Entre burros te veas

El general Gustavo Rangel Briceño, Ministro de la Defensa, nos ha entregado uno de los "ustedes me mal interpretaron" más hilarantes de los últimos años. Y ello no es poco mérito, en estos tiempos venezolanos de excesos en la palabra, tanto en su número como en su tono.
Refiriéndose a unas declaraciones dadas el 25 de abril, tuvo a bien aclararnos ayer que al referirse a cierto grupo de militares como burros, no estaba pensando en los animales sino en las bases de metal que se utilizan para sostener en alto los carros en mantenimiento, porque "aguantan el peso, pero no avanzan, no caminan, nada cambia mientras están allí". Envalentonado por la salida que tardó unos 20 días en idear, terminó sentenciando que cada quien elije el burro al que se quiere parecer. Supongo que él no quiere parecerse a un burro con reumatismo, porque algún tigre debió roncar para que dos semanas después de una declaración tuviera que volver sobre ella para matizarla, un hecho completamente inusual en los funcionarios de este gobierno, tan acostumbrados a no rendir cuentas ni de sus actos ni de sus decisiones ni mucho menos de sus discursos.
Pero le tomo la palabra al general. Se refería a los burros que usan los mecánicos para sostener el carro mientras lo arreglan. Entonces surge la pregunta: ¿Quiénes son esos mecánicos que están arreglando el carro de la Fuerza Armada Nacional gracias al sostén de los militares institucionalistas?