De las audiencias

Suelo decir que escribo primero para mí y luego, sólo luego, para quien quiera leer. Pero después de mudarme a otro país he estado sintiendo lo importante que es para mí ese "amigo invisible", como lo llamaba Arturo Uslar Pietri. No se trata de revisar el contador de visitas y ver que al blog llegan desde Venezuela, Estados Unidos, México, España, Argentina y Perú, principalmente, sino de imaginarse qué tiene uno que decirle a esa gente que pueda serles interesante. Sobre todo cuando uno está enfrentado a nuevos temas, a nuevos espacios, a nuevos círculos.
Hice la reseña de una obra de teatro latino, ¿vale la pena hacer una versión de la reseña aquí? Fui a ver una obra de teatro en inglés, ¿vale la pena escribir sobre ello en este lugar? Son preguntas que me asaltan y que antes del viaje estaban respondidas con un sí sin titubeos. Se supondría que la audiencia es la misma porque el que se movió fui yo, pero mi movimiento necesariamente cambia a la audiencia y hace que de vez en cuando me cueste mucho saber qué puedo decirle.