Buscar en la Pulga

31 de octubre de 2007

Secretos en el asfalto

Como Chesterton, que dijo que el mejor lugar para esconder una hoja es un bosque, y Borges, que lo entendió perfectamente y escondió un libro en una biblioteca, creo que la persona que botó los diskettes en la calle se deshizo en alguno de ellos de un secreto que no podía ser descubierto. Resabios de una tecnología obsoleta, ni siquiera aquellos que buscan la vital información se detendrán a recoger los diskettes y para ver si se encuentran con el contenido deseado correrlos uno a uno en sus computadoras. Pronto, el aseo urbano pasará y el secreto del hombre que desparramó los diskettes en el asfalto estará completamente a salvo.

Hombres y mujeres de Del Monte, ¡venid!

Ya utilicé la imagen, pero creo que vale la pena insistir en ella: El Hombre de Del Monte era un personaje que nos legó una campaña publicitaria que duró años. Se trataba de un señor muy blanco vestido de blanco, zapatos blancos, pantalón blanco, camisa blanca, sombrero blanco, que llegaba en helicóptero a los sembradíos de una república, no necesariamente Venezuela, que lucía muy bananera. Al bajarse del helicóptero, siempre impecable, siempre inmaculado, los campesinos le traían una muestra de la cosecha. Expectantes, miedosos, sumisos, los campesinos esperaban a que el Hombre de Del Monte revisara los maíces o los guisantes, y hasta que el Hombre de Del Monte no daba su visto bueno, los campesinos no se relajaban y no celebraban el resultado de la cosecha. El Hombre de Del Monte era su certificado de calidad, directamente llegado desde el Imperio, y así como había llegado se marchaba en su helicóptero sin siquiera barro en la suela de los zapatos.
No me interesa Naomi Campbell, lo que sí me llama la atención es este afán de la oligarquía revolucionaria, de recibir certificados de calidad desde el Imperio. Como auténticos Hombres y Mujeres de Del Monte, intelectuales de mayor y menor valía, artistas de cualquier disciplina, modelos y personajes de la farándula más fatua, viajan desde el Imperio en sus aviones o helicópteros, visitan un par de lugares y obras, les muestran un par de planes, declaran lo impresionante que son los cambios del país, y se van, dejando su certificado de calidad del Proceso Revolucionario.
¿Qué espera lograr el gobierno con tantas visitas de Hombres y Mujeres de Del Monte? ¿Satisfacer viejas vanidades? ¿O son más ambiciosos y esperan, por ejemplo, que en medio de una discusión con opositores sus partidarios digan "hasta Naomi Campbell lo ve y tú te niegas", o que alguien diga "ahora que Naomi Campbell lo constató, yo sí creo en los cambios"? Si éste es el caso, no sé, me parece que debe haber operaciones de propaganda un poco más efectivas.

28 de octubre de 2007

Fabiola y un error adicional de Farruco

De los comisarios del régimen, quizás el más eficiente sea el ministro del poder popular para la cultura. Con imprenta, casa del disco, villa del cine, megaexposiciones, concentración de instituciones culturales y todo tipo de encuentros y festivales llamados alternativos, a la vez que rompe con sectores, gremios y figuras del sector cuando y como le da la gana, ha puesto a disposición del gobierno un aparato de producción cultural y propagandística a prueba de divergencia y desviaciones de las posturas oficiales. ¿A cambio de qué? De poca cosa, de meter algún afiche suyo de contrabando en las megaexposiciones, de publicar un libro con sus garabatos y desvaríos, de firmar volúmenes de la literatura universal como si fueran suyos, de realizar un evento donde pueda declamar poesía o de escribir un guión y que la Villa del Cine lo produzca. Pero eso no es suficiente, eso no lo diferencia de cualquier otro creador del montón que llega a cargos de gerencia cultural e intenta que la burocracia y el presupuesto público hagan por su obra lo que el talento no pudo. Y sobre todo, no lo distingue como revolucionario a toda prueba.
Por eso, Farruco Sesto es implacable: Apenas sale a la luz una crítica, un cuestionamiento o incluso un gazapo sobre las políticas culturales del gobierno, el Ministro actúa con fiereza, atacando sin distingos de ningún tipo y poniendo en su lugar a aquel que haya osado cuestionar a la revolución. Escritores de fama mundial, editores de larga trayectoria, cineastas, críticos de arte, periodistas experimentados y periodistas que comienzan su desempeño profesional, todos han sido víctimas de encendidas respuestas o argumentaciones por parte de Sesto, sin que éste haya medido el peso del contrario o de la situación, no le hace falta, si critican o se equivocan son contrarrevolucionarios, fascistas de ultraderecha que solo merecen el escarnio y el desprecio.
Pero por no diferenciar rivales ni peleas, el ministro Sesto se metió en una que no le pertenecía y quizás en el futuro pueda llegar a arrepentirse de ello.
Porque las denuncias de Fabiola Colmenares sobre su salida de Venevisión debido a razones políticas, eran un asunto entre ella y el canal. Colmenares, como mecanismo de defensa y de presión, lo ventiló públicamente y formó un escándalo no muy distinto de tantos otros que hemos vivido en esta época de radicalización partidista. Por ello, el asunto iba a terminar siendo uno más de esos diretes que han acompañado la relación de los medios con su personal y con el gobierno, igual que la salida del aire de ciertos periodistas, siempre señalada como ejemplo de las presiones del gobierno, siempre sin demasiada evidencia para desmentir que se tratara de una decisión autónoma y en nombre de un casting, del rating o de la preventa de los canales.
El tiempo olvidaría este escándalo más temprano que tarde, pero Farruco Sesto decidió meterse, y en unas líneas que al día de hoy todavía se pueden leer en la página web del ministerio (...) de la cultura, se pregunta si haber incluido a Fabiola Colmenares en la película Miranda regresa fue un error cometido por su despacho. Sesto comienza su pieza reivindicándose como la gestión más amplia e inclusiva de la historia burocrática del país, para luego achacarle a Colmenares, "personaje menor del fascismo criollo" su autoexclusión. Según Sesto, la actuación de la actriz los ha puesto a reflexionar sobre la utilización de los espacios y las producciones del Estado, pero muy inteligentemente no menciona cuál es la reflexión sino que pasa a preguntarse si a partir de ahora tendrán que cuidarse de abrirle esos espacios a gente como Fabiola Colmenares y desvía su argumento hacia el hecho de que Colmenares es una actriz comercial, por lo tanto, deduzco yo, alienada por el imperio. Él deja la pregunta abierta porque, claro, la palabra la tiene el pueblo, la decisión la tiene el pueblo y Sesto, como soldado que es, la acatará, pero deja en claro que no permitirá que sus espacios, los espacios del pueblo, sean utilizados para atacar al proceso Revolucionario.
Sesto nos brinda un documento oficial donde un funcionario declara que está instaurando la discriminación política como criterio de su gestión, un documento que debe ser guardado como una prueba más de las responsabilidades políticas que sobre el destino de Venezuela va acumulando la oligarquía revolucionaria que dirige el país.

27 de octubre de 2007

Verdaderas últimas palabras

Mantenía seis o siete conversaciones a la vez mientras revisaba páginas de noticias y de música; por eso sólo accedí al mensaje cuando ya el estado de Manuel era desconectado. Sus últimas palabras lucían verdaderas últimas palabras: Entraron en mi casa, quieren matarme, ayúdame por favor. Busqué algún otro indicio de la gravedad de la situación, pero fue poco lo que pude hacer desde este lado de la pantalla. Quizás estaba chateando con otras personas, alguien que estuviera más cerca, tal vez en su misma ciudad; yo, no tuve más posibilidades que enviarle un correo electrónico preguntándole si estaba bien, mientras que por teléfono intento explicarle a un policía del que apenas hablo su idioma que en algún lugar de esa ciudad pudiera estar ocurriendo un asesinato.

25 de octubre de 2007

Información golpista

La cosa es más o menos así: Si en la Reforma Constitucional propuesta y aprobada por la Asamblea sin presentársela a los venezolanos (al menos el presidente Chávez guardó las formas en eso), criticas que se haya anulado el derecho a la información durante los estados de excepción, es porque evidentemente quieres enviar y recibir información contraria a los intereses del Estado durante esas circunstancias o eventos de emergencia de la República, lo cual significa que eres alguien que está pensando en atentar contra la República y sus instituciones, eres un conspirador golpista. Y como pensar en conspirar en el futuro es conspirar desde ya, significa que todas las críticas que puedas hacerle a la Reforma Constitucional son parte de un plan conspirativo, un golpe de estado contra la Reforma. Tremendo debate, tremendo consenso, tremendo régimen de opinión. Cada vez más me doy cuenta de que no me equivoqué, que mi primera reacción frente a la propuesta de reforma constitucional era y sigue siendo la única que me podía permitir y que cualquier intento de discusión era y sigue siendo hacerle el juego a un macabro simulacro. El referéndum, por desgracia, se me asoma la última parte de ese macabro simulacro, lo cual me deja ante un dilema que no quiero siquiera plantearme; si quieres plantéatelo tú.

Halloween según los franceses de 1300






En la vidriera de una cadena de librerías especialmente decorada para Halloween, la saga de Felipe IV el Hermoso y sus herederos, Los Reyes Malditos, escrita por Maurice Druon, es presentada como una lectura muy propicia para las celebraciones de la Noche de Brujas.


Bueno, hay una maldición y muchas muertes no explicadas, pero creo que los lectores que acudan a estos libros esperando historias de miedo y terror que no dejen dormir o que se puedan contar en una noche de campamento, quedarán un poco decepcionados.

Como quedarán decepcionados si leen este blog los empleados de la librería, que al verme tomar las fotos parecían celebrarlo, "mira lo bonita que nos quedó, hasta le están tomando fotos" me dio la impresión que decían.


24 de octubre de 2007

Bailando con las estrellas

No se pierda nuestro show que ahora enfrenta a dos equipos claramente identificados. Por un lado, las estrellas de Hollywood que han certificado la calidad revolucionaria del proceso. Danny Glover bailará la conga, Sean Penn, la lambada, el baile de fuego, y Kevin Spacey el merengue. Por el otro, los artistas que se han visto afectados por sus posiciones contrarias al proceso o por expresiones que se consideren ofensivas a la revolución o a su líder. Alejandro Sanz bailará el reguetón, Fabiola Colmenares el disco music y adelantándonos a las reacciones, Juanes nos mostrará sus habilidades en la cumbia. Atentos a nuestras promociones, que sin duda el número de bailarines pronto aumentará.

23 de octubre de 2007

Lentos los días

El sonido de los golpes de los dedos contra el teclado es lo único que se escucha. Nadie habla, nadie tiene nada que decirse. La suma de hartazgos nos ha dejado a todos sin palabras: unos están hartos del país, otros del trabajo, hay alguno harto de sus compañeros y sin duda alguien debe estar harto de sí mismo, que es el más común de los hartazgos pero el más difícil de aceptar.
¿Mi hartazgo? Una mezcla, tengo atragantado al país y su maniqueísmo, aunque no me considero inocente: hace mucho tiempo que la intransigencia es mi única contribución al clima de enfrentamiento insensato que permanentemente amenaza con arrojarnos por la borda como sociedad; pero también tengo atragantado el trabajo, una suma de actos que se explican sólo porque son parte del trabajo que se explica por esa serie de actos y que parecen no tener nada que ver con el mundo que sucede fuera de la oficina.
Pero los rumores de ese mundo llegan a través de la pantalla de mi computadora, las noticias sobre la marcha universitaria contra la reforma constitucional comienzan a aparecer. Por un breve instante se rompe el tedio en la oficina: un par de comentarios sobre la pertinencia de marchar y sobre el futuro del país, del trabajo, de los compañeros, de uno.
Pronto, la lentitud del día vuelve a imponerse y otra vez el sonido de los dedos contra el teclado es lo único que se escucha.

20 de octubre de 2007

Urica

Levantó la mirada y pensó en la historia que le contaban de niño en Oviedo, aquella de un caballero que espantó a los moros incluso después de muerto. Quiso gritar, decirle a sus llaneros que lo pusieran de nuevo sobre el caballo, pero la sangre le inundó la garganta y el miedo que despertaba sólo con la articulación de su nombre comenzó a disiparse en la sabana mientras los patriotas huían derrotados pero felices.

15 de octubre de 2007

Industria Cultural

Se me hace muy difícil tocar el tema de la eliminación del reconocimiento constitucional a la Propiedad Intelectual por parte de la Asamblea Nacional, porque la Propiedad Intelectual es un gran paraguas bajo el cual entran muchos conceptos y figuras jurídicas muy precisas y complejas como derechos de autor, copyright, patentes, entre tantos otros, que son resultado de y dan origen a luchas muy diferentes, como la del software libre; la de la retribución a los pueblos, en especial los indígenas y aborígenes, por el uso de sus conocimientos ancestrales; la del acceso a medicamentos de personas y países pobres; la que por estos días libran los guionistas hollywoodenses a punto de irse a huelga; la de cualquier escritor por vivir de lo que escribe o pintor por vivir de lo que pinta; y hasta la de Guillermo Arriaga por la definición de autoría en una película.
Pero antes de iniciar cualquier debate sobre la medida, hay que contextualizar quién la está tomando. El gobierno que desconocerá la propiedad intelectual es un gobierno que presume de una imprenta que puede producir 20 millones de ejemplares al año, de unos estudios de cine en los cuales aspira realizar 80 películas al año, y que acaba de anunciar para el 15 de noviembre la inauguración del Centro Nacional del Disco, con capacidad para producir 28 mil copias diarias.
Según el asambleísta Carlos Escarrá, "Lo que se está suprimiendo es la explotación comercial capitalista, porque eso no es derecho cultural", y la explotación socialista, digo yo, está bien garantizada con esta industria cultural en manos del Estado.

12 de octubre de 2007

Chiste comunista

En el libro Red Dust de Ma Jian, me encontré este interesante chiste:

Un niño le pregunta a su padre: Papi, ¿por qué tenemos una foto del Camarada Mao pero no una del Partido Comunista? Y el papá responde: ¡Porque el Partido Comunista no es humano, niño gafo!

Más adelante, una frase no menos interesante, viniendo de alguien que trabajaba haciendo fotos para la propaganda china: Cuando trabajas para el Partido, tienes que aprender a falsificar la realidad.

10 de octubre de 2007

Licencia para amarte

Yo no pedí una vida contigo, tan solo minutos de tu tiempo: un poquito hoy; mañana tal vez; pasado mañana seguro; cuando puedas; cuando te haga falta; cuando necesites de mí; cuando no tengas a más nadie; cuando no tengas nada que hacer; como siempre; como de costumbre; como para hacer algo distinto; como quien no quiere; ¿cómo? ¿ahora? Y los minutos se fueron acumulando y sumaron días, semanas, meses y años hasta que llenaron la agenda de tus recuerdos y tuviste que empezar a escribir en la del futuro. Fue cuando te pregunté si estábamos juntos. Y te diste cuenta de que sí.

9 de octubre de 2007

Violando desde ya la Constitución

El Presidente dio con la clave: La jornada de 36 horas semanales y 6 horas diarias se resuelve trabajando 8 horas de lunes a jueves y simplemente saliendo al mediodía el día viernes, liberando la tarde del viernes para que el país se dedique a actividades culturales, deportivas, sociales, turísticas, recreativas, en fin, para el cultivo espiritual de los individuos. Pero tal decisión demuestra dos cosas: la poca comprensión que los venezolanos, incluso los mismísimos proponentes, tenemos del proyecto de reforma constitucional y la predisposición a compensar esa falta de comprensión con violaciones a la reforma aún por aprobar.
Porque el Presidente intenta ser tajante en su proyecto de reforma. Así, el artículo 90 del mismo dice: A objeto que los trabajadores y trabajadoras dispongan de tiempo suficiente para el desarrollo integral de su persona, la jornada de trabajo diurna no excederá de seis horas diarias ni de treinta y seis horas semanales y la nocturna no excederá de seis horas diarias ni de treinta y cuatro semanales. Ningún patrono o patrona podrá obligar a los trabajadores o trabajadoras a laborar horas o tiempo extraordinario (...)
Si la discusión sobre la reforma estuviera enmarcada en un clima de sosiego y de creación de consensos entre los venezolanos, habríamos podido darnos cuenta de que el proyecto no dice que la jornada semanal durará 36 horas sino que no excederá de esa cantidad, dos cosas completamente distintas, porque si se trabaja 30 horas por semana se está completamente dentro de la norma. Tal disposición lo que busca es garantizarle el descanso semanal a los trabajadores que laboran en empresas o negocios que no se detienen ni siquiera sábados y domingos, como fábricas o tiendas de centros comerciales. Pero ni el propio Presidente se ha dado tiempo para releer su proyecto y sacarnos del error de interpretación. Por el contrario, se sumerge en él y da su solución mágica, explicada en el Aló Presidente de este domingo 7 de octubre: 8 horas de lunes a jueves, 4 el viernes. Sin embargo, esa solución violará el propio artículo 90, porque la norma es clara: la jornada de trabajo diurna no excederá de 6 horas diarias. Si proponer que trabajemos 8 horas de lunes a jueves no es una invitación del Presidente a que violemos la Constitución por venir, yo no sé qué es.
Esta alocución presidencial devela el espíritu que guía el proyecto de reforma: una serie de artículos redactados confusamente, con conceptos por definir y con supuestos difíciles de cumplir y hasta de conocer, que producirá la mayor de las discrecionalidades, donde la palabra del Presidente será la verdadera Constitución, independientemente de que esa palabra vaya en contra de la propia letra Constitucional.

8 de octubre de 2007

Blogs para pensar


Hace poco me di cuenta que Hay que estar vivo pa' ver vainas me había nominado, por lo que además de expresarle mi público agradecimiento, hoy cumplo con mi cuota, reseñando cinco blogs que me hacen pensar.
Mesa de Trabajo: El blog de Ricardo Sucre, siempre con un análisis muy atinado sobre los confusos tiempos que corren. Quizás debería actualizarlo más de una vez al mes, pero la extensión de los artículos hace perfectamente comprensible la periodicidad.
El Liberal Venezolano: Escrito a varias manos, cada vez que este blog toca el tema del dinero y de la inflación, me hace cuestionar mis decisiones financieras.
El subrayado es nuestro: El blog más reciente de Héctor Torres, de no haberlo abierto hubiera puesto aquí Ficción Caracas, pero la novedad se impone. Una colección cada día más interesante de fragmentos sobre la creación y el oficio del escritor.
Saparapanda: El blog de Diego Rojas Ajmad combina la investigación documental con la creación literaria de una manera amena y siempre interesante.
Cuadernos de Cine: Siempre con retos al lector que convierten el enterarse sobre las novedades cinematográficas en un trabajo de re-creación.
Aunque bien visto, todos los blogs que siempre visito son blogs que me invitan a pensar, así que mi lista se amplía a la que está en el menú de la derecha.