En el número más reciente de Poets & Writers, le preguntan a Audrey Niffenegger, autora del best seller The time traveler's wife, sobre los problemas que tuvo con agentes y editores porque estos consideraban que su trabajo caía en el género de ciencia ficción, y ella respondió lo siguiente:
"No hay razón por la que la ficción tenga que ser equivalente a la pintura realista. No hay razón para que todos los escritores de ficción del mundo tengan que pretender que son Richard Estes. ¿Por qué no ser Hieronymus Bosch? ¿Por qué no Max Ernst? Uno puede hacer lo que sea en una ficción. No hay un asunto ético que te ate a la exactitud del reportaje. Entonces, ¿por qué los monos no pueden volar? ¿Por qué no podemos vivir en un mundo donde todos comen naranjas rojas? En la ficción debe haber un elemento de experimentación y la gente que tiene problemas con eso me recuerda a los niños que en el bachillerato llevaban, no sé, La guerra y la paz con ellos, solo para que los vieran llevándolo. Esos niños sentían que estaban siendo juzgados por lo que leen y querían que sus lecturas parecieran de un alto propósito e incuestionables. Pero no hay razón, por ejemplo, para que Kafka no sea considerado un escritor de ciencia ficción. Un hombre que se convierte en insecto, ¡vamos! Calvino es tan escritor de ciencia ficción y fantasía como Tolkien. También Borges. Yo simplemente no entiendo por qué la gente es tan ridícula acerca de estas etiquetas".
Play cumple cinco años
Hace 4 años.
2 comentarios:
Brillante respuesta de Niffenegger... y con ese apellido difícil y todo.
Saludos, Luís.
Excelente, y al parecer, como de costumbre, no se puede juzgar a la novela por la película y ese libro se ha llevado buenas críticas amén de las ventas.
Muchos saludos
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