La fiebre por Roberto Bolaño en Estados Unidos continúa y el número más reciente de la revista Stop Smiling trae la que llaman "la última entrevista que concedió" el escritor chileno.
Sí, el hombre era principalmente un provocador, pero no está de más recordar su explicación de la controversia que se vivió cuando, por motivos del premio que recibió por Los detectives salvajes, fue miembro del jurado del Rómulo Gallegos.
A la pregunta de Mónica Maristain sobre si mantuvo su amistad con Enrique Vila-Matas luego del incidente, Bolaño respondió: "Mi pelea con el jurado y los organizadores del premio se debió básicamente a sus expectativas de que yo apoyara ciegamente su decisión sin haber participado. Sus métodos, que me transmitió por teléfono un pseudo poeta chavista, me recordaron muy cercanamente los argumentos disuasivos de la Casa de las Américas de Cuba".
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27 de mayo de 2009
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