El escenario del auditorio de la Waubonsie Valley High School parecía decorado para Halloween. Y ello llamó la atención de Neil Gaiman, que aunque él haya escrito varias de las más intensas pesadillas de los últimos años, no necesariamente crea adecuado el tener que hablar con una calavera en el podio. Gaiman comenzó diciendo lo divertido que era hacer una gira como la que lo llevó al programa de promoción de la lectura Naperville Reads, donde podía hablar no del último libro sino de los libros en general, y podía leer no del nuevo lanzamiento que se estaba promocionando sino cualquier libro de su obra. Así, Gaiman leyó primero el capítulo 3 de Stardust y luego el capítulo 5 de Anansi Boys.
Tras sus lecturas, vendrían las preguntas, para las que Gaiman pidió que fueran preguntas de verdad, porque lo que suele pasar en este tipo de encuentros, según él, es que haya dos tipos de intervenciones: los agradecimientos porque 'cuando leí tal o cual libro mi vida estaba en...' y las aclaraciones de 'en la página 48 de tal libro se dice que...'. Gaiman es un grandísimo lector, con formación actoral, y las lecturas fueron maravillosas, perfectas, incluso con voces para los distintos personajes, por lo que las primeras preguntas giraron en torno a este tema y al de los audiolibros. Interesante saber que en el proceso de escritura de sus libros, Gaiman le da una importancia de primera corrección al audiolibro: antes de que se entregue la versión final a la imprenta ya ha comenzado la grabación del audiolibro, para que la lectura en voz alta por parte de actores y lectores profesionales deje en evidencia frases mal acabadas.
Durante las preguntas, el micrófono de la audiencia se descompuso, dando cabida al sentido del humor de Gaiman, quien hizo notar cómo a pesar de que el micrófono no servía la gente en vez de acercarse a él para hacerle más fácil el trabajo de escuchar la pregunta, seguía caminando hacia el micrófono para hablar. En otro momento memorable de la noche, un muchacho le preguntó cuál era su tema favorito (favorite theme) y Gaiman entendió su cosa favorita (favorite thing) a lo que respondió sin titubeos Amanda Palmer, su prometida y una celebridad en sí misma por ser la reina del cabaret punk, un género musical que ella misma creó cuando formó la banda Dresden Dolls. Pero aclarado que se trataba del tema favorito, Gaiman dijo que su tema no sólo favorito sino el de toda su obra era el poder de las historias, de la imaginación, la necesidad de contar historias y de dejar que las historias definan lo que somos. Para Gaiman, una de las cosas más maravillosas de escribir es ver en el papel cosas que cinco minutos antes ni siquiera estaban en su cabeza.
También le preguntaron sobre ver sus obras convertidas en película y él aprovechó para narrar cómo ese proceso puede ser distinto cada vez:
Llegando al final de las intervenciones, le preguntaron sobre cómo apoyar al Comic Book Legal Defense Fund, organización dedicada a ayudar a autores, vendedores e incluso lectores de comics que se ven envueltos en problemas legales debido a su actividad (Y sí, lectores también, Gaiman relató un caso donde un ciudadano de Nebraska fue acusado de poseer material obsceno tras comprar revistas de manga).
Para cerrar la noche con una altísima nota, Gaiman volvió a la lectura, esta vez un poema que es parte de un libro ilustrado que recoge su obra poética y que estará en las librerías a finales de abril:
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