En la última película de Superman no tomé partido por el héroe, ni siquiera por el villano (que en este caso, cosa inusual, no resultó más interesante, complejo y seductor que el propio héroe), mucho menos por la amada del héroe (demasiado histérica e insoportable para mi gusto); tomé partido por Richard, personaje prescindible y secundario, abnegado marinovio de Luisa Lane, padre responsable y cariñoso de un hijo que no es suyo y que todo el mundo cree que sí, perdidamente enamorado de una mujer que lo compara con un tipo que vuela y que es considerado la salvación de la humanidad, rival de un superhéroe tan dotado que tiene que utilizar los interiores por fuera y que después de perderse por cinco años le basta una frase hecha para poner a la Luisa de nuevo a suspirar y a dudar de su actual relación. Richard, mis respetos.
2 comentarios:
No, por Dios!! Richard es el más guevón. Ese ha tenido que agarrar el avión y estrellarlo contra el cristal de criptón hecho roca!! o echar a super por la borda!! cualquier cosa menos quedarse como pendejo, pero bueno creo que luisita valía la pena lo suficiente.
El hijo!!! el hijo es de otro!! De nuevo, qué humillante!!!
¿Sabes mi personaje favorito de la película? La esposita de Lex. Ella sí es lo máximo, con estilo y buen corazón, te digo que luisita debería tener la personalidad de esa señora para yo casarme con ella y que me acompañara en todas mis fechorías. El cielo, mi amigo.
Estoy contigo, la esposa de Luthor se roba el show, y al final hace más por salvar el mundo que el propio Superman. Estuve toda la película ligando que Richard hiciera algo, por lo menos que agarrara un pedazo de kriptonita y se lo guardara en el bolsillo para posteriores usos. Pero cualquier cosa que hiciera contra Superman lo fregaba frente a Luisa, que competencia tan desleal pal pobre. Por eso, mis respetos.
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