Cada día hay más bienes y servicios que podemos adquirir directamente de sus proveedores. Es la era del 'Hazlo Tú Mismo' y eso significa que al lidiar con programación, con preparación de fiestas, con diseños y decoraciones, con asesorías financieras y de compras, con pedidos de toda índole y con una gama de cosas más y más amplia, estemos negociando con gente igual a nosotros pero que decidieron trabajar por su cuenta.
Muchos pensamos que la relación entre un cliente y un proveedor es como la de un jefe con su empleado, que no necesita mayores explicaciones para imponer la agenda de sus subalternos y que basta con tener el dinero en mano para que la otra persona haga lo que se le dice. Si bien un proveedor quiere responder rápido a sus potenciales clientes, tambiés es verdad que son pocos los negocios que pueden ser exitosos haciendo de la entrega inmediata el principal atractivo de su oferta--hasta Domino's Pizza tuvo que cambiar la receta de sus pizzas porque el recibirlas en menos de 30 minutos no era suficiente para que la gente pagara por ellas.
A menos de que se trate de una reparación de emergencia, la palabra "urgente" no suele ser la forma más adecuada para aproximarse a alguien de quien queremos un bien o un servicio. Porque lo que es urgente para uno no lo es para el otro, y el calendario ajeno merece tanta atención y respeto como el propio.
¿Tu página web es urgente? ¿Y por qué no la hiciste cuando era importante? ¿Los dos mil pasapalos son urgentes? ¿Y por qué no preparaste tu fiesta con mayor antelación? En esta época donde las relaciones de servicios son persona a persona, ser un buen cliente es tanto o más importante que ser un buen proveedor. Que un proveedor siempre te responda no puede depender solamente de que "siempre responder" sea un valor de su negocio.
Play cumple cinco años
Hace 4 años.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario