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25 de agosto de 2011

A World without Jobs


22 de agosto de 2011

A que no adivinas en quién pensé...

...cuando vi la portada de este libro:

12 de agosto de 2011

El justo instante en que se perdió la batalla de opinión pública en Londres

No soy de los que tienen una explicación de por qué sucedió en Londres lo que sucedió, ni pretendo justificar la actuación de las autoridades o la acción de los manifestantes durante los disturbios. Mi única impresión es que hayan tenido o no razones para salir a la calle, quienes lo hicieron perdieron una importante batalla de opinión pública, y para mí la derrota llegó justo con un disparo, pero no de arma de fuego sino de cámara fotográfica.

La foto de Aaron Biber, de 89 años, en medio de su barbería destruida durante los disturbios, indignó a tanta pero tanta gente que ya ninguna explicación sobre las condiciones de vida de los jóvenes en los barrios pobres de Londres tuvo la misma magnitud o interés desde entonces. La causa por Aaron Biber es un resultado inesperado de los disturbios de Londres y ya ha recolectado casi 31 mil libras esterlinas para ayudar al barbero a reconstruir su negocio, como se puede ver en el blog que se creó para tal fin.

La espontaneidad y sinsentido que acompañó a muchos de los que salieron a la calle en estos días en Londres no les permitirá aprender lección alguna. Pero aquellos que sí buscan enviar un mensaje al mundo desde Londres o desde cualquier otro lugar, tienen que darse cuenta de lo difícil que es hoy en día librar toda batalla de opinión en una época donde no hay manera de controlar desde dónde salen mensajes y tampoco de saber a dónde llegarán pues en el destino menos pensado ese mensaje puede tener una fuerza nunca antes conocida.

En todo momento y lugar puede surgir una foto, una grabación, un tuit, una página web que eche por la borda todo lo logrado o lo que pretendemos lograr por nuestra causa. Eso no debe llevarnos a la parálisis, pero sí a ser mucho más creativos en la reacción ante estos eventos que son esperadamente inesperados: no sabemos en qué forma ni cómo ni dónde ni cuándo van a suceder, lo único que sabemos es que van a suceder. Responder con integridad, con consciencia, con habilidad y con pertinencia a la foto de Aaron Biber de nuestra causa, es la verdadera comunicación estratégica de estos tiempos.

7 de agosto de 2011

No veas tus Analytics

Lo acepto, el titular es sensacionalista, porque la verdad no se trata de no leer las Analytics de tus sitios sino de hacerlo con cierto orden y objetivo. La mayoría de nosotros entramos a Google Analytics y vemos las estadísticas del último día, la última semana, el último mes o el último año, contados a partir de ese momento en el que estamos viendo las Analytics. Volvemos al día siguiente y lo mismo, volvemos dentro de dos semanas y de nuevo, en un continuo que en realidad no permite observar ni rastrear del todo bien lo que está sucediendo con las visitas que recibimos.

Mi recomendación es que a Google Analytics y a cualquier otro sitio o aplicación de medición se debe entrar de dos maneras:
1-Con períodos predefinidos de tiempo.
2-Con hitos de comparación prestablecidos.

Los periodos predefinidos de tiempo ayudan a comparar momentos que se consideran significativos y no en el continuo a la postre caótico que nos da Google. Definir el día del mes, de la quincena o de la semana en que vamos a medir, o medir un día después de postear (si postemos poco), cada diez o veinte posts (si postemos mucho) para comparar con el período que pasó entre post y post o entre veintena y veintena de posts.

Los hitos de comparación prestablecidos permiten incorporar en nuestro análisis momentos relevantes que Analytics no registra. La fecha exacta de cada post, la fecha en que retuiteamos el post, la fecha en que nos retuitearon el post, son momentos que se deben conocer de antemano para que Analytics diga todo lo que puede decir. Así como también la fecha de eventos importantes que creemos pudieran afectar o no el comportamiento de las visitas a nuestro sitio.

Tomando en cuenta esos dos detalles, las estadísticas cobran mucha mayor relevancia que si nos limitamos al Día, Semana, Mes y Año contados desde el momento en que estamos en el sitio que nos ofrece Analytics.  

4 de agosto de 2011

De cómo crear una falsa verdad en estos tiempos

La noticia más sonada de los días recientes resultó ser falsa. No hay relación entre el navegador de Internet que se utiliza y el coeficiente intelectual. ¿Lo habrá entre el CI y creer a pie juntillas una información porque dice citar un estudio? En periódicos y blogs aparecieron una y otra vez notas que afirmaban que los usuarios de Internet Explorer tendrían menor CI que quienes utilizan otros navegadores, y la gente comentó y compartió esas notas en Facebook, Twitter, Google+ y en donde tuvieron oportunidad. Ahora que AptiQuant develó que se trataba de una mentira cuyo objetivo era dejar sentado que el Explorer es incompatible con los estándares de la actual Internet y lograr con ello que algunas personas dejen de utilizar el navegador de Microsoft, no queda sino pensar un poco en lo sucedido:

1-Impresiona la facilidad y el automatismo con que dieron por cierta y contrastada la noticia en lugares que basan su negocio en la veracidad y confiabilidad de las informaciones que lanzan. Cableras, cadenas de noticias, periódicos, sitios web, repitieron la noticia tal como venía sin siquiera preguntarse sobre el valor de una información así. En un momento dado, la noticia comenzó a ser tomada de fuentes secundarias, lugares prestigiosos como Mashable ya habían mordido el anzuelo y sirvieron de garantía sobre la veracidad y pertinencia de la información. A partir de ahí fueron pocos, muy pocos, los que se molestaron en ir a la fuente original y hacerse preguntas. La mayoría dio por hecho que ese trabajo ya había sido realizado en otro lugar.

2-Más impresionante aún, la facilidad con que muchos consumidores compraron el contenido. Los comentarios más comunes en distintos blogs y foros fueron del tenor "no se necesitaba un estudio para saber eso". Por simple probabilidad, muchos de los que tenían que contrastar la noticia antes de publicarla también pensaban de esa manera, por lo que la dieron de inmediato por cierta. La mayoría de quienes leyeron la noticia la contrastaron con su propia idea del asunto. Como coincidió con esa idea, dieron la noticia por cierta.

3-Al momento de escribir esto, la noticia original en Mashable había sido tuiteada 7272 veces, había recibido más de 15 mil Likes y 857 +1. El desmentido en el propio Mashable andaba por los 969 tuits, los 315 Likes y los 44 +1. Claro que el primer artículo tiene 5 días y el segundo apenas uno, pero es presumible que el grueso de esos tuits, likes y +1 se hayan recibido en los primeros días de publicación y que la velocidad con que se comparte baje con el tiempo. En todo caso, veremos cómo sigue la cuenta en tres días. Mientras, en el sitio de Aptiquant, el desmentido iba por los 121 tuits, 179 likes y 44 +1. La velocidad de circulación de la información falsa fue mucho mayor que la de su desmentido.

Al menos tres hipótesis puedo sacar de este nuevo evento de engaño masivo:

1-Consumimos información de muchas y muy sofisticadas maneras, pero nuestros mecanismos de contrastación siguen siendo los mismos que los de la época en que Orson Welles engañó a los nuyorquinos con su representación radial de La Guerra de los Mundos. La autoridad que le damos a la fuente es nuestro principal mecanismo de contrastación.

2-Una información tiene muchas más posibilidades de propagarse si conecta emocionalmente con la visión de las personas sobre el tema de la información. Habría que estudiar cuántas veces se compartió la noticia desde navegadores Explorer. Una información falsa tendrá mayores probabilidades de volverse verdad oficial si la base de la información ya está en las personas.

3-La directa siempre será la mejor vía para enviar un mensaje. Hoy, los cerebros de AptQuant pueden estar felices o preocupados por la dimensión que alcanzó su pequeño experimento de divulgación, pero lo cierto es que a raíz del mensaje que elaboraron nadie está hablando de las deficiencias del Explorer como navegador. Las campañas de información indirecta y las de intriga corren muchos riesgos de desviar la atención de la gente hacia el tema que no es.

3 de agosto de 2011

El mensaje electoral

Aquí comparto otra de las presentaciones que utilizaba en mis clases de comunicación política. Este, del mensaje electoral, utilizaba como parte de él unas caricaturas editoriales del Newyorker, que solía citar adecuadamente en clases pero en estos momentos no tengo a mano la referencia de los autores. En unos días, añadiré a este post esa información.

2 de agosto de 2011

En 30 minutos o menos

Como narrador en Internet, una de las cosas que más me gusta probar son historias por entregas. Lo hice hace mucho tiempo en este blog, con El asesinato del Avatar (increíble, apenas en 2007 Second Life era el futuro inevitable) y luego en Twitter primero, en Facebook después, con Gatubellísima.
Ayer comencé una nueva historia, 30 minutos o menos, que haciendo honor a ese gusto por la narración a cómodas cuotas tiene como eslogan "una historia por entregas sobre entregas". Te invito a leer esta historia de repartidores de pizza, visitando en30minutosomenos.tumblr.com.