 

22 de septiembre de 2010

Post invitado

Hoy estoy de invitado en Afinidades Electivas. Muchas gracias por la oportunidad al buen amigo Daniel Pratt.
Con gusto te recomiendo que visites el blog de Daniel, no tanto por mi entrada sino porque el material que pone a tu disposición en su blog nunca tiene desperdicio.

17 de septiembre de 2010

Cuando seas famoso publicarás por ti mismo

Tras el sonado artículo de Ray Conolly, donde se preguntaba quién necesita editores, he leído y reseñado muchas opiniones y respuestas, por lo que me he ido formando una nueva opinión que quiero compartir aquí.
Cuando se habla de estos temas, suelen mezclarse muchos tópicos que no necesariamente lleven a la misma discusión. Por ejemplo, algunos hablan del futuro del libro y de la palabra escrita, otros del futuro del oficio del escritor y del editor, de la rentabilidad del negocio editorial, e incluso del futuro de las librerías y de las ventas de libros. Evidentemente, son todas aristas del mismo tema, pero cada uno lleva a darle primacía a ciertos aspectos de la discusión sobre otros.
Cuando un autor como Ray Conolly anuncia que no va a publicar más a través de editoriales tradicionales sino a través de sus propias redes y herramientas de autopublicación, la apuesta que está haciendo es bastante segura: de hecho, el anuncio de su decisión lo hizo en las páginas de The Guardian, obteniendo de inmediato la atención que necesita para que su nuevo libro sea conocido y apetecido. La inmensa mayoría de los autores que acudan a sus propias redes y herramientas de autopublicación lo harán en una escala muchísimo más pequeña y seguirán dependiendo más de su propia tozudez que de la atención del mundo para continuar con sus carreras literarias. Eso está más que claro. La decisión de Conolly es noticia porque se trata de Conolly.
La noticia no cambia las opciones de la inmensa mayoría de los escritores, pero tampoco es buena para las editoriales.
Si más escritores cuyo nombre es un seguro de ventas, deciden seguir los pasos de Conolly y de otros, como Seth Godin, el negocio editorial luce en vías a parecerse al béisbol de Grandes Ligas tras la llegada del modelo de agentes libres, donde unas organizaciones desarrollaban a sus jugadores sólo para que cuando alcanzaban la plenitud de sus carreras se fueran a organizaciones más poderosas en busca del gran dinero.
Como mi nombre garantiza las ventas por sí solo, entonces abandono a las editoriales, es un modelo que repercutirá en el sistema de relaciones del mundo editorial, para bien o para mal. En los contratos, en la publicidad, en las apuestas por títulos o nombres, la sombra de que "cuando seas famoso publicarás por ti mismo" estará ahí haciendo mella. De cómo convivan las editoriales con ese modelo dependerá que, si se me permite continuar con la comparación beisbolera, se conviertan en los Yankees de Nueva York, los Melizos de Minnesota, los Reales de Kansas City o los Expos de Montreal, por nombrar a un equipo con poder, a uno sin tantos recursos pero exitoso, a otro que es considerado un desastre deportivo actual y a uno que desapareció y que nadie recuerda.

15 de septiembre de 2010

Unattended market

La furia del cerrador II

Cuando el caso Francisco Buttó saltó a la palestra, escribí una entrada sobre la casualidad o no detrás de que Buttó fuera el tercer cerrador venezolano importante que tenía serios problemas con la justicia. En esa entrada me preguntaba si lo que veían los scouts y entrenadores en ciertos jugadores para convertirlos en cerradores, no sería esa furia que a la larga los metía en problemas en la vida real. Al escribir, también nombre contextual y elogiosamente a Francisco Rodríguez--presagio o pava.
A K-Rod, como lo llaman en Estados Unidos, le llegó el turno de ser arropado por la furia del cerrador. Tras una discusión con su novia y el padre de ella, el relevista estrella de los Mets de Nueva York golpeó a su suegro mandándolo al hospital y además se lesionó la mano, por lo que no ha podido volver a lanzar desde entonces. Por si fuera poco, en medio del juicio se supo que Rodríguez había violado la orden de restricción que pendía sobre él, ya que le envió numerosos mensajes de texto a su novia en los días posteriores al incidente. El caso está por decidirse en la corte, pero también en los diamantes: los Mets han optado por el bajo perfil, sin embargo, inmediatamente después del incidente la organización dio a conocer que intentaría no pagarle a K-Rod su salario por considerar que se trató de una lesión no deportiva, dejando también dudas sobre la temporada 2011, donde la continuidad del jugador con el equipo depende de algunas cláusulas contractuales. Pero dado que Rodríguez tiene 28 años, es uno de los mejores cerradores del béisbol y no se espera que tenga que mantenerse alejado del béisbol por mucho tiempo debido a su caso, lo más probable es que si los Mets encuentran la forma de prescindir de sus servicios, él recale pronto en otra organización. Veremos cómo se resuelve todo.
La primera vez que escribí sobre el tema, terminé recordando a Jorge Luis Borges, quien alguna vez dijo que dos es casualidad, tres es confirmación. Aquí, al parecer, hay que agregar: cuatro es ley.

14 de septiembre de 2010

Ad Sense no te lo pone fácil

Desde hace algunos meses, he estado intentando hacer rentable esto de producir contenidos en Internet. La verdad, soy algo flojo y no he hecho toda la tarea para convertirme en un SEO a toda prueba, pero puse mis ad senses en los blogs y he seguido algunos consejos sobre qué tipo de anuncios exhibir y dónde colocarlos, entre otras cosas. Por eso, también he estado pendiente de los anuncios que exhiben los blogs cuando entro en ellos. Los resultados en términos de facturación no son alentadores, pero lo más importante es que de estar pendiente de los ad senses me parece que en el sistema hay ciertas inconsistencias.
El principal ingreso que generean los ad senses es por el clic que se hace en el anuncio, es decir, a los sitios se les paga cuando los usuarios los abandonan. Es como si los equipos deportivos solo recibieran dinero por las vallas en los estadios cuando la gente deja de ver los juegos y se marcha del estadio a mirar o a comprar lo que la valla anunciaba. Esa lógica no es la misma de escribir con hipervínculos, aunque utilicen la misma tecnología.
Mis sitios de lejos no tienen el tráfico de los grandes, por lo que no sé cuánto les genera Ad Sense por el hecho de que el anuncio sólo sea visto. Sin embargo, en mis sitios se exhiben anuncios para ser vistos nada más. Claro, tienen su hipervínculo, pero ¿de verdad alguien cree que la campaña de Netflix a estas alturas es para que los usuarios ingresen al sitio y descubran de que se trata el asunto? Cada vez que uno de mis sitios exhibe el anuncio de Netflix suspiro por el clic que no llegará.
El algoritmo no es tan inteligente como nos hacen creer. El anuncio de WyzAnt, por ejemplo, no se desplegó en mis sitios sino hasta después de que me hice usuario del sitio. Así mismo, un par de servicios de newsletters comenzaron a desplegarse en los ad senses luego de que gugleé sus nombres para revisar lo que ofrecían. Si esa es la lógica con que se les están mostrando los avisos a mis visitas, bueno, pagarme por clic no tiene mayor sentido.
No sé si mi experiencia con Ad Sense se deba a que no estoy haciendo las cosas bien, pero estas impresiones que he tenido de la lógica con que funciona Ad Sense, me parece que atentan para que el modelo sea rentable, no para Google sino para mí.

13 de septiembre de 2010

Buenas publicidades

El anuncio apareció a un par de cuadras de la casa:

















El sitio web permite descubrir que se trata de una nueva comedia de adolescentes que no promete mucho. Pero la campaña ha sido bien divertida.

9 de septiembre de 2010

Galería de gente social media: Nathaly Edwards

Nathaly Edwards tenía el mismo problema de buena parte de los graduados universitarios estadounidenses de los años recientes: el mundo laboral para el que se prepararon ya no existe. Y después de enviar n cantidad de currículums y de asistir a varias entrevista sin mayores resultados, Nathaly comenzó a preguntarse qué estaba faltando. Pero para intentar responderse, Nathaly tenía algo a su favor: su red de contactos. Nathaly utilizó su cuenta en Facebook para preguntar cuántos andaban en la misma situación que ella. Al recibir una cantidad importante de respuestas dio el siguiente paso: crear un grupo llamado The Bench, donde los desempleados y subempleados podían compartir información y datos sobre cómo sobrevivir en una economía tan dura como la actual. El eslogan del grupo es particularmente divertido: "Put me in, coach. I'm ready to play."
¿Los resultados? Las reuniones del grupo tuvieron que ser suspendidas por la cantidad de gente que asistía, colapsando los lugares donde se encontraban--siempre cafés, donde el tono se mantenía casual y la red podía reforzarse y nutrirse. Mientras, en el grupo FB los miembros siguen compartiendo datos y técnicas para la búsqueda de empleo, para construir carreras como freelancers, para mejorar curriculums y perfiles, así como anuncios de empleo. Muchos de los miembros ya han conseguido recolocarse en el mercado de trabajo y la propia Nathaly anda bien ocupada con clientes fijos como escritora freelance. De la experiencia, sigue haciendo posts al respecto en su blog y quizás pronto vengan otro tipo de publicaciones.
Por haber utilizado su red para encontrar gente con un problema en común, ponerse a trabajar colectivamente en ello y no sólo hallar respuestas sino compartirlas, Nathaly Edwards merece un lugar en la Galería de Gente Social Media.

5 de septiembre de 2010

The Bridge


En mi opinión, al documental The Bridge de Eric Steel, le faltó algo de dimensión social, de política pública. Después de todo, entre las historias de los saltadores, uno observa todo un aparato institucional en acción: policías que intentan disuadir a los saltadores del puente, policías que se llevan arrestados a quienes no logran saltar, barcos de la guardia costera que recogen víctimas. El qué piensan, cómo actúan y cuánto le cuestan a la ciudad de San Francisco esos esfuerzos, es una arista que despertó mi curiosidad y que no es tocada por el documental. Pero cada quien hace el documental que quiere, y ya el hecho de poner tu cámara apuntando al Golden Gate esperando por potenciales saltadores es suficientemente controversial como para pedirle a Steel la versión oficial.
Pero de todos los testimonios que presenta el documental, hay uno que destaca: el del niño de la familia que visitando el Golden Gate en plan de turistas, fueron testigos del salto de una mujer. El niño, de unos 11 años, relata cómo la mujer tenía cara de gorila, a lo que su mamá reacciona diciéndole que no dijera tonterías. Interesante mecanismo de defensa. En sus recuerdos, el niño ha vuelto no-humana a la persona que vio saltar del puente. Ese niño relatando lo que vio y cómo lo recuerda, es lo más impresionante de un documental ya de por sí sumamente perturbador.

3 de septiembre de 2010

Signing Books

1 de septiembre de 2010

Narrador mediático

En el cuento del mes de agosto, narré la historia desde el punto de vista de los medios, como si alguien desde la comodidad de su hogar estuviera siguiendo los últimos acontecimientos de un escándalo en pleno desarrollo, tal como buena parte de nosotros hacemos cuando se destapa un escándalo y no somos protagonistas del mismo. Así, la historia se construye a través de lo que distintas fuentes de información van diciendo sobre los hechos. Se trataría de una especie de narrador omnisciente, pero no del todo, es un narrador mediático que para contar la historia depende de los distintos canales y fuentes a los que acude el lector. Por eso, cuando a través de un correo alguien me comentó que el cuento estaba un poco confuso porque no quedaba claro quién leía, me sentí satisfecho y desolado a la vez.
Después de todo, quién lee, quién mira o quién presencia una realidad mediática es una pregunta que en la era de los mass media nadie se hacía, salvo alguno que otro estudio de mercadeo. Pero en los tiempos de social media la realidad mediática es un proceso de construcción selectiva, un usuario entra a unas páginas, mira unos canales, realiza unas búsquedas, mientras otro usuario entra a páginas completamente distintas, mira canales totalmente diferentes y realiza búsquedas diametralmente opuestas. Por eso, que esta persona me preguntara quién leía fue un acierto de la narración mediática que escribí, el que no obtuviera respuesta en el texto fue un desacierto.
No sé si pueda resolver la situación. Dejar en claro quién lee me parece que obligaría a romper el narrador mediático y recursos como un usuario activo en chats o recibiendo correos creo que podría resultar igual de confuso o débil, pero sigo pensando y quizás llegue a una solución y realice algunos cambios. Por lo pronto, el texto seguirá como está, con un lector que a falta de mejor respuesta era yo y esa fue la versión del escándalo que construí accediendo a los medios y fuentes que suelo frecuentar y, sobre todo, no accediendo a los medios y fuentes a los que nunca asisto. Si no has leído, te invito a leer lo que yo leí. Además, ya está disponible el texto de septiembre, espero que lo disfrutes.