La revista Orsai ya va por su segundo número y ha vuelto a resultar todo un fenómeno, al menos según lo que nos informa desde su sitio Hernán Casciari. El éxito de la revista muestra a las claras que hay mucha gente ávida de contenido de calidad, que quiere leer buenos textos en ediciones cuidadas. Pero también demuestra lo importante que es la forma en que se hacen llegar esos textos a las personas. La innovación más grande de la revista no está en su contenido sino en su forma de distribución y en la manera cómo construyeron un sistema para estar disponibles a la mayor cantidad de lectores. Orsai dio una lección que todos aquellos que estamos metidos en eso de llegarle al público deberíamos aprender.
Sí, la distribución pensada en llegar a lectores y no simplemente en llegar a las estanterías, esa es la primera clave del éxito de la revista Orsai. La mayoría de las experiencias editoriales siguen pensando que es suficiente con estar en las librerías o en los grandes almacenes o en los primeros lugares de las búsquedas en Internet. Pero la relación más preciada hoy en día es la directa con el público y Casciari la llevó a un extremo interesantísimo, al convertir al lector en parte responsable y directa de la distribución de la revista. Algunos dirán que en el fondo se trata de un sistema de suscripciones, pero yo respondería que la urgencia detrás del hecho de que la revista estará solo donde hay lectores pidiéndola e involucrándose en recibirla, va mucho más allá de la suscripción. El suscriptor espera tranquilo en su casa, el lector de Orsai se activa para recibir el próximo número.
La avidez que por el próximo número genera ese rol de lector-distribuidor es alimentada por Casciari en un proceso de curaduría pública, que para mí es la segunda clave del éxito de la revista. Casciari genera expectativas, habla del número por venir, lo muestra en abrebocas, da razones personales para que cada uno de los textos, de los autores, de los ilustradores estén ahí. Son pocas las publicaciones periódicas que hacen eso, la mayoría se limitan a salir burocráticamente en la fecha determinada. Las editoriales hablan muy poco o mantienen en secreto su proceso. Pero la rutina no es buena amiga en estos tiempos de acceso ilimitado y exceso de opciones, Casciari lo sabe y por eso muestra que su trabajo de elaborar cada número no es para nada rutinario. Si la revista es especial, todo su proceso tiene que serlo y Casciari se toma muy en serio el trabajo de mostrar lo único e irrepetible que será el próximo número de su revista. Así, al llegar a los lectores, estos saben que tienen algo especial en las manos o en la pantalla y hay que detenerse ante ello.
Claro que la presencia de Casciari, escritor de culto, facilita mucho esa labor de mostrar el proceso y de construir la expectativa necesaria para el lanzamiento del próximo número. Los seguidores de Casciari, que más que fanáticos son devotos del autor, son la tercera garantía del éxito de la revista Orsai.
"Ya que me siguieron antes, síganme en este proyecto que va a estar muy bueno", así prácticamente fue que comenzó a hablar Casciari de su revista. Sus devotos se activaron, otros más se interesaron, luego Casciari los involucró en la distribución de la revista y los mantiene al tanto de la construcción y elaboración de cada número, en un círculo virtuoso de éxito editorial.
Play cumple cinco años
Hace 4 años.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario