México y el mal manejo de la adversidad

Sí, fue offside, pero era el 1-0 y faltaba un mundo. Sin embargo, la reacción de México fue suficiente para que no tuvieran más chance. Y uno se pregunta: ¿Cuál era el plan? ¿Impedir que Argentina metiera un gol y ya? ¿No había otro? ¿No había uno para el muy posible caso en que Argentina se fuera adelante? México perdió el partido no por el gol en offside sino por la forma en que reaccionó a ese gol. La cara de Márquez en los minutos que siguieron y el error del defensa central que permitió el segundo fueron la demostración en la cancha de un juego que se perdió primero en la cabeza.

México casi madruga a Argentina ensimándola e impidiéndole la salida. Pero de pronto se pararon, dejaron de presionar en tres cuartos y Argentina comenzó a tocar y a alejar a los mexicanos de su arco, mientras se acercaban más y más a la zona de peligro mexicana. Messi agarró la primera cerca del área, encimó, dio el pase, recibió el rechazo del portero y vino el error del arbitraje.

Dos Santos fue el gran ausente del juego mexicano. Un partido donde su circulación era imprescindible para darle alguna clara al Chicharito. La que Chicharito encontró clara llegó media hora tarde para que hiciera verdadero daño.

Messi fue anulado, pero apareció Tévez, quien volvió a ser el mejor de Argentina. El mundial de Messi poco a poco se está convirtiendo en el mundial de Tévez.

Maradona confirmó dos cambios que no se supo si eran definitivos por el paréntesis que significó el partido contra Grecia. Ottamendi y Maxi Rodríguez son titulares. Importante la presencia de un lateral más defensivo que ofensivo, porque el centro del área argentina es insegura; si a eso se le agrega un lateral que abre espacios con sus constantes subidas, como es Jonás, los problemas llegan.

Mascherano sigue bajando la guardia a partir de la segunda mitad del segundo tiempo, se funde por el esfuerzo y el equipo contrario sube. Ahí es donde Maradona hace los cambios, sacrificando a Tévez y a Di María para darle oxígeno a Mascherano. Sin embargo, el nivel del equipo baja y es por donde los otros podrían tener un segundo aire, como lo tuvo México.

Otro partido con un resultado ensuciado por una decisión arbitral equivocada. Lo peor de esta es que el árbitro hizo lo correcto: consultó a su línea, y el línea siguió a pie juntillas el protocolo de la FIFA: Si tienes dudas no pites el offside. El problema es que ese protocolo se estrella con repeticiones desde todos los ángulos y a todas las velocidades. Si el árbitro tiene micrófono y comunicación inalámbrica, ¿por qué la consulta no puede ser con un ojo en el cielo que haya visto las cientos de tomas explicativas generadas por las transmisiones?