
Asomarse por una de sus ventanas y encontrarse con ella en su sinuosidad no es para nada casual. Muro de contención en el pasado, las barreras aún hoy persisten en un pueblo que durante toda su historia solo ha necesitado verse a sí mismo.
Una pulga no puede picar a una locomotora, pero sí llenar de ronchas al maquinista... Así Libertad le explicaba a Mafalda el sentido de luchar por causas perdidas.
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