Las finales no son para analizarlas, son para sufrirlas y cómo sufrimos con ésta, de fútbol feo, trabado, de excesivo nervio, de músculos ateridos y cerebros poco claros, pero sobre todo de pega, de pierna dura en la media cancha y de entradas brutales. Van Bommel y de Jong, que en este espacio yo llamé carniceros, hoy fueron más allá de eso y ambos debieron ser expulsados, e incluso el primero logró lo inaudito, sacar de sus casillas a Iniesta quien se jugó la expulsión al reaccionar ante el enésimo pisotón de van Bommel; menos mal que el árbitro no vio una acción merecedora de roja en la sacada de pecho de Iniesta cuando a su lado pasaba van Bommel, pero pudo haberle mostrado la roja porque en este mundial se vieron agresiones igual de leves que los árbitros se las comieron debido a la reacción del supuesto agredido.
Iniesta siguió en cancha y siguió creyendo en su toque, en el toque de Xavi y en el toque de Cesc. Al final, se les dio una, Cesc combinó para Iniesta y éste la clavó en el fondo de la red. Una, solo una necesita España. 1 a 0 ganaron todos los partidos de la segunda ronda, nunca necesitaron más porque todos los partidos de la segunda fase fueron cuestión de cuándo la pelota entraría para el gol español. Sí, en todos los partidos hubo algún peligro, y en éste Holanda estuvo a punto en el cara a cara de Robben con Casillas que pudo desviar con el pie, aunque fue más Robben quien se la pegó en el pie a Casillas. Pero los partidos siempre se plantearon de la misma manera: España es la que propone, España es la que juega, España es la que intenta y el fútbol la premió, más tarde que temprano en varios de los partidos, pero con justo resultado.
Holanda tuvo en Sneijder el gran ausente. Terminó casi jugando al lado de van Bommel y de de Jong y sólo pudo darle un par de balones a Robben que con sus corridas estuvo a punto de cambiar el destino del partido. Pero Sneijder fue poco en el partido más importante. Y sin Sneijder, la media cancha de Holanda es rústica, por decir lo menos, no tiene cómo construir nada. En el poco aporte de Sneijder el día de hoy se le fue a Holanda cualquier esperanza de llevarse el mundial. Y con todo y eso, 116 minutos aguantaron, porque esta selección está construida para eso, para aguantar mientras Sneijder encuentra a Robben. Pero primero, Cesc encontró a Iniesta.
Ganó el mejor equipo del mundial, no siempre pasa, pero España lo fue y terminó ganándolo. Gran Mundial, gran ciclo, campeona de Europa y campeona del mundo en estos dos años inolvidables para el fútbol español.
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