Las expectativas se dispararon y fue un error. Pero es que el espacio de la Sala Río Teatro Caribe se dispuso de tal manera que uno sintió estar entrando al futuro del teatro: cuatro laptops y sus operadores servían de separación entre las butacas y el escenario, el cual lucía como un tunel donde la actriz principal ya daba algunos pasos mientras la gente se acomodaba.
Se trataba del espectáculo ...She Said, de la compañía Waxfactory, una coproducción entre Estados Unidos y Eslovenia basada en la novela de Marguerite Duras, Destruir, dice. Y al comenzar la pieza, las expectativas siguieron aumentando, porque haber tomado la atmósfera de tedio y decadencia, la sensación de estar atascados en el tiempo y el espacio que llenan las novelas de Duras sobre la riviera francesa y los franceses intelectuales o snobs (debería quitar la o) que la pueblan, poniéndolas en un futuro indeterminado, en uno de esos no-lugares que cada día nos son más cotidianos, fue un total acierto, un aporte que valió el asistir.
Pero más nada. La obra, atrapada en la recreación de esa atmósfera decadente, del tedio y la espera que justifica un triángulo amoroso y un asesinato, no despega hacia el futuro que pareció asomarnos. Al final, la música y lo corto del espectáculo nos salvaron de hacernos olvidar que, como las novelas de Duras, lo importante era la atmósfera y la textura.
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Hace 4 años.
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