En estos días se está hablando mucho de la
paradoja del ahorro, según la cual en tiempos de crisis el comportamiento individual racional de gastar menos para mantener las finanzas personales y familiares en la mejor condición posible de cara a la incertidumbre de los tiempos, es colectivamente dañino porque mientras más personas decidan cortar gastos menor será el flujo de recursos que entren en negocios que de por sí ya están en problemas, obligándolos a tomar medidas como despedir empleados o cerrar sucursales, empeorando con esto la situación de crisis. Lo interesante es que mientras las personas están haciendo recortes en sus gastos, son otros los que se comportan al parecer tratando de vencer la paradoja del ahorro. El Citibank, que ya ha recibido unos 45 billones de dólares en fondos públicos para superar sus problemas y que a pesar de la inyección sigue presentando unos resultados de recoge tus peroles y cierra esta vaina, tenía planes de comprar un jet de 50 millones de dólares para el uso de sus altos ejecutivos. La cosa suena a chiste y la parte más tristemente graciosa del asunto es que los genios directivos del banco suspendieron la compra del jet solo cuando funcionarios de la administración Obama
prácticamente les exigieron que lo hicieran. No me extrañaría que alguno de esos genios de finanzas que trabajan en el Citibank haya intentando defender su plan de compra argumentando que si ellos no gastan esos 50 millones entonces la empresa que fabrica los jets tendrá que despedir empleados y eso agravará la crisis, "nuestro avión es parte de la solución, nuestros ahorristas son el problema".
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