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9 de septiembre de 2008

Informar e Informal

Para ir de la estación del tren a la casa, tenemos que tomar un autobús que sólo sale a ciertas horas. La primera vez que tuvo que tomarlo, Olivia no sabía ese detalle y se encontró con una estación llena de autobuses de los cuales no podía tomar ninguno y tenía que esperar más de una hora por el correcto. Pero uno de los conductores se apiadó de ella y le dijo que se subiera en su autobús. Al terminar la ruta asignada, el conductor hizo un desvío y dejó a Olivia en medio de una avenida a tres cuadras de la casa, rápida y furtivamente, aprovechando el rojo del semáforo y a pesar de que no había parada indicada: por momentos nos sentimos de nuevo en Caracas, donde la regla de los autobuses y carritos es que no hay regla ninguna con tal de obtener el mayor número de pasajeros y poder hacer rápidamente el mínimo de dinero diario que le exigen al conductor el dueño del carrito o la cooperativa de transporte para que a partir de ahí haya alguna ganancia para él.
Estuve dándole vueltas en la cabeza a esa pequeña diferencia entre ambos lugares, uno donde a pesar de la rigidez que reina en el ambiente alguien se da el lujo de hacer una excepción, y el otro donde a falta de cualquier claridad la excepción quedó convertida en regla. Entonces me di cuenta que entre Informar e Informal solo hay una letra de diferencia y es más que suficiente. El conductor le informó a Olivia que el autobús que tenía que tomar salía en tantos minutos y por eso pudo hacer la excepción. En el otro caso no hay información que dar porque no hay información conocida salvo la que da la experiencia, "el carrito que tienes que tomar es aquél", "ese carrito pasa muy de vez en cuando", "creo que tienes que hacer esa cola", "pregúntale al del quiosco que ése sí conoce todo lo que sucede por aquí" y de inmediato todo se vuelve informalidad.
¿Cuál sistema funciona mejor? Para ser sincero, todavía no estoy seguro, pero puede ser cosa mía que entre tanta formalidad me siento extrañamente perdido, como si los vacíos de información fueran la información que en verdad necesito.

2 comentarios:

LuisCarlos dijo...

Primero, me saludas a Olivia con mucho cariño.
Segundo, creo que el sistema formal es muy aburrido, desesperante, agobiante.
Debe ser horrible vivir en un país con certezas. Con razón esa gente habla tanto del clima. Pero la fortuna es esa, los pequeños resquicios por los cuales caotizar un poco la vida para sentirse en casa.
Aquí me he quejado mucho de la falta de información, ¿pero quién quiere llegar antes o a tiempo a algún sitio? ¿no es más bonita esta noción del "y pico"?

Luis Alejandro Ordóñez dijo...

Hola, ya le comenté a Olivia, me dijo que te va a saludar por otras vías, FB quizás.
Ni aquí parecieran vivir cómodos del todo con el exceso de certezas, creo que esa es la razón por la que siempre me huelo cierto placer detrás de cada referencia a la recesión. Aunque para ser sinceros, mientras más te alejas de la gran ciudad más rígidos los ritmos y tiempos, más predecibles, por eso hay que huir de los suburbios.