Si tuviera dos dedos de frente ya se habría ido de ahí. Pero perdió la frente de tanto golpearse la cabeza por los pasillos de la universidad. Tres mil dólares el crédito, no es fácil mantener la calma cuando recibes el correo de Asuntos Financieros recordándote que la fecha límite de pago de la mensualidad es al día siguiente. Aunque siempre duele nunca dolió tanto como en este semestre: Tres créditos la pasantía, nueve mil dólares la pasantía, servir café en la pasantía; porque como en toda pasantía el pasante no vale medio, sólo que tuvo que pagar nueve mil dólares (bueno, comprometerse a pagar, que todavía no ha llegado el correo de Asuntos Financieros) para no valer medio. Sí, definitivamente debería irse de ahí y no volver, pero quién sabe qué le dirían en Asuntos Estudiantiles, seguro tienen una lista donde entran todos los que abandonan la pasantía y la distribuyen por todo el país. Mejor traga grueso y demuestra que está listo para ingresar en el mercado laboral. Y tal vez en el futuro le toque su propio pasante al que martirizar dándole todo su trabajo, mandándolo a servirle café y recordándole que está pagando tres mil dólares el crédito por ello.
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