Hoy, con motivo de las elecciones en Portugal, un analista portugués explicaba que los portugueses viven y han vivido seguros de que el futuro de su país nunca será tan grandioso como el pasado, y por eso terminan evadiendo los retos del presente. Me pregunto si eso no nos explica perfectamente a nosotros los venezolanos. Nunca Venezuela será tan grandiosa como cuando nació como país. Demasiado pequeña para nuestras ambiciones, salimos a liberar otros países y regresamos prisioneros de nuestra grandeza. Doscientos años más tarde, el presente nos fastidia, nos queda pequeño, porque queremos ser tan grandiosos como en el pasado y para ello Venezuela sigue siendo escenario insuficiente. Paradójicamente, el presente cada vez es más aterrador para aquellos que no aspiramos ser tan grandiosos como fuimos sino tener una vida más o menos digna en los años por venir.
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