Una amiga nos comentaba que piensa mudarse de la zona donde actualmente vive, Logan Square. Estuvimos de acuerdo con ella, esa zona no es de las mejores de Chicago y ella tiene cómo mudarse a un sitio más seguro. "No, no es por eso", a ella la zona le encanta y no ha tenido problemas de delincuencia ni nada por el estilo. Su problema es la combinación entre el verano y los puertorriqueños. Al pedirle una explicación nos dijo que el calor veraniego la obliga a abrir las ventanas y no soporta la música a todo volumen de los puertorriqueños de la zona. Tratando de mostrarme empático, le digo que no es fácil convivir con el reguetón y la salsa a toda mecha. Entonces responde que ojalá fuera reguetón y salsa, es el vals la que la está sacando del lugar, y remata diciéndonos que no se explica por qué las niñas puertorriqueñas se la pasan todo el día escuchando vals. Entre risas le explicamos lo de los quince años y las cuadrillas, y aunque perdonó a las niñas igual está decidida a mudarse.
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