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12 de agosto de 2006

Dos clases de tonto

En general, devolver algo prestado es bastante difícil. Ropa, herramientas, utensilios de cocina, cosas de oficina, toda una gama de objetos que suelen salir con facilidad de nuestras manos y que al necesitarlos de nuevo es muy probable que vayamos a buscarlos donde suelen estar, y que solo al no encontrarlos en ése ni en ningún otro sitio recordemos que los habíamos prestado y nunca los devolvieron. Pero con esos objetos nadie se tomó el trabajo de componer aforismos como "hay dos clases de tonto: el que presta unas tijeras y el que las devuelve", "hay dos clases de tonto: el que presta una camisa y el que la devuelve" o "hay dos clases de tonto: el que presta un sartén y el que lo devuelve", no, la condición de tonto a la hora de prestar y de devolver algo es exclusiva de quien lo hace con un libro. ¿Será simplemente que el aforismo del libro se compuso primero y ya no tenía sentido hacer uno para el destornillador, la linterna o el pirex, objetos tan útiles y que inesperadamente pueden necesitarse, que dejar de tenerlos a disposición parece sin duda una tontería? ¿O en la forma que poseemos un libro hay algo que no se compara con la posesión de otros objetos que convierten el deshacernos de los libros en un sinsentido?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Claro, el libro ocupa el primer lugar, eso es indiscutible. Pero que no lo devuelvan es un “mal menor” que poco cuenta sobre las tragedias de por qué no lo regresaron. Cosas como que lo perdieron (Es un cuento verídico…)

Y en todo caso, falta decir que los CD’s son un material de uso exclusivo. Una vez que salen de casa, probablemente, jamás retornen. Curiosamente, los dos objetos son como pequeñas ventanas al sentir del mundo y al gusto personal.

Luis Alejandro Ordóñez dijo...

tienes toda la razón, el CD es muy parecido al libro en ese sentido. Comparto tu respuesta, tanto el libro como el CD se convierten en ventanas al mundo interior de alguien, cuando prestamos libros y discos estamos más bien invitando a la persona a que se lleven un poco de nosotros. Creo que escribiré más al respecto en otra entrada. Muchas gracias, Jamsg, por tu comentario.