Una pulga no puede picar a una locomotora, pero sí llenar de ronchas al maquinista... Así Libertad le explicaba a Mafalda el sentido de luchar por causas perdidas.
Cada vez que en una oficina, en una empresa o en un negocio intentan prohibir el uso de Twitter, Facebook o de cualquier red social, quienes están a cargo de la decisión deberían pensar en lo atractivo que vuelven trabajar en un lugar que prefiere darle las espaldas al futuro que intentar ser parte de él.
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