No hay mucho que decir. Un tipo de teatro que si no viniera con la etiqueta "internacional" jamás habría ido a ver. El festival debe servir para todo, para tener una idea horizontal del teatro que se hace en el mundo, y así ver expresiones de países tan disímiles como Estados Unidos e Irán, pero también para tener una idea vertical, presenciar y disfrutar obras de arte como I'm my own wife y obras como la que me tocó anoche, de Colombia, La Noche Árabe.
No empezó del todo mal. Una serie de pequeños equívocos y conflictos cotidianos que parecía iban a volverse más y más graves, más y más dramáticos y existenciales hasta que estallaran en algún tipo de verdad revelada. Pero no, de pronto el dramaturgo decidió que esos conflictos sirvieran para develar una maldición ancestral que convierte la pieza en un sketch de programa cómico semanal, donde lo único que me mantuvo en el asiento hasta que la obra terminara fue el observar cómo el dramaturgo haría para sacar a sus personajes del ridículo al que los llevó. Y como me lo esperaba, no pudo hacerlo.
Play cumple cinco años
Hace 4 años.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario