Buscar en la Pulga

29 de septiembre de 2009

Sesgo

Tanto trató de dar el mismo peso e importancia a todos los puntos de vista, para al final darse cuenta de que simplemente estaba sesgado hacia el centro.

28 de septiembre de 2009

Timeoutline

Por indiferentes, sus followers lo salvaron: decidió no suicidarse al ver que nadie hizo RT a su nota de despedida.

27 de septiembre de 2009

Vigencia

Como en Venezuela los sucesos políticos se dan a una velocidad que los hace imposibles de digerir, el discurso del movimiento estudiantil en la Asamblea Nacional pareciera que fue hace muchísimo tiempo, pero apenas fue hace poco más de dos años. Hoy, un párrafo que destaqué en su momento, tiene más vigencia que nunca y sería bueno rescatarlo:

"...exigimos, con la misma entereza y con la misma fortaleza, que se vele y se garantice el derecho a elegir. Entendiéndose el derecho a elegir desde lo más simple como el derecho de decidir qué ropa usar, qué comer y qué ruta tomar para ir a su trabajo. Hasta lo más complejo como elegir su culto, su ideología y sus autoridades políticas. Pasando también por su derecho a elegir qué desea leer en el periódico, escuchar en la radio y ver en la televisión. Pues esa decisión debe recaer finalmente en el individuo, en el ciudadano, no en el Estado y no en el Gobierno. Ese derecho a elegir lo que más nos satisfaga es el que hace al hombre verdaderamente libre, es el que hace al hombre verdaderamente humano, ya que una vida sin elecciones, una vida sin decisiones, tiene poco de vida, tiene poco de libre y tiene poco de humano".

25 de septiembre de 2009

Dendrocronología de libros

Salvo que se trate de uno de esos bibliófilos, o quizás bibliomaníacos, cuyas bibliotecas crecen indetenibles como la hierba mala, las bibliotecas personales pueden ser leídas como el tronco de un árbol: los anillos de libros nos dicen los distintos periodos por los que pasaron sus dueños, las etapas de rápida adquisición de nuevos ejemplares, los momentos de estancamiento, la época en que la biblioteca cesó por completo su crecimiento y adquirió su forma final y definitiva. Pero a diferencia de los árboles, los aros de la biblioteca no están fijos, se presentan discontinuos a los ojos de quien los explora, obligándolo a armar una especie de rompecabezas concéntrico que una vez completado mostrará no la historia de la biblioteca sino de su dueño.

24 de septiembre de 2009

I concurso microrrelatos Biblioteca Severo Ochoa

Elogio de la librería como fuente de inspiración

Sí, no le temo a la palabra inspiración, le temo a no tener nuevas ideas o proyectos y un sitio muy bueno para buscarlos es la librería, con sus montones de libros la mayoría de los cuales ni siquiera despiertan mi curiosidad. Pero unos pocos me llaman la atención abriéndome un mundo que no imaginaba, un mundo que se multiplica y reproduce frente a los ojos, que pasa de las letras impresas a la realidad de los sueños a una velocidad tal que quizás no necesite de una lectura completa del libro, quizás ni siquiera sea necesario que el libro me acompañe fuera de la librería. Porque puede ser un título, una frase, el nombre de un capítulo, la oración inicial, o el párrafo azaroso que saltó tras una hojeada.
Ese azar es solo posible en la librería tal como la conocíamos hasta hace poco. En la librería digital el azar es producto de nuestra lógica, lógica de cursor y click, de cookies y programación, por eso nadie cree en los mensajes que nos señalan como afortunados visitantes número qué importa. El libro que nos encontramos porque se parece a nuestras búsquedas anteriores, porque otros visitantes hicieron consultas similares, porque un algoritmo lo trajo a nosotros, tiene menos posibilidades de sorprendernos que el libro que de pronto destaca ante nuestra vista porque un cliente anterior lo dejó mal colocado en la pila. Incluso las novedades que me presentan en un mensaje electrónico son menos novedosas que las que encuentro en la librería porque las primeras intentan parecerse a mí y las segundas no saben quién soy yo.
En la librería encuentro autores, títulos y frases completamente ajenos y por ello extraordinariamente fascinantes. De ahí saco nuevas ideas, nuevos proyectos, algunos imposibles de explicar desde mi trayectoria de lecturas y autores predilectos. Otros, son perfectamente lógicos en esa trayectoria, cobran pleno sentido tras el azar que los produjo.

20 de septiembre de 2009

Chicago Rumba Flamenca

18 de septiembre de 2009

Best interruption ever

14 de septiembre de 2009

Inicio a la lectura de encuestas

Las encuestas sirven para saber algunas cosas. Para otras, no. Para una cosa que las encuestas son particularmente acertadas es para conocer tendencias de voto; la famosa pregunta: Si las elecciones fueran hoy, ¿por cuál candidato votaría usted?

Por el contrario, para una cosa que las encuestas no funcionan nada bien es para saber lo que la gente está pensando más allá de lo que responde en la encuesta. De ahí que para engañar a una encuesta lo mejor es responder todo exactamente al contrario de lo que se piensa. Claro que una golondrina no hace verano y para que la encuesta arroje como resultado no la foto sino el negativo del momento de opinión, todos y cada uno de los encuestados tendrían que actuar de la misma manera.

Pero solemos interpretar silencios y creemos que somos muy buenos haciéndolo. Por eso, a los encuestadores y expertos en opinión pública les gusta ir más allá de las respuestas de la encuesta para encontrar razones que sustenten esas respuestas, aunque la encuesta no las haya pedido, y razones que sustenten las no respuestas. Entonces, los vemos explicar los motivos detrás de los no sabe/no contesta o incluso detrás de la negativa a contestar la encuesta.

En tiempos electorales, esas explicaciones llegan en la forma de los siempre publicitados anuncios de tendencias de voto ocultas, que están ahí presentes no en los porcentajes de apoyo a cada candidato sino en los no sabe/no contesta o en los que dicen que no van a votar. Ese voto oculto permitiría que el día de las elecciones el candidato que ahora luce condenado a una derrota inevitable termine siendo el triunfador.

La mejor técnica para estar seguros de qué candidato o qué opción no va a ganar unas elecciones, suele ser buscar el candidato o la opción que esté apelando al voto oculto para sustentar sus posibilidades de triunfo.

12 de septiembre de 2009

La cueva

La expedición no estaba yendo nada bien. El grupo pensaba que la Cueva Húmeda sería la puerta a insospechados descubrimientos zoológicos, botánicos y geológicos. Pero durante dos días de recorrido lo único que habíamos visto era yeso y más yeso. Claro que había estalactitas y estalagmitas produciendo hermosas formas. Pero no estábamos para disfrutarlas, queríamos especies no contactadas o formaciones endémicas. Entonces encontramos que la galería terminaba en una laguna que amenazaba con convertir a nuestra expedición y a la Cueva Húmeda en la decepción espeleológica del lustro.
Cuando terminó el análisis del agua, nadie se sorprendió con el resultado: agua corriente, alguna dureza pero nada en concentraciones que la hicieran no apta para humanos o que permitiera instalar un spa en la cueva. Llenamos las cantimploras no porque lo necesitáramos sino como un gesto de protesta y frustración y yo comencé a enfundarme el traje de buceo. La última esperanza de la expedición era que esa laguna tuviera una salida y que del otro lado hubiera algo que contar.
Me sumergí lentamente, tanteando que la cuerda de seguridad estuviera bien ajustada y que la lámpara funcionara. La laguna tenía unos quince metros de diámetro y, lo descubriría en pocos minutos, unos cuatro metros de profundidad. Recorrí palmo a palmo las paredes y cuando estaba a punto de darme por vencido, como a tres metros de profundidad vi una pequeña cavidad en la pared lateral. Tras dos pequeños tirones a la cuerda me dieron más metros y al recibirlos no pude sino imaginar la expectante alegría del equipo: la esperanza se estaba midiendo con la longitud de la cuerda. Entré en la cavidad y mi decepción no cupo en ella, no por lo grande de la decepción sino por lo pequeño de la cavidad. Apenas podía estirar las piernas y para recorrerla con la lámpara no tenía más que moverme en mi propio eje.
No había nada que buscar allí. Sin embargo, el material de las paredes de la cavidad era otro, no el del resto de la cueva sino uno casi esponjoso. Intenté romper un pedazo de las paredes para llevármelo conmigo y que pudieran analizarlo, pero cuando ya casi lograba desprenderlo, el lugar comenzó a temblar como si aquel pedazo fuera el centro de gravedad de toda la cueva.
Lleno de pánico, traté de salir de la cavidad, pero el orificio se movía arriba y abajo como si toda la tierra se estuviera sacudiendo. De pronto, las paredes comenzaron a ceder debajo de mí y la cavidad comenzó a vaciarse de agua. En segundos ya no hubo nada que me sostuviera y caí al vacío un par de metros hasta que la cuerda de seguridad me detuvo como a un ahorcado. No duraría mucho tiempo así. Si la cuerda no se rompía, la tensión que me producía en el pecho me mataría de la asfixia. Mi única posibilidad era que la cuerda fuera lo suficientemente resistente como para poder treparla de vuelta y que al otro lado todavía estuvieran mis compañeros de expedición listos para regresar por donde llegamos.
La cuerda estaba resbalosa, empapada, extrañamente sentí como si estuviera hecha del mismo material de las paredes de la cavidad. Supe que no podría treparla más que unos metros, así que me dejé caer lo que había subido y aquel corto salto al vacío me llenó de una profunda calma. Fue entonces que vi la perturbadora imagen del gigante enmascarado cortando la cuerda. “Es un varón” lo escuché decir justo antes de que me golpeara.

11 de septiembre de 2009

Diálogo gramatical

-¿Cuáles son las palabras agudas?
-Son las que se escriben formando con la línea un ángulo menor de 90 grados. Ya casi no existen, con los procesadores de palabras prácticamente solo existen palabras rectas.
-Pero palabras torcidas hay bastantes, estamos viviendo unos tiempos de grandes malentendidos.
-Estás hablando de otra cosa, de la permanente confusión entre las palabras graves y las llanas. O son graves, serias, rotundas, o son llanas y superficiales. Si uno dice una palabra llana y alguien la toma como grave se puede formar un gran lío.

8 de septiembre de 2009

Parejas de Hollywood

Los Blues Brothers:


Los Red Brothers:

4 de septiembre de 2009

El suicidio adolescente: el gran enemigo Jedi


Tatooine - Enviado especial. "Que la Fuerza te acompañe" suele ser el deseo de un caballero jedi al despedirse. Es el mejor de los deseos, siempre y cuando la Fuerza no se vuelva en contra de uno, cosa que al parecer está sucediendo con frecuencia alarmante entre los jedis más jóvenes, cuya tasa de suicidio es casi cuatro veces más alta que la de los adolescentes no jedis. Tal es la dimensión del problema que un informe que está circulando en el Alto Consejo Jedi concluye que de no revertirse la tendencia, la Orden Jedi podría extinguirse incluso sin la intervención del verdadero Lado Oscuro de la Fuerza.
De hecho, ese es parte del problema. De tanto proteger a los aspirantes a caballeros jedi del Lado Oscuro, la tradición jedi ha olvidado un enemigo más poderoso: el yo interior, que al volverse en contra de sí mismo es indetenible y sumamente autodestructivo. Para dejar clara la diferencia, el Lado Oscuro de la Fuerza es proselitista, quiere incrementar sus filas y busca a los más débiles para ello; el yo interior autodestructivo se aprovecha también de la debilidad pero le tiene sin cuidado la propia supervivencia. La Orden Jedi está entrenada y preparada para enfrentar al Lado Oscuro, mas contra el yo interior se está viendo completamente indefensa.
Una decisión ejecutiva
El problema comenzó con la guerra civil de la Galaxia, actualmente llamada Guerras Clónicas. Las exigencias de un conflicto armado llevaron al maestro Yoda, con el apoyo del Consejo Jedi, a tomar decisiones que en retrospectiva han minado tanto la moral como las capacidades de los caballeros jedi. Ante la superioridad numérica de las fuerzas separatistas debido al uso de los droides de batalla, Yoda permitió la utilización de clones como tropas de la República y cambió las reglas de formación caballeresca de la Orden. Así, de la noche a la mañana, la educación jedi se masificó y disminuyó los años de escolaridad, rompiendo la íntima relación entre un maestro y su aprendiz.
Como ejemplo de esta profunda e improvisada transformación, sirve el caso de Obi-Wan Kenobi. Después de años junto a su maestro Qui-Gon Jinn, sólo obtuvo el grado de caballero tras la hazaña de derrotar en dura batalla al sith Darth Maul. Pero hoy en día, un salón jedi a cargo de Yoda puede tener hasta diez aspirantes y son ordenados apenas muestran un mínimo dominio sobre la Fuerza.
Las consecuencias
Niños son arrancados de sus senos familiares a una tierna edad para ingresar en internados jedi improvisados donde no hay las mínimas condiciones para convivir con la Fuerza. Entrenados y ordenados sobre la marcha, caballeros jedi mal preparados tienen que enfrentarse a una guerra cruenta y a la cual no se le ve un fin cercano en el horizonte galáctico. Así, las tentaciones vienen no del Lado Oscuro sino del yo interior y pensamientos como "me quiero morir" o "es mejor acabar con todo esto" se convierten debido a la Fuerza en deseos inmediatamente mortales. Los caballeros jedi más jóvenes están siendo diezmados no por los droides de la Confederación de Sistemas Independientes sino por sus propios pensamientos. Los jedis abandonan los campos de batalla sin bajas significativas pero regresan a ellos masacrados por sí mismos.
Cuando intentamos contactar al maestro Yoda para que declarara sobre el problema, no sólo se negó a hablar con "Los Dos Soles" sino que intentó utilizar la Fuerza para cambiar nuestro reporte, pero como periodistas nosotros estamos protegidos por la Verdad y nuestro lema "Nada oculto en la Galaxia" nos guiará en nuestra búsqueda del desenlace de esta historia.

(Foto: Maestro Yoda. Archivo de Los Dos Soles)

3 de septiembre de 2009

Juliette Lewis: buscando palos donde ahorcarse


La fama de Juliette Lewis se fue diluyendo en la medida que los años le cobraban una factura que no me atrevería a tildar de merecida. Porque actores y actrices con registros limitados hay por montones y a algunos la apuesta por el mismo papel les dura hasta que el maquillaje no puede ocultar las cirugías (Meg Ryan) o mientras las glorias pasadas tapan las salidas fáciles del presente (Robert De Niro). Pero Lewis apostó por la rebelde sin causa; por la joven borderline siempre a una decisión de tener una vida normal o de perderse en los peores senderos del destino; y por la adulta que se niega a salir de la adolescencia y que resuelve la incongruencia entre lo que hace y lo que se espera de ella estallando en una furia incontrolable contra el mundo. Por eso, cuando uno recuerda la carrera de Lewis pareciera que hubiera dejado de actuar en 1999 o algo así, pero no, lo que pasó a comienzos de la década de 2000 es que el aspecto de mujerniña la abandonó y con ello se esfumaron el tipo de papeles en que brilló. Desde entonces ha estado tratando de construir una carrera de actriz secundaria respetable, sin todavía mayores glorias pero donde se ha dado el lujo de matar algunos fantasmas, sobre todo el de Mallory Knox, cuando, por ejemplo, apareció como invitada en la serie My name is Earl, e hizo el papel de una cazarecompensas que es fácilmente derrotada por su perseguida, pareciendo decir "Juliette Lewis ha muerto, larga vida a Juliette Lewis".
Como parte de ese proceso de reinvención, Juliette Lewis ahora también es cantante y acaba de sacar su segundo disco, llamado Terra Incognita, que por el título pareciera ser una declaración de principios. Y sin embargo, los terrenos que pisa Lewis no lucen tan desconocidos, porque su voz sorprende, es la voz con que cantarían sus personajes más recordados, y la banda que la acompaña le da la atmósfera apropiada. Vale la pena darse al menos un paseo por este intento de Juliette Lewis por mantenerse vigente y no despacharlo sin el beneficio de la duda con que solemos desechar los experimentos musicales de actores venidos a menos.

1 de septiembre de 2009

Amor al trabajo

Yo me alegro cada vez que un compañero no hace bien sus labores, pero no tengo ni malas intenciones ni agendas ocultas, todo lo contrario, lo hago por amor al trabajo: soy el corrector de estilo de sus textos; si los escriben sin imperfecciones yo paso por ellos como un simple lector y entonces cómo demostrar mi dedicación y mi valía.