Estamos en la era de las Aplicaciones. Todos los negocios parecen estar metidos en ofrecer aplicaciones para que la gente, a través de cada vez más numerosas opciones, accedan a un contenido o producto en línea. Los canales de televisión y las transmisiones deportivas son algunos de esos negocios. Mi trabajo me ha llevado a buscar nuevas maneras de acceder a contenido deportivo y son unas cuantas. El béisbol de grandes ligas ofrece su paquete, la NBA también, la UEFA lo hace, ESPN, todos con accesibilidad desde el dispositivo que se prefiera y con opciones de interactividad muy interesantes. No he averiguado mucho más allá de los precios y tampoco he hecho bien la tarea de ver cuántos de estos servicios hay que adquirir antes de que el paquete deportivo de las compañías de cable de mi zona comience a valer la pena. Lo que sí me extraña (la verdad no tanto) es la pasividad con que las proveedoras de cable están asistiendo a esta revolución en la distribución y acceso a los contenidos.
Una oferta no engañosa pero casi
Las compañías de cable suelen ofrecer un gran paquete básico de nosecuantos canales, generalmente unos 80. No hay engaño en ello, ochenta canales tendrá quien adquiera el servicio. El problema está en los canales que suelen abultar el número para llevarlo a la cifra ofrecida. Muchos canales de ventas, canales religiosos, canales de videos, canales infantiles, canales que ni siquiera su público potencial los necesitan en tan alta cantidad. Por ejemplo, aunque uno sea de los que ve la misa por televisión, no es mucho lo que se hace con los canales de religiones que no son la propia. Pero eso a las cableras les ha tenido toda la vida sin cuidado y su oferta de servicios más personalizados suele ser simplemente agregar paquetes prestablecidos por un precio adicional al de la oferta básica. Ese modelo no tiene mayor sentido desde hace años, pero las operadoras de cable hicieron poco o nada por cambiarlo y ofrecer planes verdaderamente a la medida, "yo quiero solo estos cinco canales, cuánto me cuesta". Son otros los que están ofreciendo algo con lo que le hubiera ido muy bien a las operadores de cable si ellas mismas lo hubieran ofrecido.
De eso se está hablando poco. Se habla más de cómo la industria de la música perdió el control sobre la distribución de sus contenidos y el negocio cambió para siempre. Se habla también de las editoriales intentando entender un mundo donde el libro impreso puesto en un local a un precio fijo es tan solo una más de las opciones del comprador. Además, se habla de cómo Blockbuster está en vías de extinción debido a nuevas maneras de llevarle películas de alquiler a la gente. Pero no he visto o he estado poco atento a los que están hablando de cómo el hecho de que alguien baje una aplicación para ver ESPN en su tablet sin tener que adquirir el paquete básico más el deportivo de una cablera, pudiera estar contándole los días al negocio de la televisión por cable. Comenzaré a estar más atento a ello.
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Hace 4 años.
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